CENTRO CABALISTA
ENERGÍA CÓSMICA TECNO/MENTE

ZOHAR Vaera Bo

VAERA 
 

 

Y El Eterno habló a Moisés... R. Abba comenzó sus reflexiones sobre esta parte con el versículo: Confiad en el Eterno por siempre (literalmente hasta Ad), porque en YAH, YHVH es modelador de mundos (literalmente, roca de edades) (Yeshayahu, Isaías 26:4). Dijo: Toda la humanidad ha de tender al Santo, Bendito Sea, y poner su confianza en El, para que su fuerza sea extraída de la esfera que se llama AD, que es Tiféret y sostiene el universo y lo liga en un todo indisoluble. Este Ad es “el deseo de las colinas perpetuas” (Bereishis, génesis 49: 26). es decir, las dos “Madres” trascendentes, el año del Jubileo, que es Biná, y el año de Remisión, que es Maljús, como ya se ha visto antes. El deseo del primer ser es coronar esa esfera con gloria, con el derrame de bendiciones y cisternas de agua dulce. En cambio, el anhelo de la otra es recibir de Ad esas mismas bendiciones e iluminaciones. Por eso dice “confiad en el Eterno hasta Ad”, es decir, contemplad los mundos de la emanación solamente en la medida de la esfera Ad. Pues más allá de ella hay una región oculta, tan trascendente que supera a todo entendimiento, la fuente donde los mundos fueron diseñados y llegaron a ser. En este punto sólo es permitido contemplar la Deidad, pero no más allá, porque es totalmente recóndito. Este es YAH YHVH, de donde fueron modelados todos los mundos. R. Judá dijo: Tenemos una directa prueba escrituraria de esto, pues está dicho “Pregunta por los días que han pasado... desde el día en que El Eterno creó al hombre sobre la tierra, y pregunta de un lado del cielo hasta el otro” (Devarím, Deuteronomio 4:32). hasta este punto puede el hombre investigar, pero no más. Otra explicación de este versículo es la síguíente: el hombre siempre debe confiar en el Santo, Bendito Sea. Quien confía en El nunca será confundido por el mundo (Tehilím, Salmos 25:2). Quien depende enteramente del Nombre Santo está firmemente establecido en el mundo, así como al mundo lo sostiene este Nombre: Por las dos letras YH “el Eterno diseñó los mundos”, este mundo y el mundo por venir. Este mundo fue creado por el atributo de la Justicia y el mismo atributo lo sostiene, para que la humanidad pueda fundar su vida en la justica y no apartarse del camino de la rectitud. Y Elohim habló a Moisés y le dijo Yo soy YHVH. Antes, en el versículo 22*, está escrito: “Y Moisés dijo, Eterno (Adonai), ¿por qué has hecho mal a este pueblo?”. ¿Qué profeta habría hablado con tanta audacia, salvo Moisés, que conocía que lo esperaba otro grado, superior, es decir, YHVH? R. Yitzjak dijo: Moisés, que era “Fiel en la Casa de El Eterno”, se dirigió a El sin temor y temblor como un camarero encargado de la casa. Según otra explicación, las palabras “Y El Eterno habló y le dijo, Yo soy YHVH” significa que la manifestación era en los dos atributes, en la Justicia y en la Misericordia, ambos adecuadamente encuadrados y unidos. R. Simeón dijo que se manifestaron, no unidos, sino sucesivamente, como lo indica la expresión “Y Elohim habló... y le dijo Yo soy YHVH”: etapa tras etapa. R. Yose dijo: Moisés ciertamente habría sido castigado por la audacia de su lenguaje, si no hubiera sido “camarero de la casa” y hombre de El Eterno. Fue como un hombre que se hubiera casado con la hija del rey y, al tener alguna disputa con ella, le hablara con vehemencia. Ella estaba a punto de contestarle cuando apareció el padre de ella, el Rey. Al verlo, ella se detuvo y él tomó la palabra. Dijo al marido: “¿Sabes que yo soy el rey y que estás hablando contra mi hija, que es como sí hablaras contra mí?” Así, Moisés se quejó contra Adonai (La Shejiná) y le contestó Elohim (El Rey), Y yo aparecí... El Eterno era aquí como un rey que tiene una hija no casada y también un amigo personal. Cuando quería decir algo al amigo, mandaba a su hija para que le hablara en su nombre. Entonces, la hija se casó, y en el día de su matrimonio el rey proclamó: “Desde hoy llamarás a mi hija la Eternoa, la Matrona”, y a ella le dijo: hasta ahora yo acostumbraba hablar a través tuyo a quienes deseaban audiencia conmigo, pero ahora yo hablaré directamente a tu marido y él transmitirá mis mensajes”. Un día el marido habló ásperamente a la princesa en presencia del rey y antes de que ella pudiese contestarle, el rey tomó la palabra. Dijo: “¿No soy yo el rey con quien nadie puede hablar sino a través de mi hija y no te he dado mi hija a ti y no he hablado contigo directamente, privilegio no otorgado a ningún otro?” De manera similar El Eterno dijo a Moisés: “Antes de que la Shejiná se hubiese desposado yo aparecía a los Patriarcas como El Shadai, y ellos no podían hablar conmigo directamente, sino a través de Mi Hija la Shejiná y tú fuiste el primero a quien yo hablé cara a cara y ahora te atreves en mi presencia a hablar a Mi Hija de tal manera”. R. Yose interpretó el versículo: “Del Eterno es la tierra y su plenitud, el universo y los que en él habitan. Porque él lo fundó sobre los mares y lo estableció sobre los ríos” (Tehilím, Salmos 24:2-3). de la manera siguiente: “La tierra” es la Tierra Santa de Israel, que es la. primera en empaparse de sostén y recibir bendición de El Eterno, y e¡ resto del mundo lo recibe después de ella. “Los mares” se refiere a los siete pilares que son el cimiento de la tierra, y sobre los cuales gobierna el Mar del Kinéret; pero R. Judá sostenía que a este último lo llenaban los otros. “Los ríos” se relacionan con el “río que sale de Edén para irrigar el Jardín” (Bereishis, génesis 2:10).   Se ha de notar que esta Tierra Santa —la Shejiná— se llama “el país de Israel”. Entonces, ¿por qué Yaakov, el cual es Israel, no gobernó sobre él como Moisés? Como ya se señaló, la razón es que Yaakov se convirtió en propietario de la “Casa que es abajo” y dejó la “casa que está arriba”, aunque con las doce tribus y en las setenta ramas hizo aquí preparación para la “casa que está arriba”. Moisés, por otra parte, dejó la “casa que está abajo” y tomó la “casa que está arriba”. El primero experimentó la manifestación Divina como “El Shadai”, pero El Eterno no habló con él en el más elevado grado que designa YHVH. Y yo aparecí a Ábraham, a Yitzjak y (v) a Yaakov. La letra Vav en relación con Yaakov, simboliza, según R. Jiyá, la superioridad de la manifestación Divina a Yaakov como superior sobre la que fue otorgada a los otros dos: el suyo es el grado unificador, armonizador. Sin embargo, no fue digno de usarlo como lo hizo Moisés. Y también he establecido mi pacto con ellos, de darles el país de Canaán. Esto como una retribución por el pacto de la circuncisión. Sólo de aquellos que son miembros fieles de este pacto se puede decir que “poseen” el país, que es una heredad de los justos, como está escrito: “Tu pueblo será de todos justos, ellos poseerán el país” (Yeshayahu, Isaías 60:21). Aun a José no se lo llamó “justo” antes de que hubiera guardado el signo del pacto, en el momento de la tentación. R. Eleazar preguntó una vez a su padre R. Simeón, en presencia de R. Abba: ¿Por qué se dice aquí “Yo aparecí”, en vez de “Yo hablé a Abraham,...”? R. Simeón contestó: Hijo mío, esto contiene un misterio profundo. Observa ahora. Hav colores develados y colores no develados, siendo esto una parte del misterio de la Fe, Pero los hombres no conocen estos asuntos ni reflexionan sobre ellos. Los colores visibles no los percibió ningún ser humano antes de los Patriarcas, Abraham, Yitzjak y Yaakov. Por eso se dice “Y aparecí”. ¿Y qué son estos colores visibles? Los de El Shadai, el reflejo de colores más elevados. Pero estos últimos están ocultos y Moisés solamente los percibió. Pero los Patriarcas no los ignoraban totalmente, pues ellos captaron los no develados a través de los visibles que ya conocían. Está escrito: “Y los sabios serán resplandecientes como el esplendor del firmamento y aquellos que atraen a muchos a la justicia serán por siempre jamás como las estrellas”. El “sabio” es el que con el poder de su propia contemplación llega a la percepción de misterios profundos que no se pueden expresar en palabras. El “firmamento” es el “firmamento de Moisés”, su grado de conocimiento Divino que se halla colocado en el centro y cuyo esplendor está vedado. Este firmamento está encima de aquel otro que es no resplandeciente y cuyos colores son vsibles y no tan brillantes como el invisible. Hay cuatro luces, es decir Emanaciones de las cuales tres son recónditas y una es develada. Hay una que arroja luz hacia afuera (Jésed); una que brilla para sí misma solamente (Guevurá) y es como los cielos en cuanto a pureza, una de color púrpura que reúne luz en sí misma (Tiféret), y una, por sí misma sin luz (Máljut), pero que mira a las otras y las refleja como una lámpara refleja al sol. Las primeras tres son recónditas y cobijan a la que es develada. De todo esto es símbolo el ojo. En el ojo son visibles tres colores, pero ninguno de ésfos brilla porque son no luminosos. Ellos son paralelos a esas luces que son reveladas. Y fue por medio de estos colores visibles que los Patriarcas fueron capacitados para distinguir los colores que son luminosos pero invisibles, esto es, los colores que sólo Moisés conocía y que fueron ocultados de los demás y revelados a El en ese firmamento que él había alcanzado, y que están por encima de los colores viables. Para entender este misterio, cierra tu ojo y comprime tu globo ocular, y distinguirás colores radiantes y luminosos” que sólo se pueden ver con los ojos cerrados. Por esta razón decimos que Moisés poseía el “espejo luminoso”, que está por encima del “no luminoso”, el único que los demás conocen. Pero los Patriarcas fueron capaces, mediante los colores revelados, de conseguir aquellos otros que eran ocultos. Este es el sentido de las palabras “Yo aparecí a Abraham, etc.”, es decir, en los colores visibles, “pero no fui conocido a ellos por Mi Nombre YHVH”, es decir, en los superiores colores luminosos ocultos, que sólo Moisés tuvo el privilegio de ver. El ojo cerrado ve el espejo de luz; el ojo abierto ve el espejo que no es luminoso. Por eso se emplea, con respecto al espejo sin luz, el término “ver”, porque es distinguible, pero con respecto al espejo luminoso se emplea el término “conocer”, porque está oculto. Entonces vinieron R. Eleazar y R. Abba y besaron la mano de R. Simeón, y R. Abba lloró y dijo: ¡Desdichado el mundo cuando tú, maestro, te apartes de él! Sin ti será un huérfano. Porque, entonces, ¿quién iluminará las palabras de la Torá? Luego citó el saludo de David a Nabal: “que estés bien (literalmente la palabra hebrea usada significa, que sea por la vida) y que la paz sea contigo”. Dijo: Seguramente David conocía la iniquidad de Nabal, y, siendo así, ¿cómo pudo saludarlo de este modo? Pero es que era día de Año Nuevo, el día cuando el Santo juzga al mundo, y la intención de David al usar las expresiones en que le expresaba “por la vida” y que estuviera “en paz”, era dirigirse a Aquel de quien proviene toda vida y paz, para hacer una adecuada profesión de fe. Y saludar a una persona justa con Shalóm. que significa paz, armonía, es como saludar al Santo, especialmente cuando el saludo se dirige a ti, Oh maestro, que en tu propia persona representas la armonía entre el arriba y el abajo. Pero no está permitido saludar así a una persona inicua, y aun, cuando es inevitable no hay falta de sinceridad involucrada en la frase cuando exterior mente se dirige a la persona referida, pero la intención interna es dirigirse a El Eterno. R. Ezequías discurrió sobre el versículo: Bienaventurado el hombre a quien el Eterno no imputa iniquidad, y en cuyo espíritu no hay dolo (Tehilím, Salmos 33:2). Dijo: Cuan ciegos son los hombres que no ven ni perciben cuál es el fundamento de su existencia en el mundo. Ved, cuando el Santo, Bendito Sea, creó el mundo. El formó al hombre a su propia imagen, disponiendo así sus aptitudes como para capacitarlo para estudiar la Torá y seguir por Su camino. Por eso e hombre fue creado del polvo del santuario de abajo; y los cuatro vientos del mundo unidos en ese lugar que luego se llamó la Casa de la Santidad. Y estos cuatro se unieron entonces a los cuatro elementos del mundo inferior: fuego, aire, tierra y agua. Y cuando estos vientos y estos elementos se mezclaron, el Santo, Bendito Sea, formó un cuerpo de perfección maravillosa. Por eso está claro que las sustancias que componen el cuerpo del hombre pertenecer, a des mundos, al mundo de abajo y al mundo de arriba. R. Simeón dijo: Los primeros cuatro elementos tienen una significación profunda para el creyente: Ellos son los progenitores de todos los mundos y simbolizan el misterio de la Carroza superior de Santidad. También los cuatro elementos de fuego, aire, tierra y agua tienen una significación profunda. De ellos vienen el oro, la plata, el cobre y el hierro, y debajo de éstos, otros metales de clase parecida. Prestad atención a esto. El fuego, el aire, la tierra y el agua son las fuentes y raíces de todas las cosas de arriba y de abajo y en ellos se fundan todas las cosas. Y en cada uno de los cuatro vientos se encuentran estos elementos, el fuego en el Norte, el aire en el Este, el agua én el Sur, la tierra en el Oeste. Y los cuatro elementos están unidos con los cuatro vientos, y todos son uno. Fuego, agua, aire y tierra; oro, plata, cobre y hierro; norte, sud, este y oeste, todos éstos forman juntos doce, y sin embargo son todos uno. Fuego es la izquierda, en el lado del Norte porque el fuego tiene la energía del calor, y el poder de secar es fuerte en él, y el Norte es justamente el reverso, y así los dos están mezclados. Agua está en la derecha, en el lado del Sur y el Santo mezcla el calor y la seca del Sur con el frío y la humedad del agua, y se vuelven uno como en la combinación anterior. El Norte es frío y húmedo, y su elemento, fuego, es cálido y seco, y, por el contrario, el Sur es cálido y seco, y su elemento, el agua, frío y húmedo, y, así, el Santo los mezcla. Pues el agua viene del Sur, entra en el Norte y de nuevo fluye desde el Norte. Y el fuego viene del Norte y entra en el Sur, y desde el Sur el calor poderoso sale del mundo. Porque el Santo hace que no tome del otro como a El le parece justo. De manera similar El procede con el aire y el Este. Observad ahora. El fuego viene de un lado el agua del otro: hay allí oposición. Luego viene el aire —viento, espíritu— entre ellos y los junta y se vuelven uno, como está escrito: “Y el espíritu (aire) de El Eterno flotaba sobre el agua” (Bereishís, génesis 1:2). Porque el fuego sube y el agua está en la superficie de la tierra y el aire penetra entre ellos, une los dos elementos y hace la paz entre ellos. La tierra tiene encima suyo agua, aire, fuego, y recibe de los tres. Además, observad que el Este es cálido y húmedo y el aire es cálido y húmedo. De ahí qué el compuesto calor-humedad puede sostener los dos lados; con su calor el fuego, y con su humedad el aire, y, así, poner término al conflicto entre fuego y agua. La tierra es fría y seca, y por eso puede recibir a todos los otros —fuego, agua y aire— y todos pueden cumplir su tarea en ella. Recibe ella de todos y por eso, por la influencia de ellos, puede producir alimento para todo el mundo. Ahora, el lado del Oeste que es frío, se une con el Norte, que es frío y húmedo, porque frío se une con frío y del otro lado, la seca. El Oeste se une con el Sur, que es cálido y seco, y así el Oeste se une a ambos lados. De la misma manera, el Sur se une con el Este en su lado cálido, y el Este con el Norte en virtud de su humedad. Así, encontramos unidos: Sud-Este, Norte- Este, Norte-Oeste, Sud-Oeste,, y todos están contenidos uno en otro y en mezcla recíproca. De esta manera el Norte trae oro, que es producido por el lado del poder del fuego, como está escrito, “El oro viene del Norte” (Yov, Job 37:22). Porque cuando el fuego se junta con la tierra se produce oro, como está escrito: “En cuanto a la tierra... ella tiene terrones de oro” Yov, Job 38:5-6). Cuando el agua se une con la tierra, el frío con la humedad produce plata, y así la tierra está unida con dos lados, oro y plata, y situada entre ellos. El aire se junta con el agua y también con el fuego y produce una amalgama que es “el color del cobre pulido” (Yejezkel: Ezequiel 1:7). . En cuanto a la tierra arriba mencionada, cuando está por sí misma en su frío y su sequedad, ella produce hierro. Por eso está dicho “si el hierro está embotado” (Koheles, Eclesiastés 10:10).  Sin embargo, la tierra se combina con todos los otros elementos y todos actúan a través de ella de acuerdo a sus varias maneras. Pues sin tierra no hay oro, ni plata, ni cobre. Pues cada elemento imparte de su carácter al otro para formar un compuesto, y la tierra se mezcla con todos a causa de los dos lados, fuego y agua, que son atraídos a ella. El aire también, se une con ella merced a esos dos y actúa sobre ella. Ahora encontramos que la tierra, cuando se une con ellos, también trae productos secundarios que se asemejan a sus compuestos primarios. Así, correspondiendo al oro produce la escoria verde que está subordinada al oro y se le parece; correspondiendo a la plata produce plomo; correspondiendo al cobre superior, produce el inferior, estaño; correspondiendo al hierro produce, sin embargo,  solamente hierro, y así, está dicho: “Hierro con hierro juntos” (Mishlei, Proverbios 27:17). Fuego, aire, agua y tierra están originalmente unidos el uno con el otro y no hay entre ellos separación. Pero cuando el polvo de la tierra comienza a generar sus productos, no están más unidos como los elementos superiores, según está dicho: “De aquí se dividió y se convirtió en cuatro corrientes” (Bereishis, génesis 2:10). En esto hubo separación, pues lo terráqueo, cuando generaba en el poder de los tres elementos superiores, produjo cuatro corrientes, en las que se encontraban piedras preciosas; Estas piedras preciosas son en número de doce, distribuidas en todas las cuatro direcciones cardinales y correspondiendo a las doce tribus de Israel: “Y las piedras serán con los nombres de los hijos de Israel, doce de acuerdo a sus nombres” (Shemót, Éxodo 28:21). Observad que todos estos lados superiores de que hablamos, aunque están unidos y ligados y forman el cimiento de las cosas arriba y de las cosas abajo, es, sin embargo, el aire espíritu superior a todos ellos, contó es la sustancia de todo, sin la cual nada viviría, y el alma existe solamente por el espíritu, pues si faltara el aire, aunque fuese por un momento, el alma no existiría. Esto está insinuado en las palabras: “También cuando el alma es sin conocimiento, no es buena” (Mishlei, Proverbios 19:2).  El alma sin espíritu “no es buena”, y no puede existir. Observad, además, que esas doce piedras corresponden a los doce bueyes debajo del mar de bronce que había en el Templo (Melajim 1, 1° Reyes 7:25).  Por eso, los príncipes, los cabezas de tribus sacrificaban doce bueyes (Bamidbar, Números 7:3).       Todo esto es un misterio profundo. Quien comprende estas palabras comprende un misterio de la sabiduría superior, en la que está la raíz de todas las cosas. R. Simeón concluía: Ved ahora la verdad del dicho de R. Ezequías de que cuando el Santo creó al hombre, tomó el polvo del Santuario inferior, pero para hacer su alma eligió el polvo del Santuario superior. Exactamente como en la formación del cuerpo del hombre del polvo del Santuario inferior se combinaron tres

