CENTRO CABALISTA
ENERGÍA CÓSMICA TECNO/MENTE

ZOHAR Bereshis1


Zohar bereshis 1
 
 

1.- En la iniciación, la decisión del Rey hizo un trazo en el fulgor superior, una lámpara de centelleo, y allí surgió en los nichos impenetrables del Ein Sof un núcleo informe incluido en un anillo, ni blanco, ni negro, ni rojo, ni verde, ni de color alguno. Cuando tornó las medidas, modeló colores para mostrar adentro, y dentro de la lámpara surgió cierto efluvio, que abajo llevaba impresos colores.


 

Zohar bereshis 2
 
 

2.- El Poder más misterioso envuelto en lo ilimitado, sin hendir su vacío, permaneció totalmente incognoscible hasta que de la fuerza de los golpes brilló un punto supremo y misterioso. Más allá de ese punto nada es cognoscible, y por eso se llama Reschit (“Comienzo”), la expresión creadora que es el punto de partida de todo. Está escrito:


 


Zohar bereshis 3
 
 3.-  “Y ellos que son inteligentes brillarán como el esplendor del firmamento, y aquellos que justifican a muchos, como las estrellas por siempre jamás”. Daniel 12: 3. Había efectivamente un “esplendor” (Zohar). El Más Misterioso golpeó su vacío, e hizo que este punto brillara. Este comienzo se extendió entonces e hizo para sí un palacio por su honor y gloria. Allí sembró una simiente sagrada que hubo de generar para beneficio del Universo y a la que puede aplicarse la expresión de la Escritura: “La santa simiente es mi tronco” Isaías 6:13.

 


Zohar bereshis 4
 
 

4.- Nuevamente la brillantez, en el que sembró una simiente para su gloria, exactamente como el gusano de seda se encierra en un palacio de su propia producción, que es a la vez útil y hermoso. Así, por medio de este “comienzo” el Misterioso Desconocido hizo su palacio. Este palacio es llamado Elohim,


 


Zohar bereshis 5
 
 

5.- Este el el secreto de las palabras “en el principio creó Elohim”. La brillantes de la cual fueron creadas todas las expresiones creadoras a través de la extensión del punto de ese esplendor misterioso. No hemos de sorprendernos por el empleo de la palabra “creó” en esta conexión, dado que luego leemos: “Y Dios creó al ser humano a su propia imagen” Génesis 1:27


 


Zohar bereshis 6
 
 6.- La brillantez es el secreto de Bereschit (en el principio). El nombre el lo primero de todo es Ehyeh (“Yo seré”). El nombre sagrado cuando se halla escrito a su lado es Elohim, pero cuando está inscripto en la corona como  Ascher, el oculto y recóndito templo, la fuente de lo que místicamente se llama Reschit. La palabra Ascher (es decir, las letras Alef, Schin, Resch de la palabra Bereschit) es el anagrama de Rosch (“cabeza”), el comienzo que surge de Reschit.

 


Zohar bereshis 7
 
 7.- Así cuando el punto y el templo fueron firmemente establecidos juntos, Bereschit combinó el Comienzo supremo con la Sabiduría. Luego el carácter de este templo cambió, y fue llamado “Casa” (Bayt). La combinación de eso con el punto supremo que se llama Rosch, da Bereschit, que es el nombre empleado mientras la casa estaba inhabitada. En cambio, cuando fue sembrada con simiente para hacerla habitable, fue llamado Elohim, oculto y misterioso.

 


Zohar bereshis 8
 
 

8.- La brillantez estaba  oculta y retraída, mientras el edificio estaba adentro y para producir, y la casa se extendió solamente como para ofrecer alojamiento para la simiente sagrada. Antes de que hubiese concebido y se hubiese extendido lo bastante para ser habitable, no se llamó Elohim, y todo estaba incluido aún el término Bereschit. Después de que adquirió el nombre Elohim produjo descendencia de la simiente puesta en ella. ¿Qué es esta simiente? Consiste de las letras grabadas, la fuente secreta de la Torá, que salió del primer punto.