elementos cósmicos, así en la formación de su alma del polvo del Santuario superior, otros elementos, en número de tres, fueron mezclados y así el hombre estuvo completamente formado. Y ésta es la significación de las palabras:  “Bienaventurado es el hombre a quien el Eterno no imputa iniquidad y en cuyo espíritu no hay dolo”. ¿Cuándo el Eterno rio imputa iniquidad? Cuando no hay dolo en su espíritu. Moisés fue perfeccionado a un grado más alto que los Patriarcas, dado que el Santo le habló de un grado más elevado que a ellos; y Moisés estuvo dentro del Palacio del Rey. De ahí que está dicho: “Y Yo aparecí a Abraham, a Yitzjak y a Yaakov, con el nombre de El Shadai, pero por Mi Nombre YHVH no les era conocido”. Y así lo afirmamos. Por lo cual di a los hijos de Israel, Yo soy el Eterno y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios... R. Judá dijo: Estas palabras están en mal orden y debieran decir, primero, “Yo os redimiré” y luego “Yo os sacaré”. Pero la razón por la cual el sacar está colocado antes, es que El Eterno deseaba anunciarles primero la mejor de las promesas. A esto observó R. Yose: ¿Pero la mayor promesa de todas no viene acaso, como última, esto es, “Yo os tomaré para mí como un pueblo y Yo seré para vosotros un El Eterno”? R. Judá respondió: La liberación del Egipto fue entonces la preocupación principal del pueblo, porque desesperaba de escapar a causa de la presencia de las artes mágicas con las cuales los egipcios mantenían sus prisioneros. De ahí que viene primera en el orden de la proclamación, seguida por la promesa de liberación de la servidumbre una vez por todas, pues podían temer que los egipcios volverían a esclavizarlos. Luego vino la promesa de la redención, es decir, que El no meramente los libraría dé Egipto y luego los abandonaría a su propia suerte; a esto siguió la proclamación de que El los haría Su pueblo. Y finalmente vino la promesa de que los traería a su propio país. Y Moisés habló así a los hijos de Israel, pero ellos no escucharon a Moisés por angustia del espíritu. ¿Cuál es el sentido de “angustia del espíritu” que literalmente significa cortedad de aliento? R. Judá interpretó la expresión literalmente: “Ellos no tenían descanso de sus trabajos, ni tiempo para respirar”. Pero R. Simeón vio en la expresión una significación mística: Aun no se había manifestado el “Jubileo” —el mundo de Biná, la morada de la “Libertad” trascendental— para darles reposo espiritual, y el último Espíritu (Maljús) aun no era capaz de ejercer sus funciones, y asi hubo angustia de este Espíritu.Y Moisés hablé al Eterno diciendo: He aquí que los hijos de Israel no me han escuchado. ¿Cómo, entonces, me oirá Faraón..., a mí de labios no circuncisos? ¿Cómo pudo Moisés atreverse a decir esto? ¿No le había prometido ya el Santo, cuando dijo que no era elocuente, que El “estaría en su boca? (Shemót, Éxodo 4:10-12). . ¿O es que el Santo no mantuvo Su promesa? Pero, hay aquí un significado interno. Moisés se encontraba entonces en el grado de “Voz”, y el grado de “Expresión” se hallaba entonces en exilio. De ahí que dijera: “Como me oirá Faraón”, dado que mi “expresión” está en servidumbre a él, siendo yo solamente “voz” y careciendo de “expresión”. Por eso El Eterno juntó a El a Aarón, el cual era “expresión” sin “voz”. Cuando vino Moisés, apareció la Voz, pero era una “voz sin palabra”. Esto duró hasta que Israel se acercó al Monte Sinaí para recibir la Torá. Entonces la Voz se unió con la Expresión, y la palabra fue hablada, según está dicho, “y el Eterno habló todas estas palabras” (Shemót, Éxodo 20:1). . Entonces Moisés estuvo en plena posesión de la Palabra, estando unidas Voz y Palabra. Esta fue la causa de la queja de Moisés de que carecía de palabra salvo cuando estalló en queja y “El Eterno habló a Moisés” (Shemót, Éxodo 6:2). En esta ocasión la palabra empezó a funcionar, pero volvió a cesar de nuevo, pues el tiempo aún no estaba maduro. De ahí que el versículo continúa: “Y le dijo, Yo soy el Eterno”(Shemót, Éxodo 6:2). Solamente al darse la Ley estuvo Moisés: curado de su impedimento, cuando la Voz y la Expresión estaban en él unidas como su órgano. Antes de ese suceso, el poder que es Expresión guió a Israel en el desierto, pero sin exteriorizarse hasta que llegaron al Sinaí. R. Judá interpretó en el mismo sentido el versículo 5-6 del capítulo 5 del Cantar de cantares que dice: “Yo me levanté para abrir a mi amado, pero mi amado se había retirado e ido”. Mientras la Comunidad de Israel está en exilio, la Voz está retirada de ella y la Palabra no funciona, como está dicho: “Estoy mudo con silencio” (Tehilím, Salmos 39:3). Y aun cuando la Palabra despierta, “mi amado se ha retirado”, es decir, repentinamente cesa, como había ocurrido primero con Moisés. La voz siguió: “Ya aparecí a Abraham, a Yitzjak y a Yaakov”. La “Y” (la Vav) simboliza la superioridad de Yaakov sobre los otros, según lo sostiene R. Judá. R. Yose dijo ¿Qué hay del versículo: “Yo soy el El Eterno de Abraham y de Yitzjak”? (Bereishis, génesis 28:13). R. Judá respondió: Cuando se dijo esto, Yaakov estaba incluido en Yitzjak Yitzjak, el cual en ese tiempo era ciego, y a un hombre ciego se lo cuenta como muerto. Porque mientras una persona vive, el Nombre Santo no se junta a su nombre, es decir, el El Eterno de fulano, y por eso Yaakov estaba incluido en Yitzjak y no fue mencionado directamente. Pero ahora que Yaakov está muerto, el Nombre Santo puede unírsele. “Por El Schadai”, es decir por el “espejo no luminoso”, y no el “luminoso”. Pero esto no significa que estaban versados en la “Hembra” solamente y no en un grado más alto, pues continúa: “Y yo también establecí mi pacto con ellos”, que indica que en la percepción de ellos, el pacto estaba unido con la Hembra. El que tiene el privilegio de ser miembro del Pacto, hereda el País, como está dicho: “Yo he establecido mi pacto con ellos para darles el país de Canaán”. R. Simeón dijo: Está escrito: “Estad aterrados de la espada pues la ira trae los castigos de la espada, para que podáis conocer que hay juicio”. La “espada” es una de la que se dice “ella vengará el pacto”  (Vayikrá, Levítico 26:25), y es el castigo que espera a quien anula el signo del Pacto y con esto, también, la unión de la cual es un símbolo. Pero quien trae el Pacto a su lugar y lo guarda en pureza, se vuelve un conducto de bendición para el mundo superior y para el mundo inferior. De ahí que está dicho “estad aterrados de la espada”, porque si este mandamiento no despierta el sentido de la reverencia en un hombre, no lo hará ningún otro mandamiento. Observad que tan pronto como los israelitas se agitaron para acercarse al Santo y clamaron ante El, de su parte El “recordó Su Pacto”. El vocablo hebreo que significa “recordar” siempre se halla ligado al Pacto como su signo, porque es el despertar del anhelo de unión en las esferas superiores. De ahí “Yo recordé mi Pacto” para vincularlo con su lugar propio, y por eso “de a los hijos de Israel, Yo soy YHVH”. Y el Eterno habló a Moisés y a Aarón y les dio un encargo para los hijos de Israel y para Faraón. Según R. Yose el encargo consistió en que debían hablar suavemente a Israel y respetuosamente a Faraón. Suavemente a Israel, porque aunque entonces los israelitas eran esclavos, ellos sin embargo eran de descendencia real. Por esta razón la sección que se ocupa con los nombres de los que encabezaban las familias tribales viene inmediatamente después de los versículos 14-25. R. Jiyá dice que esto es para mostrar que no habían cambiado sus hábitos rií se habían casado con los autóctonos. Pero según R. Aja, el propósito es presentar a Moisés y a Aarón y mostrar que ellos eran dignos de conducir al pueblo y actuar como sus voceros ante Faraón, porque entre los jefes de las familias tribuales no había ninguno como ellos. Y Eleazar, hijo de Aarón, se tomó una de las hijas de Putiel para mujer: y ella le tuvo a Pinjas; estos son los jefes de los padre? de los Levitas de acuerdo a sus familias. ¿Por qué dice “estos son los jefes” si el único mencionado es Pinjas? La verdad es que por haber él salvado de la plaga a millares en Israel (Bamidbar, Números 25:8). al hacer expiación por los hijos de Israel y sus jefes, todos ellos están incluidos en él y la referencia a él es a “éstos”. Esta expresión también sugiere que él, en su propia persona, está compensado de la pérdida de los jefes de los Levitas, Nadab y Abihu (Vayikrá, Levítico 10:1-2). Ellos pecaron y fueron quemados, pero sus almas encontraron moradas para ellas en Pinjas. Ellos apartaron el signo del pacto de su lugar, al no dejar descendencia, y él vino y de nuevo se unió a este signo, y por eso le fue dado a él el espíritu y la heredad de ellos. Todo esto ya está sugerido aquí. Efectivamente, a Pinjas se lo menciona aquí porque primero el Santo, previendo que los dos hijos de Aarón dañarían a] Pacto, no quiso juntar a Aarón con Moisés en su misión, pero entonces, al ver que Pinjas restauraría el pacto y repararía el daño causado por ellos, consideró que al fin y al cabo era digno, como está escrito a su respecto: “Estos son los que a Aarón” (Vayikrá Levítico 10:26.   significando “es el mismo (digno) Aarón”. Además está escrito: “Esto  es que Aarón y Moisés”. El número singular “este” sugiere la unidad de los dos, la fusión del “viento” —que equivale a Moisés, el cual simboliza la sefirá Tiféret con “agua”, que equivale a Aarón, es decir, Gracia. De manera similar la expresión en el versículo siguiente: “Esto es que Moisés y Aarón” sugiere la fusión del “agua” con el “viento”. R. Eleazar y R. Abba pasaron una vez una noche en una hostería en Lida. R. Eleazar expuso allí el versículo: “Por eso, conoce este día y considéralo en tu corazón —Levaveja— que YHVH es otro” (Devarím, Deuteronomio 4:39). como sigue. El empleo de la forma levaveja en vez de livjá sugiere un plural, “corazones”. Y lo que Moisés quiso decir fue esto: “Si deseas conocer que YHVH y ELOHIM son uno dentro del otro y ambos son uno, considera tus propios corazones, es decir, tus dos inclinaciones, la buena y h. mala, que están fusionadas entre sí y forman una unidad”. También dijo que los pecadores dañan al mundo superior al producir una separación entre la “Derecha” y la “Izquierda”. En realidad sólo se causan daño a sí mismos, como está escrito, “El —Israel— se ha corrompido a sí mismo (lo) de modo que ya no (lo) son sus hijos; es el defecto de ellos” (Devarím, Deuteronomio 32:5). En este versículo “lo” (él mismo) y “lo” (no) sugiere que ambos son causa y no son causa: son causa, es decir, evita a la descendencia las bendiciones de arriba, como está escrito: “y la ira del Eterno se encendió contra vosotros y El cerró la puerta del cielo para que no hubiera lluvia”  (Devarím, Deuteronomio 11:17).   y no son causa, en cuanto el cielo guarda las bendiciones para él mismo. (Así la separación por el pecador de la buena inclinación de la mala por la consciente tendencia al mal, separa el atributo Divino de la Gracia del atributo del Juicio, la Derecha de la Izquierda). Considerad las tribus: Judá emanaba de la Izquierda y tendía a la Derecha, con el fin de conquistar naciones y para que su mano pudiese estar “en la nuca de sus enemigos” (Bereishis, génesis 49:8). Si no hubiese tendido a la Derecha, no habría quebrantado los ejércitos de ellos. ¿Pero la Izquierda no suscita Juicio? La verdad es que cuando El juzga a los hijos de Israel, E! los aparta de Sí con Su “Mano Izquierda”, pero con los Gentiles ocurre justamente lo contrario, como está escrito: “Tu mano derecha, oh Eterno, se ha hecho gloriosa en poder; tu mano derecha, oh Eterno, ha roto en pedazos al enemigo”? (Shemót, Éxodo 15:6). Por eso, judá, que es de la Izquierda, tiende a la Derecha, y las otras tribus de su compañía también tienden a la Derecha; Yisajar, que se dedicaba al estudio de la Toráh, que viene de la Derecha (Devarím, Deuteronomio 33:2).  “de su mano derecha salía una ley de fuego para ellos” y Zebulún, que apoyaba a Yisajar en sus estudios aprovisionándolo en sus necesidades materiales, también se apegó a la Derecha. Por eso Judá efectuó una doble unión: norte con agua, izquierda con derecha. Rubén, que pecara contra su padre, comenzó con la Derecha, se unió a la Izquierda y se apegó a ella, y por eso todos los que pertenecían a su compañía eran de la Izquierda, por ejemplo, Simón, simbolizado por un buey (Bereishis, génesis 49:6). del cual está dicho: “El rostro de un buey a la izquierda” (Yejezkel, Ezequiel 1:10).  Y Gad, que representa el muslo izquierdo. Aquí el sur se fusionó con el fuego, la derecha con la izquierda. Y este es el significado de las palabras “Por eso, conoce este día...”, para unir la Derecha con la Izquierda y así, “conocer que YHVH es ELOHIM”. R. Abba dijo: muy seguramente así es. “Aarón y Moisés”, equivale a “Moisés y Aarón”. Viento fusionado con agua, agua con viento. R. Abba expuso de manera similar el versículo: “Amarás a YHVH tu El Eterno con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Devarím, Deuteronomio 6:5). Dijo: la santa unificación es ahora intimada, y re hace al hombre un llamado serio para qus declare la unidad del Nombre Santo con un supremo amor, o sea, “con todo tu corazón”, como antes, es decir, con la Derecha y la Izquierda, con las inclinaciones buena y mala “y con toda tu alma”, con el alma de David, colocada entre ellas; “y con toda tu fuerza”, es decir, para unir en la mente los dos nombres -YHVH y ELOHIM- en la esfera trascendente que está más allá de todo entendimiento. Es esta una unificación perfecta a través del verdadero amor de El Eterno. Yaakov, el unificador de lados —atributos— representa simbólicamente este amor. Esta es la significación esotérica del pronombre singular empleado en relación con Moisés y Aarón: los dos atributos que ellos representan están fusionados en uno y no hay entre ellos separación. R. Judá encontró un ejemplo de lo mismo en el Rey David, el cual decía de si mismo: “¡Oh, cómo amo tu Toráh! Ella es mi meditación todo el día” (Tehilím Salmos 109:97).  “A medianoche me levanto para darte gracias por tus juicios correctos” (Tehilím, Salmos 109:22) David guiaba a su pueblo como un pastor, de modo que no ss apartara del camino de la verdad. Durante el día estudiaba la Ley, para perfeccionarse en ella, y de noche cantaba alabanzas al Santo, Bendito Sea, hasta la mañana, que él despertaba,. conforme lo dijo: “Despierta, mi gloria; despierta salmista y arpa; yo despierto la mañana”. Durante el día buscaba administrar justicia para fusionar la Izquierda con la Derecha y durante la noche cantaba alabanzas para hacer que la noche fuese una parte del día. Y observad que en su tiempo el Rey David traía todas esas “creaturas vivientes del campo” (Tehilím, Salmos 104:11). cerca del océano, pero tan pronto como Salomón obtuvo dominio, el océano se levantó en su plenitud y las llenó de agua. ¿Cuáles de ellas fueron las primeras a las que dio de beber? Ya se ha asentado que fueron los coloreados peces superiores, acerca de los cuales está escrito “y llenad las aguas en los mares” (Bereishis, génesis 1:22). R. Eleazar dijo: En el mundo superior emergen trece fuentes —se supone que simbolizan las fuerzas del juicio que salen de la sefirá Maljús— al lado derecho, que hacen salir tres corrientes profundas. Mientras algunas de estas corrientes se elevan, otras caen y sus aguas se entremezclan. Estas trece corrientes, que salen de trece fuentes, se ramifican en mil ríos, que fluyen en todas las direcciones: cuatrocientos noventa y nueve y medio a un lado y cuatrocientos noventa y nueve y medio al otro lado, y los otros dos medios ríos se juntan en uno y se transforman en una Serpiente, cuya cabeza es roja como la rosa y cuyas escamas son sólidas como el hierro y que tiene aletas por las que se propulsa a través de todos los ríos. Cuando levanta su cola golpea contra todos los peces que aparecen en su camino, de modo que ninguno se atreve a estar en su camino. Su boca emite un fuego llameante. Cuando sale para atravesar los ríos todos los peces caen en temblor, se lanzan y se precipitan en el gran océano. Una vez cada setenta años se agacha a un lado y una vez cada setenta años al otro lado; así los mil ríos menos uno se llenan de ella. Así permanece por un tiempo. Pero cuando se mueve sale de ella una franja de fuego en sus escamas, que permanece afuera y se estremece, y las aguas de los ríos se enturbian y asumen un color azul oscuro y surgen olas en todas las direcciones. Entonces levanta su cola y la agita hacia arriba y hacia abajo de modo que todo vuela ante ella. Así ocurre hasta que finalmente se proyecta del norte una llama de fuego y sale una proclama, diciendo: “Levantaos, viejas hembras —es una alusión a Lilit, el demonio de la noche y su séquito—, sed dispersadas a todos los cuatro rincones, porque, he aquí que está despierto el que está por poner grillos en las mandíbulas del monstruo”. Así dice la Escritura: “Y yo pondré ganchos en tus mandíbulas.” (Yejezkel, Ezequiel 29:4). Entonces todos se dispersan y el monstruo es tomado y llevado por sus mandíbulas y puesto en la caverna del gran abismo, de modo que su poder está quebrantado. Después de esto es traído de vuelta a sus ríos. Esta ejecución se repite cada setenta años para evitar que haga daño a las regiones celestiales y sus fundamentos. Por eso todos nosotros damos gracias y ofrendamos alabanza, como está escrito: “Oh venid, inclinémonos y doblemos la rodilla. Arrodillémonos ante el Eterno nuestro Hacedor” (Tehilím, Salmos 95:6). Los dragones superiores habitan en lo alto, es decir, aquellos que fueron bendecidos, según leemos: “Y El Eterno los bendijo” (Bereishís, génesis 1:22).  Estos gobiernan sobre los otros peces, de los cuales está escrito: “Y llenad las aguas en los mares” (Bereishís, génesis 1:22). Acerca de esto está escrito: “¡Cuan múltiples son tus obras, oh Eterno! En sabiduría las hiciste a todas” (Tehilím, Salmos 104:24). Di a Aarón, toma tu vara. ¿Por qué la vara de Aarón y no la de Moisés? Porque la vara de Moisés era más sagrada pues en el Paraíso superior fue grabado en ella el Nombre Santo, y el Santo no deseaba que pudiese ser contaminada por el contacto con las varas de los magos egipcios. Pero había otra razón aún, o sea, que todos esos poderes impuros que vienen de la Izquierda pudiesen ser sometidos por Aarón, cuyo grado es el de la Derecha. R. Jiyá preguntó a R. Yose: dado que el Santo sabía que los magos egipcios eran capaces de convertir sus varas en serpientes. ¿Por qué ordenó E! a Moisés y a Aarón que efectuaran est señal ante Faraón? Para él nada maravilloso había en esto. R. Yose respondió-. El dominio de Faraón se originó de la Serpiente, y por eso su castigo comenzó con la serpiente. Cuando los magos lo vieron se regocijaron porque sabían que ellos podían hacer lo mismo, pero entonces la serpiente de Aarón se volvió de nuevo una vara seca, como está dicho “y la vara de Aarón deglutió sus varas”. Entonces ellos se asombraron, y se dieron cuenta de que había un Poder superior sobre la tierra. De esta manera Aarón en realidad mostró dos señales, una arriba y una abajo; la de arriba al mostrar a Faraón que había una Serpiente más elevada que regía sobre las de ellos, y la otra al hacer que madera sometiera sus serpientes. No penséis que la realización de los magos fue simplemente un hacer creer: sus varas efectivamente “se convirtieron en serpientes”. Está escrito: “Pues, yo estoy contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos” (Yejezkel, Ezequiel 29:4). E de allí que los magos egipcios derivaban su poder de brujería, p:ro la fuente de su sabiduría era el grado más bajo de todos. Observad que su sabiduría consistía en someter los grados más bajos a grados más altos, los jefes de su dominio. Estos a su vez derivan su poder del Dragón debajo del cual ellos están situados, como lo indica la frase: “que está detrás del molino” (Shemót, Éxodo 11:5). R. Jiyá estaba un día sentado junto a la puerta de Usha cuando vio un pájaro volando detrás de R. Eleazar. Le dijo: Parece que aun cuando caminas en las calles todo el mundo quiere seguirte. R. Eleazar giró su cabeza y vio al pájaro; entonces dijo: Ha de tener algún mensaje para mí. El Santo tiene muchos mensajeros, y no solamente creaturas vivientes: “Porque la piedra clamó desde la pared y el tablón la contestó desde el maderamen” (Javacuc, Habacuc 2:11).Por eso, cuan cuidadoso ha de ser el hombre para no pecar ante el Santo, Bendito Sea, en secreto, imaginando que nadie podría atestiguar en contra de él. Las piedras y las vigas de la propia casa de un hombre gritarán contra él. La vara de Aarón era un trozo de madera seca y, sin embargo, el Santo la empleó para Su primera señal en Egipto efectuando por intermedio de ella dos milagros; Ella degluto la serpiente de ellos, y por una vez se volvió ser viviente. Malditos aquellos que dicen que el Santo no alzará a los muertos porque les parece una imposibilidad. Que los necios que están lejos de la Toráh y del Santo piensen un poco. Aarón tenía en su mano una vara hecha de madera seca, el Santo la convirtió en un ser viviente por breve tiempo, con espíritu y cuerpo. ¿Acaso El no puede tarrn bien, en el tiempo en que El alegrará al mundo, convertir en una creación nueva los cuerpos que una vez han tenido espíritus y almas sanas, que guardaron los mandamientos y estudiaron la Ley día y noche y a quienes El ocultó por un tiempo en la tierra? R. Jiyá dijo: Y lo que es más: de las palabras “tus muertos vivirán” (Yeshayahu, Isaías 26:19).  resulta evidente que no sólo habrá una nueva creación, sino que los mismos cuerpos que estarán muertos se levantarán, pues en el cuerpo peimanece intacto un hueso, que no decae en la tierra, y en el Día de la Resurrección el Santo lo ablandará y lo hará como levadura en masa, y se levantará y expandirá a todos los lados y el cuerpo entero y todos sus miembros se formarán de él, y entonces el Santo pondrá en él espíritu. R. Eleazar dijo: Seguramente es así. Y el hueso será ablandado por el rocío, como está dicho: “Tus muertos vivirán... porque tu rocío es el rocío de las plantas” (Yeshayahu, Isaías 26:19). Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus corrientes, sobre sus ríos... para que se conviertan en sangre. R. Judá dijo: ¿Cómo fue posible esto? ¿Puede una vara tenderse sobre toda esta extensión? Más aún, se dice luego “y se cumplieron siete días después de que el Eterno hubo golpeado al río”(Yeshayahu, Isaías 26:25). mencionando solamente el río y omitiendo las otras aguas de Egipto sobre las cuales Aarón había extendido su mano. La explicación es que la referencia aquí es al río Nilo, porque de éste se llenan todos los otros ríos, corrientes, lagos, charros, de modo que Aarór, sólo necesitó golpear ese río y fueron golpeadas todas las otras aguas. La prueba está en que dice “y los egipcios no pudieron beber del agua del río”. R. Abba dijo: Observad que las aguas inferiores divergen y se desparraman a cada lado, pero las aguas superiores se juntan y concentran en un lugar (Yesod), como está dicho: “Que las aguas de debajo del cielo se reúnan juntas en un lugar” (Bereishis, génesis 1:9). Y luego: “Y a la reunión de las aguas El llamó mares”, como ya hemos explicado. El firmamento en el cual se hallan suspendidos el sol, la luna, las estrellas y las plantas es el gran lugar de reunión donde las aguas superiores se juntan y desde donde se irrigaba la tierra o mundo inferior. Por eso desparrama y distribuye esas aguas lejos y a lo ancho, para que todas las cosas puedan por ellas ser irrigadas. Pero cuando pende sobre el mundo el castigo, entonces el mundo inferior no se empapa del superior firmamentó del sol y la luna, sino del “lado izquierdo”, acerca del cual está dicho: “La espada del Eterno está llena de sangre”(Yeshayahu, Isaías 24:6). Desdichados aquellos que deben beber de esta copa. En tales tiempos ei mar se empapa a ambos lados y se divide en dos partes, blanca y íoja, misericordia y justicia. Tal fue, pues, la suerte del Egipto, que fue arrojado al Nilo y el golpe le fue infligido arriba y abajo. Por eso Israel bebió agua y los egipcios bebieron sangre. Observad que cuando el Santo, Bendito Sea, se prepara a infligir castigo a las naciones idólatras, el “lado izquierdo” despierta y cambia la blancura de la luna en sangre; luego los lagos y charcos de abajo se llenan también de sangre. Así el castigo del injusto es efectivamente sangre. Además, cuando sobre un pueblo pende la condena de sangre, es la sangre de asesinato ejecutado por otro pueblo a quien El Eterno trae contra él. Pero contra Egipto, el Santo, Bendito Sea, no optó por levantar otra nación, pues en tal caso también podía sufrir Israel que vivía en medio de los egipcios. Por eso El castigó a los egipcios haciendo que sus corrientes de agua se cambiaran en sangre de modo que no pudieran beber de ellas. Y como el poder supramundano de Egipto estaba centrado en el Nilo, el Santo ejerció primero su voluntad sobre ese principado, de modo que, siendo el Nilo una de sus divinidades, pudiese ser humillado ante todo su poder más elevado. También salió sangre de los ídolos menores, como está escrito: “y habrá sangre por todo el país de Egipto, en recipientes de madera y en recipientes de piedra” (Yeshayahu, Isaías 34:6). R. Jiyá se levantó una noche para estudiar la Torá, hallándose con él R. Yose el menor, que aún era un joven. R. Jiyá comenzó citando: “Sigue tu camino, come tu pan con júbilo y bebe tu vino con corazón alegre. Pues El Eterno acepta ahora tus obras” (Koheles, Eclesiastés 9:7). Dijo: ¿Por qué dijo esto Salomón? En verdad todas las palabras de Salomón las expresó él en sabiduría, y cuando un hombre sigue por el camino del Santo, El lo acerca y le da paz y quietud, de modo que goza su pan y su vino, complaciéndose el Santo con él y con su obra. Entonces dijo el joven: Si esto es todo lo que las palabras significan, ¿dónde está su gran sabiduría? R. Jiyá respondió: Hijo mío, cocina .bien tu comida (“cuando llegues a la madurez”) y comprenderás. Dijo el joven: Aun sin cocinar (“aun antes de que yo madure”) entendí el significado de ellas. R. Jiyá dijo: ¿Cómo es eso? El respondió: una vez oí de mi padre que en este versículo Salomón exhorta al hombre a coronar la Comunidad de Israel con regocijo, que es el “Lado Derecho”, representado por el pan, y luego con vino, que es el “Lado Izquierdo”, para que ella pueda ser firme en la fe, pues el júbilo completo y perfecto está en la unión de “Derecha” e “Izquierda”. Y cuando ella está entre las dos, el mundo se encuentra lleno de bendición, gracia y rectitud y generosidad. Y todo esto se cumple cuando el Santo, Bendito Sea, está satisfecho con las obras de los hombres. Entonces se fue a él R. Jiyá, y lo besó y dijo: Seguramente, mi intención fue decir esto, pero deliberadamente dejé que tú lo dijeras, pensando que eres demasiado joven, y ahora advierto que el Santo desea coronarte con la Toráh. Entonces R. Jiyá comenzó a exponer el versículo: Di a Aarón, toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto. ¿Por qué Aarón y no Moisés?, preguntó. Dijo: porque el Santo, Bendito Sea, ha dicho: Aarón representa el principio del agua, y el lado Izquierdo está deseoso de llevar por sí mismo el agua. Cuadra así que Aarón, el cual emana de dicho lado, pueda conmoverlo para tomar posesión de las aguas, con lo que ellas se convertirán en sangre. Obsérvese que primero fue golpeado el más bajo de los grados. R. Simeón dijo: El Santo, Bendito Sea, comenzó con el grado más bajo, golpeando a cada uno, sucesivamente, con cada dedo de Su mano. Y cuando El alcanzó el más elevado, pasó a través de Egipto, mató a todos los primogénitos del país, pues los primogénitos representaron el grado más alto y selecto de todos. Obsérvese, además, que Faraón era el gobernante de las aguas, como se dice a su respecto: “El gran dragón que yace en medio de sus ríos” (Yejezkel, Ezequiel 29:3). Por esta razón la conversión de su río en sangre fue la primera plaga. Luego siguieron las ranas que con potentes chillidos y graznidos entraron en las entrañas mismas de los egipcios. Salieron del río a la tierra seca, donde produjeron un ruido por todo el lugar hasta que cayeron muertas en el interior de las casas. Hablando esotéricamente, las diez plagas fueron forjadas por la fuerte mano del Todopoderoso, con la mano que superó en poder a los grados de las divinidades egipcias y confundieron sus mentes hasta que ellas quedaron inermes. Obsérvese que todos los grados de ellos, tan pronto como emergieron a lo abierto para efectuar algo que todos pudieran ver, se volvieron impotentes para hacer cualquier cosa. Esto se debió a la potente mano que los oprimía. Y el río pululará con ranas, que saldrán y entrarán en tu casa. R. Simeón citó aquí el versículo: “Una voz se oye en Rama, lamentación y llanto amargo, Raquel llorando por sus hijos porque ellos no estaban” (Yeremiyahu, Jeremías 31:15). La comunidad de Israel se llama “Raquel”, como está dicho, “Como una oveja (rajel) está muda ante sus esquiladores” (Yeshayahu, Isaías 53:7). ¿Por qué muda? Porque cuando otras naciones gobiernan sobre ella la voz parte de ella y ella se vuelve muda(Tehilím, Salmos 121:5).  “Rama” (literalmente, alto) se refiere a la Jerusalém que es arriba. “Raquel llorando por sus hijos” significa que mientras Israel está en exilio, Raquel llora, porque es su Madre. “Ella se rehusó a ser confortada en cuanto a sus hijos porque él (en singular) no está”. Debiera decir “ellos no están”. Ahora bien, ¿por qué se emplea el singular? Porque se refiere al Esposo de Israel (a El Eterno), porque es la “Voz” de Israel, y ha partido de Israel y viven separados. Y no fue una única vez que Raquel lloró por Israel, sino que siempre que está en exilio ella llora por los hijos de Israel. Por eso, el Santo dio a los egipcios otra clase de “voz”, en el croar de las ranas, que hicieron ruido en sus interiores. Ellas vendrán dentro de tu casa y tu cámara de dormir y tu cama. Aquí la cama se menciona solamente en relación con Faraón, y no en relación con sus servidores y su pueblo. La razón es ésta. Respecto de Sara está escrito: “Los príncipes de Faraón la vieron y la elogiaron ante Faraón, y la mujer fue llevada a la casa de Faraón” (Bereishis, génesis 12:15). La triple repetición de “Faraón” en este versículo corresponde a los tres faraones, uno en el tiempo de Sara, uno en el tiempo de José y uno á quien Moisés castigó con su vara. El primer Faraón, al ver que Sara era una mujer hermosa, ordenó a sus artistas que hicieran una semejanza de ella. Ellos pintaron su cuadro on una de las paredes de su cámara de dormir, pero él no estuvo satisfecho hasta que hicieron un cuadro de ella en madera, que él tomó consigo a su cama. Cada sucesivo Faraón acostumbraba deleitar sus ojos de manera similar con ese cuadro. Por esta razón Faraón fue castigado más severamente que sus súbditos. Las ranas hasta entraron en su cama. R. Abba dijo: Los hijos de Israel alaban al Eterno día y noche, y en respuesta el Santo, Bendito Sea, los recordó en Egipto y trajo contra Faraón creaturas que no quedaron calladas ni de día ni de noche, o sea, las ranas cuyos sonidos nunca cesaban, en castigo porque había hecho pesada la carga de su pueblo santo, que ni de día ni de noche dejaba de cantar alabanzas al Santo, Bendito Sea. A causa del ruido de las ranas nadie en Egipto podía conversar con su vecino. Por ellas, el suelo mismo se contaminó, y criaturitas y niños morían de su croar. Cabe preguntar: ¿Los egipcios no eran capaces de matarlas? La explicación es que por cada una que un egipcio intentaba matar con un palo o una piedra, salían seis de su barriga, corriendo de un lado a otro, de modo que la gente se abstenía de tocarlas. Obsérvese que de las muchas corrientes y ríos que salen del Mar Superior y, que en sus cursos se dividen y vuelven a dividirse en muchos otros ríos y corrientes, la parte que cayó al lado del Egipto fue de agua que pululaba con tales creaturas. Pues todas las aguas que salen de ese mar llevan varias clases de peces, es decir, mensajeros enviados al mundo para llevar a cabo la voluntad de su Amo a través del espíritu de la Sabiduría. Acerca de esto, un texto tradicional nos dice que hay aguas que sostienen a hombres sabios y otras aguas que engendran hombres necios, de acuerdo a los diversos ríos que se ramifican a todos lados. Y bien, los ríos egipcios engendran maestros de hechicerías de varias clases, y de diez grados, como las enumera el versículo, “uno que empleaba la adivinación, un adivino, o un encantador, o uno que consultaba a un espectro o a un espíritu familiar, o un nigromante” (Devarím, Deuteronomio 18:10-11). Aquí tenemos diez especies de hechicería. Y en ese tiempo el Santo, Bendito Sea, extendió Su dedo y turbó los arroyos y ríos de Egipto de modo que sus peces de sabiduría fueron confundidos: algunas aguas se volvieron sangre, otras arrojaban pequeños peces de ninguna monta y sobre los cuales nunca se posaba el espíritu de hechicería. Entonces vino sobre ellos la plaga llamada arov (mezcla de varias bestias) que alegóricamente indica que el Todopoderoso confundió sus artes mágicas de manera que sus prácticas no eran capaces de juntarlas, de remendarlas. Más aún, esa confusión produjo una mezcla de una especie perversa e híbrida similar a aquellas a que se refieren las palabras de la Escritura: “No sembrarás tu campo con dos especies de simiente; ni te pondrás un vestido de dos especies de material mezcladas juntas” (Vayikrá, Levítico 19:19). Muchas fueron entonces las legiones que se agitaron arriba, pero el Santo, Bendito Sea, las confundió a todas. Estos fuertes actos que realizó el Todopoderoso se cumplieron con levantar una de sus manos contra el Egipto, arriba y abajo, fue entonces que la sabiduría del Egipto pereció, como la Escritura dice: “Y la sabiduría de sus sabios perecerá, y el entendimiento de sus hombres prudentes será ocultado” (Yeshayahu, Isaías 29:14). Observad, además, el pronunciamiento: “Y yo confundiré al Egipto con el Egipto” (Yeshayahu, Isaías 19:2).  es decir, el Egipto celestial con el Egipto terrenal. Porque las legiones celestiales están a cargo de las terrenales, y unas y otras fueron juntas puestas en desorden. Fueron confundidas en lo alto de modo que los egipcios no pudieran derivar inspiración de las fuentes celestiales como antes. Fue con este objetó que el Todopoderoso trajo sobre ellos el arov, o mezcla y confusión, manifestada en una mezclada horda de bestias que los asaltó. Y lo mismo la plaga de gusanos, engendrados del polvo de la tierra. Observad que todo lo que es engendrado sobre la tierra crece por él estímulo de un Capitán que lo tiene a su cargo y que todo sobre la tierra es modelado según una pauta celestial. Hay en lo alto siete firmamentos, y hay siete zonas de tierra. Correspondientemente, en el mundo inferior hay firmamentos de siete grados y siete zonas de tierra. Estas, como lo han expuesto los Compañeros, están dispuestas como los escalones de una escalera, elevándose una encima de otra, y cada zona tiene diez divisiones, de modo que hay setenta en total. Cada una de éstas está presidida por un Capitán, y los setenta Capitanes tienen a su cargo las setenta naciones de la tierra. A su vez, estas setenta divisiones terrestres limitan y rodean a Tierra Santa, como dice la Escritura: “Pues, es el lecho de Salomón” (Shir hashirím, Cantar de cantares 3:1-2.) hay en torno sesenta hombres fuertes, de los fuertes hombres de Israel” y hay, además de los sesenta mencionados, diez ocultos entre ellos. Todas estas rodean a Tierra Santa. Esto se refiere al mundo superior, y lo mismo se halla reproducido en el mundo inferior. Y bien, en ese tiempo el Santo, Bendito Sea, extendió Su dedo sobre la zona que fue otorgada a los egipcios, y una llama de fuego pasó por todo el trecho y secó todo el suelo aluvial, con el resultado de que el polvo de la tierra generó gusanos. Fue Aarón quien golpeó el polvo, para mostrar que la mano derecha del Santo, Bendito Sea, quiebra a Sus enemigos, como leemos: “Tu diestra, Oh Eterno, quiebra en pedazos al enemigo” (Shemót, Éxodo 15:6). El mismo castigo está destinado a aplicarse por el Santo, Bendito Sea, a Roma, la gran Metrópoli, como está escrito: “y sus corrientes serán dirigidas a la pendiente, y su polvo se convertirá en azufre” (Yeshayahu, Isaías 34:9). Así “todo el polvo de la tierra se convirtió en gusanos por todo el país de Egipto”. R. Judá y R. Jiyá estaban una vez caminando juntos. R. Jiyá dijo: Cuando marchan juntos miembros de la Compañía, ellos deben ser de un mismo corazón y una misma mente. Si por casualidad aparecen entre ellos pecadores o personas que no tienen .lugar en el Palacio del Rey, o bien que se encuentren en su compañía, deben separarse de ellos. Han de tomar el ejemplo de Cakb, del cual está escrito: “Pero mi servidor Caleb, porque tuvo otro espíritu con él y me había seguido plenamente” (Bamidbar, Números 14:24).   “Otro espíritu” significa que Caleb se separó de los otros espías y fue solo a Hebrón a fin de prosternarse en la cueva de Majpela ante las tumbas de los patriarcas; y Hebrón le fue otorgada como su heredad, según está escrito: “A él le daré la tierra que él ha  pisado” (Devarím, Deuteronomio 1:36).¿Y por qué le fue dada Hebrón. Hay para ello una razón esotérica, la misma que está en el fondo de la conexión de David con Hebrón, Pues encontramos que cuando Saúl murió y David interrogó al Eterno: “¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá?”, la respuesta fue que subiría a Hebrón (Shmuel 2,2° Samuel 2:1). Y bien, si Saúl había muerto y David ya era el rey con derecho, ¿por qué no proclamó él de una vez su gobierno sobre el país entero? ¿Por qué fue necesario ir a Hebrón y ser allí ungido como rey sobre Judá solamente por siete años y no fue declarado monarca sobre todo Israel hasta después de la muerte de Isch-Boschet? En verdad, el Santo, Bendito Sea Su Nombre, tuvo en esto un propósito profundo. El reino santo no había de establecerse plenamente sin ligarse primero a los patr arcas en Hebrón. Cuando tuvo lugar este contacto el reino se erigió firmemente con apoyo del mundo de arriba, cuyo símbolo, en el caso de David, fue “siete años”, siendo siete el número de la perfección, porque contiene todo. Así, cuando se dice del Templo, “Y él lo construyó en siete años”, se sugiere la misma perfección. Y bien, David deseaba construir el reino perfecto aquí abajo como una contraparte del Reino arriba; pero antes de que pudiese realizar su deseo hubo de adquirir poder para la tarea mediante su vinculación con los patriarcas por “siete” años. Así solamente fue capacitado para establecer su reino en perfección, en la manera del Reino de la luz superior: un reino que nunca sería sacudido. Y, guiado por una inspiración similar, Caleb también fue a Hebrón. R. Yose y R. Ezequías estaban un día caminando de Capadocia a Lida y con ellos iba un judío que conducía un asno pesadamente cargado. En su camino llegaron a un campo donde notaron un número de animales muertos y moribundos. Dijeron: Sin duda, una plaga de ganado se ha producido en este lugar. El de Judea hizo la observación siguiente: la matanza de los rebaños y las majadas en Egipto fue de tres clases. Una era por morriña, una por granizo y una tercera se limitó a los primogénitos. Respecto de la primera, está escrito: “Pues la mano del Eterno está sobre el ganado que se encuentra en el campo”. Mientras que antes está escrito, “Es el dedo de El Eterno” (Shemót, Éxodo 8:15). aquí se habla de “la mano del Eterno”, es decir, con todos sus cinco dedos, por la razón de que habían sido golpeadas cinco especies de ganado, como se enumera en el pasaje “sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las majadas y sobre los rebaños”. Fueron golpeados cada uno por uno de los cinco dedos, y juntos por la mano del Eterno. He ahí que leemos, “una muy afligida morriña”, que significa que el ganado moría dé sí mismo, de pronto, y sin ninguna causa visible. Después, como los egipcios no se arrepintieron, la DeBeR (morriña) giró literalmente sobre sus letras y se convirtió en BaRaD (granizo), que mató a todos los sobrevivientes. La diferencia entre las dos fue que la primera mató suavemente y la segunda, con violencia y con furia. Pero ambas golpearon a las mismas especies y por medio de los cinco dedos. R. Yose y R. Jiyá estaban caminando juntos. R. Yose le dijo a R. Jiyá: ¿Por qué estás silencioso? Sin conversación sobre asuntos santos la caminata no es provechosa. R. Jiyá estalló en lágrimas y dijo: Está escrito: “Sarai era estéril, ella no tuvo hijo” (Bereishís, génesis 11:30).    . ¡Desgracia, desgracia! Desgracia por el tiempo en que Hagar concibió a Ismael! R. Yose dijo: ¿Por qué? ¿Sara no concibió después y no tuvo un hijo de la santa estirpe? R. Jiyá contestó: Tú ves y yo veo, pero uno puede ver más que otro. Yo he oído algo de boca de R. Simeón, algo que me hace llorar. ¿Qué es? Te diré. Sara anhelaba tener un hijo propio, y le dijo a Abraham: “Te ruego, entra en mi servidora” (Bereishis, génesis 16:2).  y Hagar tuvo un hijo de Abraham, y Abraham rogó a El Eterno: “¡Oh, que Ismael pueda vivir ante ti!” Y bien, aunque él Santo, Bendito Sea, prometió a Abraham que engendraría a Yitzjak, Abraham estaba a tal punto apegado a Ismael, que el Santo hubo de prometerle: “En cuanto a Ismael, Yo te he oído: Pues he aquí que lo he bendecido... y Yo haré de él una gran nación” (Bereishis, génesis 16:20). Por su circuncisión Ismael entró en el pacto santo antes de que Yitzjak hubiera nacido. Y bien, por cuatrocientos años el representante supra-mundano de Ismael permaneció ante el Santo, Bendito Sea, y le suplicó de esta manera: “¿El que es circunciso tiene una parte en Tu Nombre?” “Sí”. “¿Y entonces qué hay de Ismael? ¿No es él, circunciso? ¿Por qué, entonces, no tiene parte en Tu Nombre, como Yitzjak?” El Santo contestó: “Yitzjak fue circuncidado de acuerdo a la regla, pero Ismael no. Más aún, los israelitas adhieren a mí desde el octavo día de su nacimiento, y los ismaelitas por largo tiempo están lejos de mí”. El dijo: “¡Sin embargo, como Ismael fue circuncidado, merece tener una retribución”. ¡Desdicha, desdicha, que Ismael haya nacido en el mundo y fuera circuncidado! ¿Qué hizo el Santo? El expulsó a los hijos de Ismael de la comunión celestial y les dio, en cambio, una parte aquí abajo en el País Santo, debido a su circuncisión. Y están destinados a gobernar sobre el país un tiempo largo, el tiempo en que esté vacío, exactamente como su forma de circuncisión es vacía e imperfecta. Y ellos evitarán que Israel retorne a su propio país hasta que se hubieran agotado los méritos de los hijos de Ismael. Y los hijos de Ismael librarán fuertes batallas en el mundo, y contra ellos se juntarán los hijos de Edom y harán guerra contra ellos, algunos en tierra y otros en el mar y algunos cerca de Jerusalem, y el uno prevalecerá sobre el otro, pero el País Santo no será entregado a los hijos de Edom. Entonces se levantará una nación de los confines más lejanos de la tierra contra la malvada Roma y luchará contra ella durante tres meses, y muchas naciones se juntarán allí y caerán en las manos de ese pueblo, hasta que todos los hijos de Edom se juntarán contra él desde todos los confines de la tierra. Entonces el Santo se levantará contra él, como está dicho: “Una matanza del Eterno en Bazra y una gran matanza en el país de Edom” (Yeshayahu, Isaías 34:6). El “se apoderará de los confines de la tierra para que los malvados puedan ser sacudidos fuera de ella” (Yov, Job 38:13).  El eliminará a los hijos de Ismael del País Santo y aplastará todos los poderes y principados de las naciones en el mundo supramundano y sólo quedará un único poder arriba para regir sobre Las naciones del mundo, o sea, el poder que representa a Israel, como está escrito: “El Eterno es tu sombra a tu mano derecha” (Tehilím, Salmos 121:5).   Porque el Santo Nombre está a la Derecha y la Torá está a la Derecha y por eso todo depende de la Derecha, e igualmente la salvación futura está a la Derecha, como está dicho: “Salva con tu mano derecha” (Tehilím, Salmos 60:7). Respecto de ese tiempo está escrito: “entonces dirigiré a los pueblos un lenguaje puro para que todos ellos puedan llamar el nombre del Eterno para servirle con un acuerdo único” (Jaguai, ageo 3:9).y en ese día “el Eterno será uno y su nombre será Uno(Zajariyahu, Zacarías 14:9).

 

 Sea el

Eterno por siempre jamás. Amén y Amén.

 

 



BO 
 

 

Y el Eterno dijo a Moisés: Anda a Faraón, porque Yo he endurecido su corazón. R. Judá comenzó aquí con el versículo: Bienaventurado es el pueblo que conoce el sonido regocijante; Oh Eterno, ellos andarán en la luz de tu rostro (Tehilím, Salmos 89:16). Exclamó: Cuan importante es para el hombre el andar por los caminos del Santo, Bendito Sea, y guardar los mandamientos de la Torá, para que pueda ser digno del mundo por venir y triunfar sobre las acusaciones, tanto en la tierra como en el cielo. Porque así como hay acusadores del hombre aquí abajo, así hay también acusadores arriba.. Pero aquellos que guardan los mandamientos de la Torá y andan en justicia, en temor de su Eterno, nunca carecerán de intercesores en el cielo, pues, acaso no está escrito: “Si hay con él un ángel intercesor, uno entre mil... entonces es gracioso con él y dice: líbralo de bajar al foso: yo he encontrado un rescate” (Yov, Job 33:23-24). R. Jiyá le dijo: ¿Por qué ha de necesitar el hombre un ángel para que interceda por él? ¿No está escrito: “El Eterno será tu confianza y guardará tu pie de ser tomado” (Mishlei, Proverbios 3:26).  “el Eterno te guardará de todo mal” (Tehilím, Salmos 121:7). bis. Pues efectivamente, el Santo Mismo ve todo lo que el hombre hace, ya sea bueno o malo, como está escrito: “¿Puede un hombre ocultarse en lugares secretos que yo no lo vea” (Yeremiyahu, Jeremías 23:24). R. Judá respondió: ¡Efectivamente, hablas verdad! Pero también está escrito que Satán dijo: “Pero tiende tu mano y toca su hueso y su carne”, y que el Santo Mismo dijo a Satán: “Y tú me persuades contra él” (Yov, Job 2:3-4). lo que prueba que se dio a los poderes del “otro lado” permiso para que; pudiesen levantarse contra el hombre por causa de los actos que efectuó en este mundo. Y en todo esto los caminos del Santo están ocultos, y excede a mi capacidad el seguirlos, porque estos son los estatutos del Santo, que los hombres no deben examinar demasiado estrechamente, salvo aquellos hombres que andan por el camino de la sabiduría y así son en verdad dignos de penetrar en las sendas veladas de la Toráh y de este modo comprender las verdades ocultas en ellas. R. Eleazar discurrió entonces sobre el versículo: Y hubo un día cuando los hijos de El Eterno vinieron a estar ante el Eterno y entre ellos vino también Satán, (Yov, Job 1:6). Este “día” —dijo— era Día de Año Nuevo, en el cual el Santo juzga al mundo. “Los hijos de El Eterno” son los seres superiores designados para vigilar las acciones de la humanidad. La expresión “hallarse ante el Eterno” es paralela al versículo “Todos los ejércitos del cielo de pie junto a él, a su mano derecha y a su izquierda” (Melajím 1, 1° Reyes 22:19). Pero en este versículo tiene un significado más especial: poner de manifiesto el amor del Santo a Israel. Porque los mensajeros que están designados para vigilar las obras de los hombres merodean de acá para allá por el mundo, reuniendo los actos de todas las creaturas de modo que en el Día de Año Nuevo, el día del Juicio, puedan encontrarse ante el Eterno con su carga de acusaciones. Y de todos los pueblos de la tierra, sólo hay uno, Israel, cuyas obras ellos examinan cuidadosamente y en detalle, porque los israelitas son los hijos del Santo en un sentido particular y cuando sus obras no concuerdan con el propósito Divino, ellos efectivamente debilitan el poder del Santo, pero cuando ellos hacen Su voluntad, acrecientan Su fuerza y Su poder: “Dad fuerza al Eterno” (Tehilím, Salmos 68:35).  Así, “los hijos de El Eterno”, los mensajeros superiores, cuando “permanecen” con sus acusaciones contra Israel, también están “contra (al) El Eterno”. “Y Satán también vino entre ellos”. “También” significa que él vino con el definido propósito de desplegar su superior poder como el mayor de todos los acusadores celestiales y dificultar para Israel el obtener perdón. Cuando el Santo vio que todos ellos vinieron de este modo para acusar, “El dijo a Satán: ¿De dónde vienes? Y Satán respondió: de ir de un lado a otro en el país”. Y bien, sabemos que el control de todos los países está confiado a los Capitanes superiores, salvo solamente el País de Israel. De ahí que cuando Satán dijo “El país”, El Eterno supo que su intención era acusar a Israel, y por eso le preguntó inmediatamente: “¿Has considerado a mi servidor Job, que no hay nadie como él en la tierra?”, con el fin de distraerlo hacia otro asunto y hacer que dejara Israel a El solo, como un pastor que arroja un cordero a un lobo para salvar el resto del rebaño. Entonces Satán dejó a Israel y dirigió su atención a Job, diciendo: “¿Job teme a El Eterno por nada?”, como si hubiera dicho: “Nada hay de extraño en que el servidor tema al Amo que le da todo lo que su corazón desea. Aparta de él tu cuidado providencial y ve luego lo que valdrán su temor y reverencia”. Observad esto. Cuando en la hora de necesidad algo es arrojado, como un soborno, al “otro lado” —como el cordero arrojado al lobo— el representante del “otro lado” cesa pronto de atacar a su víctima original. Esta es la razón para la ofrenda de un cabrío a la Luna Nueva y en el Día de la Expiación. Pues Satán se ocupa con estos y deja a Israel en paz. Ahora ha llegado el tiempo para el “otro lado” para tener lo que le es debido de toda la simiente de Abraham. Porque Satán tenía un cargo contra Abraham por haber traído como sacrificio un animal en vez de a Yitzjak, lo que es una transacción ilegal, pues está dicho: “El no lo alterará (un animal destinado a sacrificio) ni lo cambiará” (Vayikrá, Levítico 27:10). Por eso, su reclamo fue plenamente razonable. Así, desde el tiempo en que Yitzjak fue salvado y un animal lo reemplazó como sacrificio, el Santo, Bendito Sea, designó para Satán otra rama de la familia de Abraham para que pudiese acusarla, o sea, los descendientes paganos de su hermano Nahor, la familia de Uz, y Job era del país de Uz. Y bien, Job fue uno de los más cercanos consejeros de Faraón y cuando este último elaboró la intención de exterminar a los hijos de Israel, Job le advirtió: “No los mates, pero toma sus posesiones de ellos y somete sus cuerpos a trabajo severo”. Entonces el Santo dijo: “Mientras tú vivas, serás juzgado según tus propios juicios”. Por eso, cuando Satán dijo: “Pero extiende tu mano ahora y toca todo lo que él tiene y toca su hueso y su carne”, el Eterno puso en su poder todas las posesiones de Job y su carne, comprometiéndolo solamente a “salvar su alma”, es decir, su vida. Es verdad que el texto dice “Y tú me incitaste contra él para destruirlo sin causa” (Yov, Job 2:3). lo que pareciera mostrar que los sufrimientos de Job fueron inmerecidos. Pero podemos traducir no “contra él” (bo), sino “en él”, es decir, en su opinión, siendo esto solamente idea de Job, y no el hecho real. Aquí intervino R. Abba, diciendo: todo esto es correcto hasta un punto, pero se nos ha enseñado que Satán, el “viejo pero necio rey” (Koheles, Eclesiastés 4:13). tiene el derecho de acusar solamente a individuos, no a la humanidad como un todo. Pues el juicio del mundo lo ejecuta el Santo, como está dicho, respecto de los que construyeron la Torre de Babel: “Y el Eterno bajó para ver” (Bereishís, génesis 11:5). También en relación con Sodoma y Gomorra: “Yo bajaré ahora y veré” (Bereishís, génesis 18:21). pues el Santo no estaría satisfecho con condenar el mundo a  perdición meramente por la fuerza de la palabra de Satán, que es el gran acusador y cuyo único deseo es destruir el mundo. Pero la verdad es que en el Día de Año Nuevo se encuentran de pie dos “lados” ante el Santo, Bendito Sea, para la recepción de la humanidad. Los hombres de quienes se pueden registrar buenas acciones y arrepentimiento tienen el privilegio de ser inscriptos en el rollo del lado que es vida y produce vida y quien esté en su lado es inscripto para vida. Y aquellos cuyas obras son malas son asignados al otro lado, que es muerte. Pero a veces acontece que el mundo es exactamente equilibrado entre los dos. Entonces si hay una persona justa para mover la balanza, el mundo es salvado. Pero si hay un malvado, el mundo todo es condenado a muerte. Y justamente1 en tal condición eran los asuntos de los hombres en el tiempo de Job, cuando el Acusador “estuvo ante el Eterno”, deseoso de denunciar al mundo. Inmediatamente el Santo le preguntó: “¿Has considerado a mi servidor Job?” Y tan pronto como Satán oyó este nombre, concentró en él toda su atención. Por esta razón se nos enseña que es malo que uno se aislé y se separe del cuerpo de la comunidad, pues entonces uno puede ser singularizado y acusado en el reino superior. Por eso la mujer Shunamita dijo “Yo resido entre mi pueblo” (Melajim, 2, 2° Reyes 4:13). queriendo significar que no tenía deseo de separarse de la mayoría, habiendo morado hasta entonces entre el pueblo y siendo conocida arriba como una con el pueblo. En cambio, Job era conocido aparte de su pueblo: fue destacado, y ésta fue la oportunidad de Satán. Dijo: “¿Job teme a El Eterno por nada? ¿No has hecho una valla alrededor de él y alrededor de su casa? (Yov, Job I,1:9-10). Que significa: “retira todas las buenas cosas con que lo has dotado, y él te va a maldecir en tu cara: te abandonará y se ligará al otro lado. Ahora él come tu pan; retíralo y pronto veremos de qué sustancia está hecho y a quién se plegará!” A lo cual “el Eterno dijo a Satán, He aquí que todo lo que él tiene está en tu mano” (Yov, Job 2:12).Así se le dio a Satán permiso de perseguir a Job y mostrar que sus motivos no eran realmente puros. Pues tan pronto como se lo sometió a prueba abandonó el camino recto y no permaneció firme: “El no pecó con sus labios” (Yov, Job 2:10). pero pecó en su mente, y después también con su lenguaje. Pero no fue tan lejos como para ligarse al “otro lado”, como Satán predijo. Sus pruebas duraron doce meses, porque éste es el tiempo concedido al “otro lado”, pues, según la tradición, los pecadores son juzgados en el guehinóm durante doce meses. Y como Job no se apegó al “otro lado”, “el Eterno bendijo el postrer estado de Job más que al primero” (Yov, Job 42:12). R. Simeón dijo: El Santo, Bendito Sea, no tentó a Job de la misma manera en que tentó a otros hombres justos. No se dice a su respecto, como se dice acerca de Abraham (Bereishís, génesis 22:1). que El Eterno lo tentó. Abraham condujo con sus propias manos su único hijo para ser sacrificado al Santo, pero Job nada le dio a El. En realidad no se le ordenó que hiciera nada de esa clase, como que El Eterno sabía que no estaría a la altura de la prueba. Meramente se lo libró al Acusador, y el Santo espoleó a Satán, por medio del atributo de la Justicia, para ponerlo a prueba, como está dicho: “¿Has considerado a mi servidor Job?” R. Simeón dijo: respecto de Caín está escrito que é] trajo un sacrificio “en los días postreros” (Bereishís, génesis 4:8).  y hemos asentado que esta expresión indica el “otro lado”. Y de Abel está dicho que “él también trajo de los primerizos de su rebaño y de sus gordos” (Bereishís, génesis 4:4). La expresión “él también” sugiere que, a diferencia de Caín, él trajo su ofrenda primordialmente al Santo y sólo reservó “los gordos” para el “otro lado”, mientras que Caín ofrendó primordialmente al “otro lado” y sólo dio una parte al Santo, y por eso su sacrificio no fue aceptado. Leemos respecto de Job que “sus hijos fueron y celebraron ... y enviaron y llamaron por sus tres hermanas para comer y beber con ellos” (Yov, Job 1:4). Mientras ellos así festejaron y se pusieron alegres, el Acusador estuvo diariamente presente en medio de ellos, pero no pudo prevalecer contra ellos, como está escrito: “¿No has hecho una valla en torno de él y en torno de su casa?” Y cuando Job hizo sacrificios, no dio a Satán parte alguna, pues está dicho: “El ofrendó ofrendas de holocausto de acuerdo al número de todos ellos (Yov, Job 1:5).  