 


Zohar bereshis 9
 
 

9.- Ese punto sembró en el palacio ciertos tres puntos vocales, jólem, schurek y jírek, que se combinaron entre sí y formaron una entidad: la Voz que salió de su unión. Cuando esta Voz surgió, surgió con ella su consorte, que comprende todas las letras. De ahí que esté escrito: “Et haschamaim (“los cielos”), es decir, la Voz y su consorte. Esta Voz, indicada por la palabra “cielo”, es el segundo Ehyeh del nombre sagrado, el Zohar, que, de esta manera, incluye todas las letras y colores.


 


Zohar bereshis 10
 
 10.- En este punto las palabras: “El Eterno Nuestro Dios el Altísimor” (Yheh Elohenu YHVH) representan tres grados correspondientes a este profundo misterio de Bereschit bará Elohim. Bereschit representa al misterio primordial; Bará representa la fuente misteriosa de la cual se expandió todo. Elohim representa la fuerza que sostiene todo abajo. Las palabras et haschamaim indican que las últimas dos no han de ser separadas y son juntos varón y hembra.

 

Zohar bereshis 11
 
 

11.- La palabra et consiste de las letras Alef, Tav, entre las cuales se incluyen todas las letras, por ser la primera y la última del alfabeto. Y luego se agregó de modo que todas las letras pudiesen ligarse a y esto dio el nombre a atah (“Tu”); de ahí que leamos: “y Tu (ve-atah) los conservas vivos a todos” Nehemías9:6. Et, a su vez, se refiere a Adonai (“El Nombre”), que es así llamado. Haschamaim es YHVH en su significación más elevada.



Zohar bereshis 12
 
 

12.- La palabra siguiente, ve-et, indica la unión firme de masculino y femenino; también alude a la denominación ve-YHVH (“y el Havayá”), y las dos explicaciones llegan a lo mismo. Ha-aratz (la tierra) designa un Elohim que corresponde a la forma más elevada para producir fruto y fructificar. Aquí este nombre se encuentra en tres explicaciones y por tanto el mismo nombre se ramifica hacia varios lados. Solamente hasta ese punto se extienden las alusiones al Más Misterioso que modela y construye y vivifica de manera misteriosa, a través del significado oculto de un simple versículo.



Zohar bereshis 13
 
 

13.- De este punto fluye bará schit “él creó seis”, desde el fin del cielo hasta el otro fin, seis lados que se extienden desde la suprema esencia mística, a través de la expansión de la fuerza creadora de un punto primario. Aquí fue inscripto el misterio del nombre de cuarenta y dos letras.

 


Zohar bereshis 14
 
 14.- “Y los inteligentes brillarán” Daniel 12: 3. Este “brillar” corresponde al movimiento que los acentos y notas imprimen a las letras y a los puntos vocales que les obedecen y les siguen, como tropas a sus reyes. Las letras son el cuerpo, y los puntos vocales son el espíritu animador, y juntos mantienen el paso con las notas y llegan con ellas a un alto. Cuando el canto de las notas avanza, marchan detrás las letras con sus puntos vocales, y cuando el canto se detiene, también ellas se paran.

Zohar bereshis 15
 
 

15.- Así, aquí: “los inteligentes” corresponde a las letras con sus puntos vocales; “el brillo” corresponde a las notas; “el firmamento” corresponde al fluir del canto a través de la sucesión de las notas; mientras que “aquellos que se dirigen a la justicia” corresponde a las notas de pausa que detienen la marcha de las palabras y ponen de manifiesto claramente su sentido. Esas “hacen brillar” a letras y vocales, de modo que todas fluyen juntas a su propia manera mística por sendas secretas. Desde este impulso se extendió el conjunto. Igualmente, las palabras “y los inteligentes brillarán como el esplendor del firmamento” pueden referirse a las columnas y los zócalos del “palanquín celestial” (Apeiryon). Los “sabios e inteligentes” como los pilares y zócalos supremos, dado que ponderan con comprensión todas las cosas necesarias al sostenimiento del palacio. Este empleo del término “inteligentes” (maskilim) tiene su paralelo en el pasaje: “Bendito es aquel que considera (maskil) a los pobres”Salmos 41, 2. “Ellos brillarán”, pues si ellos no brillan y alumbran, no pueden considerar bien y ponderar las necesidades del palacio.


 
Zohar bereshis 16
 
 

16.- “Como el esplendor del firmamento”, es decir, de ese firmamento que descansa sobre esos “inteligentes” que hemos mencionado y de los que está escrito: “Y sobre la cabeza de la Jayá estaba el aspecto de un firmamento como el color del hielo terrible”Ezequiel 1:22.. “El esplendor” es lo que ilumina la Torá y que también ilumina las cabezas de la Jayá (“bestia”); esas cabezas son los inteligentes, que brillan siempre y por siempre contemplan “el firmamento” y la luz que de allí sale, es decir, la luz de la Torá, que irradia sin cesar, perpetuamente.



Zohar bereshis 17
 
 17.- “Y la tierra era vacía y sin forma.” La palabra hoithah (“era”), por ser pluscuamperfecto, implica que la tierra había sido previamente. Había nieve en medio del agua por cuya acción se produjo un limo. Entonces batió, sobre él, un potente fuego y produjo en él un desecho. Así se transformó y se volvió Tohu (“Caos”) la morada del limo, el nido del desecho, y también Bohu (“Informe”), cuya parte más fina fue tamizada del Tohu y permaneció sobre él. La palabra “oscuridad” en el texto alude a este fuego potente. Esta oscuridad cubrió Tohu, es decir, el desecho que flotaba sobre él.


Zohar bereshis 18
 
 

18.- El “Espíritu de Dios” es un espíritu santo que provenía de Elohim Jayim (“Dios viviente”). Y éste “flotaba sobre la faz de las aguas”. Cuando este viento sopló, se destacó del desecho una cierta película, como la película que queda encima del caldo que se va cociendo una vez que la espuma fue tamizada dos o tres veces.



Zohar bereshis 19
 
 

19.- Cuando Tohu fue así refinado y purificado, surgió de él “un viento grande y fuerte que rajaba las montañas y quebraba en pedazos las rocas”, como ese que vio Elías 1º Reyes 19: II-12. De manera similar, Bohu, fue tamizado y purificado y allí surgió de él un terremoto, como con Elías. Entonces lo que llamamos “oscuridad” fue tamizado y ella contenía fuego, como a Elías se le apareció “fuego después del terremoto”. Cuando lo que llamamos “espíritu” fue tamizado, aún había contenida en ello una silenciosa pequeña voz.


 
Zohar bereshis 20
 
 

20.- Tohu es un lugar que no tiene color y forma y no está incluido en el secreto de la forma. Parece por un momento tener una forma, pero cuando se lo vuelve a mirar no tiene forma. Toda cosa tiene una vestidura excepto el Tohu.

 



Zohar bereshis 21
 
 21.- A su vez Bohu tiene figura y forma, esto es, piedras hundidas en el abismo de Tohu, pero a veces emergen del abismo en que están hundidas y de esta manera forman sostén para el mundo. A través de la forma de su vestidura constituyen sostén desde arriba para abajo, y ascienden de abajo hacia arriba y por eso son vacías y fuertes.

 
Zohar bereshis 22
 
 22.- Están suspendidas en la expansión; es decir, a veces están suspendidas en la expansión cuando se levantan desde el abismo. A veces están ocultas, es decir, en el “día nublado”, cuando extraen aguas del abismo para suministrarla a Tohu, pues entonces, hay regocijo de que Tohu haya sido desparramado por el Universo.