siendo ésta una ofrenda que asciende enteramente a lo alto de modo que nada dio al “otro lado”. Si lo hubiera hecho, el Acusador no habría sido capaz de prevalecer contra él. De ahí que al fin, él tomó solamente lo que le era debido. En cuanto a la pregunta que cabe plantear de por qué El Eterno permitió que Job sufriera tanto, la respuesta podría ser que si hubiera dado a Satán su debido, el “lado no santo” se habría separado del santo y permitido que este último ascendiera, sin ser turbado, a las esferas más altas. Pero como no obró así, el Santo hizo que se ejecutara sobre él la justicia. Observad esto. Como Yaakov mantuvo el mal separado del bien y no los fusionaba, fue juzgado de la manera correspondiente: primero experimentó el bien, luego experimentó lo que es malo y luego de nuevo el bien. Pues el hombre ha de conocer a ambos, el bien y el mal, y convertir el mal en bien. Este es un principio profundo de la fe. R. Simeón continuó: Ahora cuadra revelar misterios relacionados con lo que es arriba y lo que es abajo. ¿Por qué está escrito aquí “ven (bo) a Faraón”? ¿No debía decir más bien “anda” (lej)? Es para indicar que el Santo, Bendito Sea, guió a Moisés a través de un laberinto derechamente a la morada de cierto poderoso dragón superior —es decir, al representante celestial del Egipto— del cual emanan muchos dragones menores. Moisés estaba aterrado de acercársele, porque sus raíces están en regiones superiores, y él solamente se acercaba a sus corrientes subsidiarias. Cuando el Santa vio que Moisés temía al dragón y que ninguno de los mensajeros superiores era capaz de superarlo, El proclamó: “Pues, yo estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, el gran dragón (tanin) que yace en medio de sus ríos, que ha dicho: mi río es mi propiedad, y yo lo hice para mí” (Yejezkel, Ezequiel 29:3). Cierto es que en verdad el Eterno hubo de librar guerra contra este dragón, el Eterno mismo, y no un ser menor. Este os el misterio del “gran Dragón” para aquellos que tienen familiaridad con la ciencia esotérica. R. Simeón dijo además: Está escrito: “Y El Eterno creó los grandes dragones y toda creatura viviente que se mueve, que las aguas produjeron abundantemente, según su especie” (Bereishís, génesis 1:21).  Dijo: Ya hemos comentado este versículo, pero las palabras “El creó los grandes dragones” contienen un misterio aún más especial y particular: ellas se refieren al Leviatán y su pareja, que la última fue matada, y es preservada por el Santo para recreo de las justos en los días del moshiaj. El gran dragón descansa entre nueve ríos, cuyas aguas son turbulentas. Y hay un décimo río cuyas aguas son calmas y en cuya profundidad descienden las bendiciones de las aguas del Paraíso tres veces al año. El dragón entra en este río y hace allí su morada. Y de allí sale y nada hacia el mar, bajando, y devora peces de todas las especies, y luego vuelve de nuevo al río. Los nueve ríos rápidos están bordeados de árboles y tienen flores a sus orillas. El río padre salía del Lado Izquierdo y de él caían tres gotas en cierto canal, y cada una de las tres se dividía de nuevo en tres; y cada gota se tornaba un río. Estos son los nueve ríos que corren por todos los firmamentos. Y de la humedad final que quedaba cuando todas las gotas salieron, se formaba otra gota, que salía suavemente, y de esta gota se formaba ese décimo río que corre en calma. En este río también corre una gota de las bendiciones derramadas del lado de la Derecha por la “corriente que fluye perpetuamente”, y es mayor que todo el resto. Cuando los cuatro ríos que fluyen del Jardín de Edén se dividen, uno llamado Pisón fluye hacia adentro y se fusiona con el décimo río calmo del cual hemos hablado. Del río calmo, así aumentado, se alimentan y se llenan todos los otros ríos. En cada uno de ellos reside un dragón, de modo que el número de los dragones es nueve. Y cada uno de estos nueve tiene un orificio en su cabeza, y también el gran dragón, porque cada uno de ellos emite aliento, respiración, hacia arriba y no hacia abajo. Está escrito: “En el comienzo El Eterno creó...” y también “Y El Eterno creó los grandes dragones”. Esto indica que todos los diez actos de la Creación tuvieron su contraparte en estos diez líos, en cada uno de los cuales uno de los dragones respira pesadamente. Y bien, ese gran dragón, cuando levanta sus aletas, eleva las aguas en torno suyo, y toda la tierra se sacude y todos los dragones menores, y esto tiene lugar cada setenta años. R. Simeón dijo: Verdaderamente, aunque los miembros de la Cofradía son estudiosos de la historia de la Creación y tienen conocimiento de sus maravillas y percepción de las sendas del Santo, Bendito Sea, aun entre ellos hay pocos que saben cómo interpretarla en relación con el misterio del gran dragón. Porque el Eterno pasará por... R. Yose comentó la expresión “El Eterno verá la sangre... y pasará por alto”. Dijo: ¿El Eterno necesita acaso una señal? ¿No le están revelados a El todos los secretos? La explicación, sin embargo, es que sólo cuando un pensamiento, ya sea bueno o malo, es traducido en acción, él trae su resultado desde arriba, ya para recompensa o para castigo, salvo solamente la intención de idolatría, de la cual está dicho: “Prestad cuidado de vosotros mismos para que vuestro corazón no sea engañado” (Devarím, Deuteronomio 11:16) En cuanto a la significación del hisopo, R. Yose explicó que todas las calles y lugares de mercado de los egipcios estaban llenos ele ídolos y todas sus casas estaban llenas de implementos de magia para ligarlos con “coronas” inferiores. Y por eso fue necesario purificar las puertas con el hisopo, a fin de que estos poderes pudieran ser exorcizados. Y esto se hizo en tres lugares: en el dintel y en los dos pilares laterales. Por eso el Eterno pasará por alto la puerta y no permitirá que el Destructor entre en vuestras casas, porque él verá el diseño de Su Santo Nombre sobre la puerta. R. Judá dijo: Pero si es así, ¿por qué se requería solamente la sangre, dado que, como se nos enseñó, los atributos divinos están simbolizados con tres colores, blanco, rojo y un color que está entre los dos y los combina a ambos? R. Yose respondió: La sangre era de dos especies, la de la circuncisión y la del cordero pascual, simbolizando la primera la misericordia y la segunda la justicia. No es así, intervino R. Judá. Es como se nos ha enseñado, que el Santo hizo a la sangre un símbolo de misericordia, como si hubiera en ella blanco, y por eso se dice: “Y cuando yo pasé junto a ti y te vi ensuciada en tu propia sangre, te dije: vive en tu sangre” (Yejezkel, Ezequiel 16:6). Con este fin la puerta fue embadurnada con sangre en tres lugares, o sea, en los dos lados y en el medio. R. Ezequías sostuvo, sin embargo, que aparecieron en las puertas dos especies de sangre para representar las dos “coronas” que se manifestaban en ese momento en las regiones de arriba. R. Yose sostuvo que era una corona consistente de dos lados combinados, o sea, misericordia y justicia. R. Abba dijo: ¡De cuántas maneras el Santo muestra Su benignidad a Su pueblo! Un hombre construye una casa; el Santo le dice: “Escribe Mi Nombre y ponlo sobre tu puerta (mezuzá), y tu permanecerás dentro de tu casa y yo afuera de tu puerta para protegerte!” Y aquí, en relación con el Pésaj, El dice: “Inscribid en vuestras puertas el signo del misterio de Mi Fe y Yo os protegeré desde afuera?” Ellos inscribieron la semejanza del Santo Nombre en la forma de la letra He. Como el Nombre Santo giró entonces de la Misericordia al Juicio, apareció el castigo a la vista de El Eterno en ese tiempo. Todo se volvió rojo, como un símbolo de venganza en el enemigo de Israel. Hablando esotéricamente, cuadra mostrar abajo el color correspondiente al estado de arriba, ya sea misericordia o justicia. Y como fue entonces así ha de ser en el futuro, según está dicho: “¿Quién es éste que viene desde Edom (Roma), con vestiduras de Bozra teñidas?” (Yeshayahu, Isaías 18:1). Pues él se vestirá enteramente en juicio para vengar a Su pueblo. Y ninguno de vosotros saldrá a la puerta... La razón se encuentra en el dicho de R. Yitzjak, según el cual cuando el castigo pende sobre un lugar, los hombres no han de salir a lo abierto, pues una vez que el Destructor recibe licencia, él daña indiscriminadamente y no distingue entre el justo y el injusto. Por eso el pueblo de El Eterno ha de ocultarse para evitar ser consumido en esa venganza que es lo propio del destructor. R. Yose dijo que el mismo poder que ejerció justicia sobre los egipcios fue agente de la misericordia para Israel, como está escrito: “Cuando yo vea la sangre os pasaré por alto”. Pues como se nos enseñó, todas las santas coronas de arriba contienen a un mismo tiempo el juicio y la misericordia. R. Ezequías extrajo la misma conclusión del versículo “Y el Eterno golpeará a Egipto, golpeando y curando” (Yeshayahu, Isaías 19:22).   es decir, golpeando a los egipcios y curando a Israel, esto es, de la herida de la circuncisión; la frase “el Eterno pasará por alto la puerta”, sugiere la “puerta” del cuerpo, que es el lugar de la circuncisión. R. Simeón lo interpretó de manera similar: En el momento cuando la noche se dividió y la Santa Corona (la Sefirá Kéter) se desplazó para unirse con el principio masculino que es la Gracia superior, porque nunca se manifiestan el uno sin el otro, el uno golpeaba y el otro curaba. También, “el Eterno pasó por alto la puerta”: esa puerta que es la abertura de espíritu y cuerpo. Que la circuncisión tiene tal significado puede verse de Abraham. Antes de que fuese circuncidado, era una vasija cerrada impenetrable en todos los lados, pero cuando fue circuncidado y se manifestó en él el signo de la letra yod del Santo nombre, se abrió a las influencias superiores; este es el significado interno de las palabras “él estaba sentado a la puerta de la tienda en el calor del día” (Bereishís, génesis 18:1). es decir, de la superior Tienda santa. R. Eleazar dijo que cuando la yod se manifestó, él recibió las alegres noticias de que la Gracia era confirmada con Justicia. R. Abba dijo que esto se refiere a la décima corona —la de la Gracia— con la cual fue dotado entonces, como lo indican las palabras “en el calor del día”, es decir, en el tiempo en que la Gracia predomina. Según otra explicación, la palabra “pasar” significa aquí que El Eterno pasó por alto las alegaciones de las coronas inferiores, que estaban conectadas con ciertas coronas celestiales, y las soltó de sus cimientos y se obligó a Sí Mismo para ejecutar juicios sobre ellos y para guardar a Israel. Y, así, toda vez que se emplea la palabra “pasar” como usada por el Todopoderoso, ella significa “constriñéndose o forzándose a Sí Mismo”, para ejercer misericordia a para ejercer severidad. Y aconteció que a medianoche el Eterno golpeó a todos los primogénitos en el país de Egipto. R. Jiyá y R. Yose estaban una vez marchando desde Usha a Lida, el primero montado en un asno. R. Yose dijo: Detengámonos un momento y oremos., porque está a la mano el tiempo de la plegaria de la tarde y se nos ha enseñado no descuidar nunca esta plegaria. ¿Por qué es eso? Porque la severidad domina entonces, y por eso el hombre ha de prestar especial atención a esta plegaria. R. Jiyá bajó y recitaron sus plegarias. Después continuaron su camino. Mientras estaban marchando, se acercó la noche y vieron que el sol se estaba poniendo. R. Jiyá dijo: ¿Por qué estás silencioso? R. Yose contestó: Yo estaba reflexionando acerca de que la condición de la humanidad depende enteramente de sus jefes. Cuando éstos son dignos, el mundo y todo en él prosperan, pero cuando ellos son indignos, desdichado es el mundo y desdichada es la gente. R. Jiyá dijo: Efectivamente, dijiste ¡a verdad, pues está escrito: “He visto a todo Israel disperso por las colinas como ovejas que no tienen un pastor, y el Eterno dijo: Estos no tienen dueño; que cada uno de ellos retorne a su casa en paz” (Melajím 1, 1° Reyes 22:17). En vez de “que ellos regresen a”, habríamos esperado que el texto dijera “que ellos permanezcan en” sus casas, pues hasta entonces no las habían abandonado. La explicación es que, como se nos enseñó, cuando la cabeza —en este caso, el rey de Israel— es indigno, el pueblo es castigado por su culpa, como lo expresó David: “He aquí, yo he pecado... ¿pero estas ovejas qué han hecho?” (Shmuel 2, 2° Samuel 24:17). Pero como “éstas no tienen dueño porque Ajab fue castigado por su desobediencia y muerto en la batalla, que vuelvan... en paz”. Así, cuando la cabeza del pueblo es castigada, el pueblo escapa al castigo, porque entonces el atributo de Justicia no puede pretender poder sobre ellos, sobre los del pueblo (habiendo ya sido apaciguado). Y también Josafat habría sido castigado por juntarse con Ajab si no hubiese “clamado” (Melajím 1, 1° Reyes 22:32). Mientras continuaban así su viaje, llegó la noche. Dijeron: ¿Qué haremos? Si seguimos marchando nos perderemos en la oscuridad, y el permanecer aquí puede sernos peligroso. Así, se