Zohar bereshis 23
 
 

23.-  “Oscuridad” es un fuego negro de color fuerte. Hay un fuego rojo, fuerte en visibilidad; un fuego amarillo, fuerte en forma; y un fuego blanco cuyo color incluye a todos. “Oscuridad” es el más fuerte de los fuegos y eso es lo que constituye el sostén de Tohu. “Oscuridad” es fuego, pero fuego no es oscuridad, salvo cuando sostiene a Tohu. El símbolo para esto: “Sus ojos eran oscuros de modo que no podría ver y llamó Esaú...” Génesis 27: 1. Aquí, también, “el rostro del malvado fue oscurecido” porque era el semblante del malvado. De ahí que este fuego se llame “Oscuridad” porque permanecía sobre Tohu y era por este sostenido. Este es el sentido intrínseco de las palabras: “Y la oscuridad sobre la superficie del abismo”.



Zohar bereshis 24
 
 

24.- El  “Viento” es la voz que descansa sobre Bohu, y lo capta y lo guía como es requerido. Esto se simboliza en las palabras: “La voz del Eterno está sobre las aguas” Salmos 29: 3.y así, también: “El espíritu del Eterno flotaba sobre el haz de las aguas”. “Haz de las aguas” significa piedras hundidas en el abismo, llamadas así porque salen de ellas aguas. Así, cada uno fue provisto como correspondía. Schakay habita sobre Tohui; Bohu bajo la de Zebaot; “Oscuridad”, bajo la de Elohim; “Espíritu” bajo la de YHVH.



Zohar bereshis 25
 
 25.- El  Nombre Shakai habita sobre Tohú, el nombre tzevakót habita sobre Bohu y el nombre Elokim habita sobre la oscuridad, por lo que se llama Elokim, el nombre “viento” habita sobre yud he vav he


Zohar bereshis 26
 
 

26.-  Ahora comprendemos lo que ocurrió a Elías: “Había un viento fuerte que rompía las montañas, pero el Altísimo no estaba en el viento”, porque este nombre no se hallaba en él, pues Schadai preside sobre él a través de la naturaleza mística de Tohu. “Después del viento hubo un temblor, pero el Eterno no estaba en el temblor”, pues sobre él preside el nombre Zebaot, a través de la naturaleza mística de Bohu, que es llamado “temblor” (raasch), porque tiembla continuamente. “Después del temblor hubo un fuego, pero el Eterno no estaba en el fuego”, porque sobre él preside el nombre Elohim desde el lado de la oscuridad. “Y después del fuego hubo una pequeña voz silenciosa”; y aquí, por último, se encontró el nombre YHVH.

 



Zohar bereshis 27
 
 

27.-  En esta parte hay cuatro cláusulas correspondientes a las cuatro llamadas “secciones del cuerpo” y “miembros” que, siendo cuatro, son resolubles en doce. Aquí, también, está el grabado nombre de doce letras que fue transmitido a Elías en la cueva.




Zohar bereshis 28
 
 

28.- “Y Dios dijo, que haya luz; y la luz fue.” Desde este punto podemos comenzar a descubrir cosas ocultas que se relacionan con la creación del mundo en detalle. Pues hasta aquí se describió la creación en general, y más abajo se repite la descripción general, de modo que tenemos una combinación de general-particular-general.



Zohar bereshis 29
 
 29.- Hasta aquí el todo se hallaba suspendido en el vacío en directa dependencia de la Ilimitado. Pero, cuando la energía fue extendida a través del palacio supremo a que se refiere el nombre Elohim, el término “decir” se emplea en conexión con esto, en las palabras: “Y Dios dijo”. Pues a lo que está más allá del “decir” no detallado se le adscribe; porque aunque la palabra Bereschit es una “expresión creadora” (maamar),


Zohar bereshis 30
 
 30.-las palabras “y dijo” no se emplean en conexión con ella. La expresión “y dijo” (vayomer) abre la puerta a la indagación y al entendimiento. Definimos este “decir” como una energía que fue elegida en silencio del ilimitado místico mediante el poder místico del pensamiento.


Zohar bereshis 31
 
 

31.- De ahí que: “Y Dios dijo” significa que ahora el antes mencionado palacio generó de la santa simiente con la que estaba encinta. Mientras produjo en silencio, lo que portaba se oía afuera. Lo que portaba, portado en silencio, era sin hacer un sonido, pero cuando lo que salió de ello y que hizo salir, se volvió una voz oída afuera, es decir: “Que haya la luz”. Todo salió producido bajo esta categoría. La palabra Yehí (“que haya”, “que sea”) indica que la unión del Padre y la Madre que simbolizan las letras Yod y , se volvió un punto de partida –simbolizado por la segunda Yod- para una extensión ulterior.


 

Zohar bereshis 32
 
 32.- “Luz, y la luz fue.” Estas palabras implican que ya había luz. La palabra Or (“Luz”), contiene una significación oculta. La fuerza expansiva que procede de los nichos ocultos del éter superior abrió una senda y produjo de sí misma un punto misterioso, o mejor dicho, el En Sof (“Ilimitado”), partió de su propio éter y descubrió este punto Yod. Cuando éste se expandió, lo que fue dejado del AVIR (“ÉTER”) resultó siendo OR (“LUZ”).

 

Zohar bereshis 33
 
 33.- Cuando el primer punto se desarrolló a partir de ello, se mostró encima suyo, tocándolo y, sin embargo, no tocándolo. Cuando se expandió, emergió en ser, y fue Luz (Or), salida del éter (avir). Y esto es lo que queremos significar al decir que había sido “previamente” y así subsistió.

 

Zohar bereshis 34
 
 

34.- Ascendió y fue almacenada y fue dejado sobre ella un puntito, que continuamente se acerca por sendas invisibles al otro punto, tocándolo y, sin embargo, no tocándolo, iluminándolo en la manera del primer punto del cual salió. Por eso todo está ligado, e ilumina a ambos, al uno y al otro. Cuando asciende, ascienden todos y todos le están ligados, y alcanza en lugar del En Sof, donde es almacenado aparte y todo se vuelve uno. Este puntito de la palabra Or es Luz. Se extendió y brillaron de él siete letras del alfabeto, que no se solidificaron y permanecieron fluidas. Allí surgió entonces el Firmamento que evitó discordia entre los dos lados. Siete letras saltaron de un lado y siete del otro y todas fueran grabadas en ese Firmamento, donde permanecieron por un tiempo fluidas. Cuando el firmamento se solidificó, también las letras se solidificaron y adoptaron forma material. Así fue grabada allí la Torá para brillar más allá.


 

Zohar bereshis 35
 
 

35.- “Que haya luz”: es decir, El Gadol (“Gran Dios”), lo que emergió del éter primordial. “Y fue”: significa Oscuridad, que es llamada Elohim. “Luz”: que significa que la Izquierda fue incluida en la Derecha, y así de lo que llamamos El fue producido Elohim. La Derecha fue incluida en la Izquierda, y la Izquierda fue incluida en la Derecha.


 

Zohar bereshis 36
 
 

36.- “Y Dios vio que la luz era buena.” Esta es la Columna Central: Ki Tob (“que era bueno”) arrojó luz arriba y abajo y a todos los otros lados en virtud de YHVH, el nombre que abarca todos los lados. Y Dios dividió”: El apartó la lucha, de modo que todo era en orden perfecto.


 

Zohar bereshis 37
 
 37.-Y Dios llamó”: La palabra “llamó” significa aquí: “llamó para” o “invitó”. Dios ordenó que de éstos saliera luz completa que era en el centro una cierta radicación, que es el fundamento del mundo, y sobre el cual los mundos se hallan establecidos. De esa Luz completa, la Columna Central, se extendió el fundamento, la Vida, de los mundos, que es día del lado de la Derecha. “Y a la oscuridad llamó noche”. El ordenó que saliera del lado de la Oscuridad una especie de Luna femenina que gobierna sobre la noche y es llamada noche, y está asociada con Adonai, el Señor de toda la tierra.