apartaron un poco de la ruta y se sentaron bajo un árbol, manteniéndose despiertos conversando sobre asuntos de la Escritura. A medianoche oyeron un sonido y he aquí que pasó una cierva, gritando fuerte. R. Jiyá y R. Yose se levantaron, temblorosos. Entonces oyeron una voz que en tono alto proclamaba: ¡Vosotros que estáis despiertos, levantaos! ¡Vosotros que estáis durmiendo, despertad! Vosotros, mundos, preparaos para encontraros con vuestro Eterno R. Jiyá dijo: Ahora debe ser justamente medianoche. Y esta es la voz que “hace trabajar las ciervas”. La significación cabalista de esto es la siguiente. A la hora en que el Eterno Se muestra en el Jardín, todo el Jardín se reúne y se mantiene junto al Edén, desde donde la corriente de La vida sale en numerosos conductos. El Jardín se llama “el Atado de la Vida”, y en él los piadosos son beatificados con la luz del mundo por venir. Y a la hora cuando el Santo, Bendito Sea, Se revela a estos santos, se oye una voz, que grita: “Despertad, Oh viento norte, ven, Oh tú, sud, sopla sobre mi jardín, para que sus especias broten. Que mi amado venga a su huerto, para comer su fruto grato” (Shir hashirím, Cantar de cantares 4:16).El “fruto grato” significa los sacrificios que se ofrendan al Santo de la esencia anímica de los justos. Estas ofrendas tienen lugar a medianoche. Después de que R. Jiyá hubo hablado así, él y R. Yose se sentaron. R. Yose dijo: con frecuencia me ha parecido extraño que el golpear a los primogénitos egipcios tuviera lugar a medianoche y no de día, cuando su maravilla habría sido manifiesta para todos. También me pareció extraño que murieran los primogénitos de los “cautivos en el calabozo y los primogénitos del ganado” (Shemót, Éxodo 12:29). y no los reyes, príncipes y guerreros, como en el caso de Senaquerib, del cual está escrito “Y el ángel del Eterno lo mató en el campamento de Asiría”(Melajim 2, 2° Reyes 19:35). En esa ocasión —así cuenta la tradición— todo el campamento consistía de reyes, príncipes y poderosas hombres de guerra, de modo que un ángel debía haber mostrado más poder que el que aquí mostró El Eterno mismo. R. Jiyá dijo: es esta una cuestión bien planteada. Sin embargo, he oído que R. Simeón ben Yojai está en este momento “purificando las calles de Tiberiades”, y por eso vayamos a él. Permanecieron debajo del árbol hasta la mañana, y entonces prosiguieron. Cuando llegaron al lugar donde R. Simeón estaba, lo encontraron sentado profundamente sumergido en el estudio, teniendo en la mano un libro de Hagadá. Estaba comentando el versículo: “Todas las naciones son ante El como nada y se cuentan para él como menos que nada” (Yeshayahu, Isaías 11:17). La palabra “nada” —dijo— describe la religión de los paganos que no traen unión de lo celestial y lo terrenal y adaptan una fe de necedad; y son “contados menos que nada”, como paja que el viento sopla. También interpretó el versículo: “El Eterno creó los (et) cielos y la (et) tierra” (Bereishís, génesis 1:1). donde la primera et se refiere a la Mano Derecha y la segunda a la Mano Izquierda; y estas dos “están juntas” (Yeshayahu, Isaías 48:13). por la acción de la Corona que se llama zot y que comprende a la vez la Misericordia y el Juicio. A esto dijo R. Jiyá: ¿Nuestro maestro nos permitirá que expliquemos por qué liemos venido? Está escrito: “Y aconteció que a medianoche el Eterno golpeó a los primogénitos en el país de Egipto”, y de lo que acabamos de oír concluimos que este versículo contiene la misma idea que tú estabas expresando, de modo que hemos venido en tiempo justo para consultarte. R. Simeón precedió su respuesta con una referencia al versículo: “¿Quién es nomo el Eterno nuestro El Eterno que mora en lo alto y sin embargo se humilla para ver las cosas que están en el cielo y la tierra?” (Tehilím, Salmos 113:5). que expuso así; “¿Quién es como el Eterno nuestro El Eterno?”, que asciende a las esferas más altas para ser coronado con la suprema corona santa, cuyo esplendor es más resplandeciente que las glorias de todas las coronas menores; “y sin embargo se humilla” para descender de corona en corona, esto es, de unA esfera a otra, de una morada de luz a otra, y cada una más baja que la última, y todo esto para ejercer Su cuidado providencial para los mundos más altos y los más bajos? Entonces continuó: En vez de “a medianoche” en este pasaje habríamos esperado “alrededor de medianoche”, que era la frase que efectivamente empleó Moisés cuando predijo el suceso. Sabemos que nuestros colegas explican que Moisés empleó la palabra “alrededor de”, de modo que si el suceso no ocurría en el segundo exacto de la medianoche, los astrólogos egipcios no tendrían la posibilidad de llamarlo mentiroso. Pero esto no llega a resolver la dificultad, porque en este caso no debió haber puesto la expresión en boca del Eterno (Shemót, Éxodo 11:4).  Otra dificultad es que Moisés, cuando habló de la muerte de los primogénitos, se refirió al “primogénito de la servidora que está detrás del molino”, pero en nuestro versículo leemos del “primogénito del cautivo que estaba en la casa del pozo”. Y por encima de todo viene tu pregunta, que es la última paja que quiebra el lomo del camello. Pero todo el asunto se explica  cabalísticamente entre “los cosechadles del campo”, porque contiene un misterio supremo, que ha sido proclamado por el profeta fiel, Moisés, del cual está escrito: “Tú eres más hermoso que los hijos de hombres; en tus labios se ha derramado gracia; por eso El Eterno te ha ungido con el óleo de la alegría por encima de tus semejantes” (Tehilím, Salmos 45:3,8). “Tú eres más hermoso que los hijos de hombres” se refiere a Set y Enoj; “En tus labios hay puesta gracia” significa que Moisés era más grande que Noé y sus hijos; “Por eso El Eterno te ha bendecido” significa que él estaba por encima de Abraham e Yitzjak; “óleo de alegría” sugiere que Moisés era más grande que Yaakov; y “por encima de tus semejantes” significa que estaba por encima de todos los otros profetas. Un hombre tan grande, que ascendía a grados no alcanzados por ningún otro, ¿pudo haber hablado con tal falta de precisión? Pero la verdad es como sigue. Está escrito: “¿Quién es ese que viene del desierto como pilares de humo?” (Shir hashirím, Cantar de cantares 3:6).  Este humo simboliza la Corona que se llama Zot (literalmente, ésta, es decir, la Sefirá Maljus-reino) y “Mujer”; como está escrito, “Esta será llamada mujer” (Bereishis, génesis 2:23). Esta Corona que se llama Zot rige sobre el medio de la noche de modo que es capaz de ser en el mismo momento blanca para Israel y negra para los paganos. Y mientras la noche no se divide, ella no puede realizar su función, como lo aprendimos del caso de Abraham, para quien, como se nos dijo “la noche se dividió frente a ellos” (Bereishis, génesis 14:15) Así, aquí Moisés empleó la expresión kajatzot, significando con esto “cuando la noche se dividió”, sabiendo que no cumpliría su función hasta entonces. Pero la última expresión “en el medio” (literalmente, mitad) significa en la segunda mitad, que es siempre el período cuando este zot ejecuta juicios. En cuanto a las referencias a los “primogénitos detrás del molino”, y a los “primogénitos de los cautivos y del ganado” se relacionan con los tres grados de impureza, con todos sus espíritus y poderes, los más altos y los más bajos, con los cuales Faraón, siendo él mismo el más astuto de los magos, procuraba embrollar a los israelitas tan sutil e inexplicablemente como para que nunca pudiesen volver a ser libres. Fue aquí que se reveló el poder del Santo, Bendito Sea: pues El desató todos los lazos de la impureza y rompió todas las “coronas” de la magia, de modo que Sus hijos pudiesen liberarse. Por eso está escrito: “Quién no temerá, Oh rey de naciones... pues entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos no hay ninguno como tú” (Yeremiyahu, Jeremías 10:7). Después de haber dicho estas cosas, R. Simeón lloró, meditando sobre la grandeza del Eterno. Entonces levantó su voz y dijo: “Y así habéis pensado que este pasaje es un manojo de contradicciones. Pero, en verdad, la significación del Éxodo es realmente grande. Por esta razón el Santo, Bendito Sea, frecuentemente recuerda a Israel su liberación, como cuando El dice: “Quién te ha sacado del país de Egipto” (Shemót, Éxodo 20:2). Y bien, como hay diez coronas arriba, así igualmente hay diez de ellas abajo. Y todas están ocultas en los tres grados que simbolizan “el primogénito de Faraón”, “el primogénito de la servidora que está detrás del molino” y “los primerizos del ganado”, por cuyo medio Faraón buscó mantener a los israelitas cautivos por siempre. Bienaventurados sois en verdad, Abraham, Yitzjak y Yaakov, por cuyos méritos fueron desatados !os nudos de la magia, debido a que el Santo, Bendito Sea, juntó en Su misericordia y bondad los lazos indisolubles de vuestra fidelidad, como está dicho: “Y el Eterno recordó su pacto con Abraham, con Yitzjak y con Yaakov” (Shemót, Éxodo 2:24). Las festividades, los Sábados y todos los días destacados en Israel tienen como objeto y base este “recuerdo”, y por eso la liberación de Egipto se menciona en relación con tales días. Verdaderamente, este “recuerdo” es el fundamento y raíz de toda la Torá, la base de todos los mandamientos y de la fe real de Israel. Y bien, en cuanto a tu pregunta de por qué el último acto no tuvo lugar de día, el hecho es que hay en esta relación una contradicción aparente, pues por un lado leemos “en el día de hoy salid” (Shemót, Éxodo 12:4). y del otro lado, El Eterno tu  D-os te sacó de Egipto de noche” (Devarím, Deuteronomio 16:1).. Sin embargo, es verdad que la redención esencial de Israel tuyo lugar de noche, porque solamente de noche el Santo ejerce justicia: por eso era de noche cuando los nudos de la hechicería fueron desatados y los lazos de la oscuridad se rompieron en dos. Sin embargo, fueron conducidos afuera de día, ante los ojos del mundo, para que todos los hombres pudiesen maravillarse ante las obras del Eterno. Por eso ellos fueron liberados “con una mano alta, frente a todos los egipcios” (Bamidbar, Números 33:3). R. Simeón terminó entonces, y R. Jiyá y R. Yose se inclinaron ante él y besaron su mano, diciendo con lágrimas en sus ojos: Seguramente, no sólo creaturas terrenales, sino también seres celestiales, miran desde sus moradas para verte. El Santo, Bendito Sea, construyó Jerusalém abajo como una contraparte de la Jerusalém de arriba. Hizo santos los muros de la ciudad y las puertas de ella. Nadie puede entrar en la ciudad salvo que las puertas se abran para él, ni subir salvo si los escalones de los muros son firmes. ¿Quién es capaz de abrir las puertas de la ciudad, quién puede fijar los escalones de los muros si no es R. Simeón ben Iojai? Es él quien abre las puertas de los misterios de la sabiduría y fija la escalera hacia las esferas más altas. Está escrito: “Tres veces en el año todos tus varones serán vistos ante el rostro del Eterno” (Shemót, Éxodo 22:17). ¿Quién es, pues, este “rostro del Eterno”? Ninguno que no sea R. Simeón ben Iojai. Y en cuanto a la referencia a los “varones” que aparecen ante él, en realidad, solamente pueden acercarse a él “los varones de los varones”, los verdaderamente varoniles, es decir, los estudiosos de la ciencia de la Cabalá. R. Simeón continuó: Aun no he terminado de contestar a vuestra pregunta. Preguntáis por qué los primogénitos fueron azotados de noche. Fue porque entonces todos ellos estaban en sus casas, y no afuera, en los campos. Además, la tradición nos dice que esa noche fue tan brillante como un día en el mes de Tamuz, y por eso todo el pueblo egipcio podía ser testigo de la mano poderosa del Santo; “La noche brillaba como el día; la oscuridad era como luz” (Tehilím, Salmos 139:13). Desde la creación del mundo no se había asistido a nada tan milagroso. Dijo: Ven y ve, está escrito: “Es una noche (layl) de observaciones para el Eterno a fin de sacarlos del país del Egipto; es esta noche (halayla) del Eterno, observaciones para todos los hijos de Israel” (Shemót, Éxodo 12:42).  