 

Zohar bereshis 38
 
 

38.- La Derecha entró en la Columna completa del centro unida con la Izquierda, y el punto primordial ascendiendo desde allí a la altura y allá captó la energía de tres puntitos, el jólem, el schurek y el jírek, la simiente de la santidad, pues ninguna simiente fue sembrada salvo de esta fuente. El conjunto fue unido entonces en la Columna Central, y produjo el fundamento del mundo, que por eso se llama Kol (“Todo”), porque abarca el conjunto en la radiación del deseo.


 

Zohar bereshis 39
 
 39.- Entre tanto la Izquierda llamó con todo su poder, produciendo en todos los puntos una especie de reflejo, y desde esta llama de fuego salió la esencia femenina como la Luna. Esta llamarada era oscura, porque era de la Oscuridad. Estos dos lados produjeron estos dos grados, uno masculino y uno femenino.  

 

Zohar bereshis 40
 
 

40.- Yesod es retenida en la Columna Central desde ese excedente de luz que en él había. Pues desde esa Columna Central estuvo completa en sí e hizo paz en todos lados, le fue prestada luz adicional de arriba y de todos los lados a través del júbilo universal en él. De ese júbilo adicional salió el fundamento de los mundos, que también se llamó Musaf (“adicional”). De éste salieron todos los poderes inferiores y espíritus y almas santas, a que se refieren las expresiones “Señor de los ejércitos” (YHVH Zevaot) y “Dios, Dios de los espíritus” Números 16:22.


 

Zohar bereshis 41
 
 41.- “Noche” es “el Señor de toda la Tierra” del lado de la Izquierda, de la Oscuridad. Porque el deseo de la Oscuridad fue de fusionarse con la Derecha, y no era bastante fuerte para que la noche se extendiera desde ella. Cuando la noche empezó a extenderse, y antes de que fuera completa, la oscuridad fue y se fusionó con la Derecha, y la noche quedó defectuosa.

 

Zohar bereshis 42
 
 

42.- Así como es el deseo de la Oscuridad fusionarse con la Luz, así es el deseo de la noche fusionarse con el día. La Oscuridad abatió su luz, y por eso produce un grado que fue defectuoso, y no radiante. La Oscuridad no irradia salvo cuando está sumergida en la Luz. Así la noche que de ella salió no es luz salvo cuando está sumergida en el día. La deficiencia de la noche sólo es compensada por Musaf. Lo que se agrega en un lugar es sustraído del otro.


 

Zohar bereshis 43
 
 

43.- El Musaf contenía un simbolismo del punto superior y de la Columna Central y por eso se agregaron a su respecto dos letras que faltaban acerca de la noche, es decir, la Vav, Yod de Vayikrá (“y El llamó”). Aquí hay una alusión al nombre de setenta y dos letras, la derivación de la corona suprema.



Zohar bereshis 44
 
 44.- “Y Dios dijo: Que haya un firmamento en medio de las aguas” (Bereshis 1:6). Aquí en el particular día hay una alusión a la separación de las aguas superiores de las aguas inferiores, mediante lo que se llama “la Izquierda”. Pues hasta aquí el texto ha aludido a la Derecha, pero ahora alude a la Izquierda; y por eso hubo un incremento de la discordia entre ésta y la Derecha. Es de la naturaleza de la Derecha el armonizar el todo, y por eso el todo se escribe con la Derecha, pues la fuente de la armonía. Cuando la Izquierda despertó, despertó la discordia, y por esta discordia se esforzó el fuego iracundo y emergió de él la Guehena, que, así, se originó de la Izquierda y como tal continúa allí.

 

Zohar bereshis 45
 
 

45.-  Moisés, en su sabiduría, reflexionó sobre esto y extrajo una lección de la obra de la creación. En la obra de la creación hubo un antagonismo de la Izquierda contra la Derecha, y la división entre ellas permitió que emergiera la Guehena y que se uniera a la Izquierda. Entonces la Columna Central que es el tercer día, intervino y apaciguó la discordia entre los dos lados, de modo que el Guehinóm descendióabajo y la Izquierda fue absorbida en la Derecha y hubo paz por todo.


 

Zohar bereshis 46
 
 46.-  De manera similar la querella de Koreh con Aarón fue un antagonismo de la Izquierda contra la Derecha. Moisés, reflexionando sobre lo que había ocurrido durante la Creación, dijo: “Me parece adecuado resolver la diferencia entre la Derecha y la Izquierda”. Por eso procuró efectuar un acuerdo entre las dos. La Izquierda, sin embargo, no lo quería y Koreh se mostró obstinado.

 

Zohar bereshis 47
 
 

47.- A esto dijo Moisés:  Seguramente la Guehena está agriando esta querella. La Izquierda debe tender hacia arriba y absorberse en la Derecha. Koreh no desea ligarse a las influencias superiores y sumergirse en la Derecha. Entonces, que descienda hacia abajo en el ímpetu de su ira”.


 

Zohar bereshis 48
 
 48.- La razón por la que Koreh se rehusaba a admitir que la querella fuese arreglada por la intervención de Moisés fue que no había entrado a participar en ella por un motivo verdaderamente religioso y porque había escatimado consideración a la gloria de Dios y se rehusaba a reconocer Su poder creador. Cuando Moisés advirtió que se había así colocado fuera del límite, “estaba muy airado”Números 27:15

 

Zohar bereshis 49
 
 49.- Estaba “airado” porque no era capaz de arreglar la querella. Estaba “muy airado” porque ellos negaban el poder creador de Dios. Koreh negaba este poder completamente, en la esfera más alta y en la más baja, como se halla implícito en la frase: “Cuando ellos se opusieron al Señor” Números 26: 9. De ahí que Koreh se dirigiera a lo que le estaba preparado.

 

Zohar bereshis 50
 
 

50.- Una disputa que fue arreglada según la norma de la disputa en las alturas, y que se volvió más, y no menos, valiosa y que se perpetuó justamente, fue la disputa entre Schamai y Hilel. El Santo, Bendito Sea, aprobó la disputa de ellos, por la razón de que su motivo fue elevado y que por eso se asemejaba a la que tuvo lugar en la Creación. De ahí que, como esta última, la disputa entre Schamai y Hilel ha sobrevivido hasta hoy. Koreh, por otra parte, negaba la Creación, combatió contra el Cielo y trató de refutar las palabras de la Torá. Ciertamente era del séquito de la Guehena y le permaneció ligado.



Zohar bereshis 51
 
  51.- Todo esto aparece en el Libro de Adán. Se dice allí que cuando la Oscuridad se afirmó, lo hizo con furia y creó la Guehena que se le ligó en la querella que hemos mencionado. Pero tan pronto como se abatieron la ira y la furia, surgió una querella de otra especie, una querella de amor.


Zohar bereshis 52
 
  52.- Así la disputa cayó en dos partes distintas. Es el camino del justo para entrar en una disputa con empeño y terminarla amigablemente. Koreh continuó la disputa tal como la había empezado, con ira y pasión; y por eso adhirió a la Guehena. Schamai condujo su disputa en ese espíritu de calma que ha de seguir al primer estallido de la pasión; por eso se convirtió en una querella de amor y obtuvo la aprobación del Cielo.