Y bien, ¿por qué “observaciones” en plural, y “noche” primero en el género masculino (layil) y luego en género femenino (layla)? Para indicar la unión que en esa noche tuvo lugar entre los aspectos Masculino y Femenino en los atributos Divinos, y también la misma unión que tendrá lugar en la redención futura: “Como en los días de tu salida de Egipto le mostraré cosas maravillosas” (Mijá, Miqueas 7:15). R. Jiyá y R. Yose estaban sentados y R. Simeón les enseñaba los misterios relacionados con el libro de Levítico y ellos acostumbraban venir cada día para estudiar con él. Un día R. Simeón salió para dar un paseo, y ellos, siguiéndolo, se le acercaron en un bosque. Todos se sentaron y R. Simeón comenzó a hablar así: Está escrito: “He visto todas las cosas en los días de mi vanidad: Hay un hombre justo que muere en su justicia, y hay un inicuo que prolonga su vida en iniquidad” (Koheles, Eclesiastés 7:15). ¿Cómo pudo Salomón, el más sabio entre los hombres, haber dicho eso? Ha de haber tenido la intención de algún significado interno, pues hemos visto que los caminos del Santo, Bendito Sea, no son así, porque El “da a cada hombre según sus andanzas y de acuerdo al fruto de sus obras” (Yeremiyahu, Jeremías 17:10). Pero Salomón insinuaba aquí dos cosas. Cuando los “ojos” del Santo “van de un lado a otro por toda la tierra” (Zajariyahu, Zacarías 4:10). y el mundo está lleno de pecadores, la culpa de ellos es visitada sobre el único justo de su generación, mientras El Eterno es paciente con los inicuos y espera el arrepentimiento de ellos. Si ellos no se arrepienten, son dejados sin un intercesor, porque “el justo perece”, es decir, ha sido sacado del mundo. Es por eso que los Rabíes nos han advertido de vivir solamente en un lugar que es la morada de hombres de actos piadosos, y desdicha sufre aquel que fija su residencia entre los inicuos. ¡Seguramente será “tomado” por los pecados de ellos! A la inversa, cuando uno vive entre gente piadosa participa de la retribución de su bondad. Nos puede servir de ejemplo Rab Jisda, Originalmente vivió entre los capadocianos y sufrió gran pobreza y muchas enfermedades penosas. Pero cuando, después de algún tiempo, dejó esos lugares y se trasladó a Seforis, todo le fue bien: se benefició materialmente y espiritualmente, y él  mismo observó “todas estas bendiciones me llegaron porque hice mi morada entre gente a la cual el Santo concede Su bondad”. Sin embargo, hay otra explicación del pasaje, partiendo de otra dificultad del texto. ¿Cómo pudo Salomón decir “Todas las cosas he visto en los días de mi vanidad (hevli)”? ¿No había alcanzado Salomón sabiduría más allá de todos sus contemporáneos? (Melajím 1, 1° Reyes 5:10, 11). ¿Y sus siete nombres —Salomón, y Yedidia, Agur, Jakeh, Ithiel, Lemuel, Kohelet (ver Midrash Rabbah, Eclesiastés 1, 2)— no corresponden a los siete grados superiores, de los cuales el mayor es Kohelet, la esencia de todos ellos, significando la superior Santa Asamblea de las diez Sefirot? Aquel cuyos nombres simbolizan así grados de sabiduría y cuyos tres libros contienen toda la esencia de ella —representando Cantar de cantares la Gracia, Kohelet el Juicio y Proverbios la Misericordia— ¿pudo así haber dicho: “En los días de mi vanidad” y “vanidad de vanidades”? Pero, hevel ha de entenderse aquí en el sentido literal, es decir “aliento” y ofrece una lección muy preciosa. Del “aliento” que sale de la boca se forma la voz y de acuerdo al dicho bien conocido el mundo se sostiene sólo por el mérito del “aliento” de pequeños niños de escuela que aún no han probado el pecado. El aliento mismo es una mezcla, está compuesto de aire y humedad y a través de él el mundo es conducido. Hablando esotéricamente, el aliento de los pequeños se vuelve “voz”, y se desparrama por todo el universo, de modo que ellos se convierten en los guardianes del mundo. Salomón heredó este “aliento” de su padre y a través de él vio con visión clara. De ahí que se dice “yo he visto todas las cosas en los días de mi aliento (hevel)”. ¿Y qué vio? “Al justo pereciendo en su justicia”. Es decir, si este aliento emana de la esfera del Juicio, entonces “un hombre justo perece en su justicia”. Pero cuando el aliento deriva del atributo de la Misericordia, puede ocurrir que “hay un malvado que prolonga su vida”. Por eso dice “en los días”, y no “en el día”, pues todo depende del “cuándo” y del “de dónde” emana el “aliento”. Mientras estaban así escuchando las exposiciones del maestro, de pronto vieron cómo ascendía y descendía humo a poca distancia, donde había un desmonte en el bosque. R. Simeón dijo: El suelo fue calentado por la luz de arriba y ahora este campo emite un aroma de todas las especias y que pasa suavemente. Quedemos aquí, porque la Shejiná está presente con nosotros. Es “el perfume del campo que el Eterno ha bendecido” (Bereishis, génesis 27:27).  Inmediatamente comenzó a comentar este versículo y se refirió a la tradición según la cual las “preciosas vestiduras” que emitían un olor suave cuando Yaakov apareció ante Yitzjak, pertenecieron originalmente a Adán y con el tiempo llegaron a manos de Nimrod, “el fuerte cazador”, y finalmente a Esaú, que también era un cazador. Dijo: Se ha observado que estas vestiduras fueron hechas por el Santo Mismo (Bereishis, génesis 3:21).  por intermedio de ambos Nombres Divinos, IHVH y Elohim, que es más que lo que se puede decir para el cielo y la tierra, que fueron creados solamente por Elohim  (Bereishis, génesis 1:1). Es muy difícil entender cómo llegaron a Esaú. Porque en el primer lugar se nos dice que El Eterno hizo vestimentas para Eva también (Bereishis, génesis 1:1). ¿Y qué ocurrió con éstas? Y seguramente Adán y Eva han de haber sido sepultadas con ellas y no abandonaran obsequio tan precioso. Pero la verdad es que ningún otro ser humano usó estas vestimentas, que colocaron a Adán y Eva a la par con seres superiores. Y en cuanto al “indumento hermoso” que Rebeca puso sobre Yaakov (Bereishis, génesis 27:15). se trató de una ropa real de seda y oro, que es costumbre guardar en perfume, y esto fue lo que olió Yitzjak, y dijo: “Ve el perfume de mi hijo” (Bereishis, génesis 27:27). porque sabía que la suavidad del perfume se debía a él. Cabe preguntar: ¿Cómo supo Yaakov del “perfume del campo que el Eterno ha bendecido?” (Bereishis, génesis 27:27). Desde dos fuentes, que esencialmente son una y la misma. Se dice “Yitzjak salió para meditar en el campo” (Bereishis, génesis 24:63). ¿Por qué en el campo? ¿No tenía una casa o algún otro lugar donde rezar? La verdad es que ese campo era realmente el mismo que Abraham había comprado de los hijos de Jet, ese campo que estaba cerca de la cueva de Majpelá; y cuando Yitzjak pasó por él la Shejiná estaba presente allí y el campo emitía santos aromas celestiales, entonces Yitzjak, reconociendo la Presencia, hizo de ese campo el lugar regular para su plegaria. El segundo hecho fue que Yitzjak olió la mirra que ascendía del Monte Moriah. Así, cuando Yaakov se le acercó, los perfumes paradisíacos le devolvieron el recuerdo del suave olor que olió en ese campo. En el décimo día de este mes tomarán para ellos un cordero. Según R. Abba, el décimo día fue elegido porque en ese día el jubileo ilumina la Luna, es decir, Biná comunica luz a Maljús; pues del Jubileo está escrito: “En el décimo día de este séptimo mes habrá un día de expiación” (Vayikrá, Levítico 23:27).  “Ellos tomarán un cordero”. ¿Por qué un cordero? Porque simboliza el poder de la “corona” más baja, que el Santo quebró, la “corona” a la cual adhieren todas las otras “coronas” inferiores, formando la no santa triada que expresa la frase “corderos, servidores y servidoras”, que Yaakov envió a Esaú, como un soborno a los poderes malos que este último representaba. El Santo dijo: “Efectuad este acto de sacrificar el cordero pascual y Yo anularé su poder arriba. Hacedlo pasar por fuego aquí abajo, y Yo haré pasar el principado impuro que representa por la Corriente de fuego”. ¿Y por qué el cordero debía ser atado en el décimo día y matado en el décimo cuarto? Porque, según R. Abba, los cuatro días correspondían a los cuatrocientos años que Israel estuvo sometido al poder de Egipto. ¿Y por qué el sacrifico se efectuaba a la noche? Porque ese es el tiempo en que el juicio predomina arriba y abajo y también porque fue en ese tiempo (“entre las noches”) que a Abraham le fueron predichos los exilios de Israel, como está escrito: “Y cuando el sol bajaba, un sueño profundo se posó sobre Abraham y he aquí que se posó sobre él un horror de gran oscuridad” (Bereishis, génesis 15:12).  “Horror” significa una “corona” superior que representa al Egipto; “oscuridad” es una segunda corona así, que representa a Babilonia; y “grande” se refiere al exilio edomita (romano), que hubo de ser el más duro de todos. Así se ve que los israelitas no salieron del Egipto hasta que hubieran sido anulados todos los poderes y principados superiores que eran enemigos de Israel. Pero cuando acontecieron estas cosas, el pueblo fue liberado de su dominación y traído bajo el sagrado y celestial dominio del Santo, Bendito Sea, y se unió a El y a El solamente como está escrito: “Porque para mí los hijos de Israel son servidores; ellos son mis servidores a quienes Yo saqué del país de Egipto (Vayikrá, Levítico 25:55). De manera similar interpretó R. Simeón el versículo: “En vísperas del primer día pondréis fuera de vuestra casa levadura (jametz), porque quien come pan con levadura” Shemót, Éxodo 12:15). Dijo: Seor, jametz y maímetzet significan todos la misma cosa y son símbolos del mismo grado superior, es decir, los poderes designados para representar a todas las otras naciones, que son paganas y enemigas de Israel y que son nombradas variadamente “mala imaginación”, “dominación extraña”, “dios extraño” y “otros dioses”. El Eterno dijo a Israel: Todos estos años estuvisteis sometidos a un poder extranjero, pero ahora sois hombres libres, apartaréis la levadura,... R. Judá dijo: Si es así, ¿por qué la levadura está prohibida solamente en estos siete días? R. Simeón contestó: Esta ceremonia únicamente es necesaria cuando el israelita ha de demostrar el hecho de su libertad. Si un rey eleva a un hombre a un alto cargo, este hombre celebrará su elevación regocijándose y llevando durante unos pocos días costosos vestidos festivos; pero subsiguientemente sólo celebra el aniversario cuando vuelve a cumplirse. Lo mismo es verdad respecto de Israel: También los israelitas tienen cada año su estación de júbilo y alegría cuando celebran el elevado honor que al Santo, Bendito Sea, les concedió al sacarlos del poder de la impureza hacia el poder invencible de Su santidad. Por eso está escrito: “Durante seis días comeréis matzot (pan sin levadura)”. R. Simeón dijo luego: El pan sin levadura se llama “el pan de pobreza” (Devarím,  Deuteronomio 16:3).  porque en ese tiempo la luna no estaba en su plena fuerza, por la razón de que, a pesar de ser los israelitas circuncidados, el rito no se había completado por “periah”, y por eso no se había revelado en su forma completa el pacto. Pero más tarde, cuando el acabamiento tuvo lugar, es decir en Marah, donde Moisés “hizo para ellos un estatuto y una ordenanza” (Shemót, Éxodo 15:25). el Santo les habló diciendo: “Hasta ahora habéis comido el pan de pobreza, pero desde ahora vuestro pan provendrá de una región muy distinta: Yo haré llover para vosotros pan del cielo” (Shemót, Éxodo 16:4). Esta frase significa literalmente “desde el cielo”, es decir desde el centro mismo de la Gracia, y no, como antes, desde la “Luna” defectuosa. Por eso los israelitas santos observan como un memorial el aniversario de los días cuando vinieron a estar bajo las alas de la Shejiná; y comen el pan que proviene de la Shejiná. ¿Y por qué el rito no se completó en Egipto? Porque entonces el Éxodo se habría postergado hasta que se hubieran recuperado los sometidos a esta operación. Observad, cuando los israelitas estuvieron por entrar en Tierra Santa, Moisés la describió como “una tierra en la cual comerás pan sin escasez” (Devarím,  Deuteronomio 8:9). en contraste con el “pan de miseria, de pobreza”, que fue su alimento en Egipto, cuando la luna no derivaba bendición y luz del sol, cuando ella no estaba iluminada por el Jubileo. Y porque ellos no efectuaron la periah en Egipto, no se manifestó en su plenitud la unificación y armonización de los atributos Divinos. Fue en recuerdo de Egipto que en la Tierra de Israel continuaron comiendo el “pan de pobreza”. R. Simeón también relacionó las palabras “También en el décimo día de este séptimo mes habrá un día de expiación” (Vayikrá, Levítico 23:27). con las palabras “En el décimo día de este mes” (Shemót, Éxodo 12:3).    empleadas con respecto al cordero pascual. Es que el uno “décimo día” depende del otro.

 



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