 

Zohar bereshis 53
 
 

53.- Esto se halla indicado en nuestro texto. Dice primero: “Que haya un firmamento en medio de las aguas y que las divida...”. esto se refiere al comienzo de la querella, al borboteo de la pasión y la violencia. Hubo un deseo de reconciliación. Pero entretanto la Guehena surgió antes de que la ira y la pasión se hubiesen aplacado. Entonces: “Dios hizo el firmamento...”; es decir, surgió una querella de amor y afección que era favorable a la permanencia del mundo. Y en esta categoría se encuentra la disputa entre Schamai e Hilel, cuyo resultado fue que la Ley Oral se acercara con ánimo amoroso a la Ley Escrita, de modo que se sostienen mutuamente.


 

Zohar bereshis 54
 
  54.- En cuanto a la separación, ella siempre proviene de la Izquierda. Aquí está escrito: “y que separe”, lo mismo que: “y separó”; y con respecto a Koreh está escrito: “¿Es cosa pequeña para ti que el Dios de Israel te haya separado de la congregación de Israel,...?”, y también está escrito: “En ese tiempo el Eterno separó la tribu de Leví” (Deuteronomio 10:8) En todos estos textos encontramos la separación asociada con el segundo (día o tribu), que es el lugar de la Izquierda.

 

Zohar bereshis 55
 
  55.- Se puede objetar que Leví era la tercera tribu y no la segunda, y que, por lo tanto, la separación debía haberse asociado, no con Leví, sino con Simeón, que es el segundo. La respuesta es que a ojos de Jacob (que, en la primera noche de su boda, no sabía que Leah sustituía a Raquel) Leví era el segundo (de Leah). De ahí que la separación de la tribu de Leví fue perfectamente correcta.

 

Zohar bereshis 56
 
  56.- Hay una “separación”, a cada expiración de Sábado, entre los poderes que dominan en los días de semana y en Sábado, respectivamente. Tan pronto como el Sábado termina, asciende del Guehinóm, del grado llamado Scheol, una partida de malos espíritus que procuran mezclarse entre los de la simiente de Israel y obtener poder sobre ellos.

 

Zohar bereshis 57
 
 

57.- Mientras los hijos de Israel efectúan las ceremonias del mirto y de la copa de bendición y recitan la plegaria de la “separación” (Havdalá), el mal espíritu se marcha a su lugar en el Scheol (“foso”), la región donde moran Koreh y sus cofrades, como está escrito: “Y ellos y todo lo que les pertenecía bajaron vivos al Scheol” Números 16:33.  Tampoco éstos descendieron al Scheol antes de que los israelitas hubieran efectuado una separación (Havdalá), como está dicho: “Separaos de entre esta congregación” Números 16:31


 

Zohar bereshis 58
 
 

58.- Así, la “separación” está asociada con el segundo, que es simbólico de la Izquierda, en su primer ímpetu, cuando entra inicialmente en una querella con ira y violencia, dando nacimiento al guehinom antes de que la furia se apacigüe. Fue por el segundo, que, antes de haberse aplacado la discordia, se creó el Guehinom. Entonces también fueron creados todos los ángeles que se rebelaron contra su Amo y a los cuales consumió y destruyó el fuego del Guehinom; de la misma manera, todos los que se disipan y no perduran y son consumidos por fuego.


 

Zohar bereshis 59
 
 

59.-  “Que haya un firmamento...” Es decir, que haya una extensión gradual. Para eso El (“Dios”), el “racimo justo”, El Gadol (“Grande”), extendió de en medio de las aguas para completar el nombre El y para combinar con la extensión y así El fue extendido en Elohim (= El + H, Y, M). Estas H, Y, M, se extendieron y se invirtieron como para formar las aguas inferiores Y, M, H. Esta extensión que tuvo lugar en el segundo día es las aguas superiores. , Yod y Mem forman “hayam” (“el mar”), que es las aguas superiores. Lo invertido de estas letras, “yamah” (“hacia el mar”), es las aguas inferiores. Cuando estuvieron firmemente establecidas, todas se volvieron un conjunto y este nombre se extendió a un número de lugares.


 

Zohar bereshis 60
 
 

60.- Las aguas superiores son masculino y las aguas inferiores, femenino. Primero estaban entremezcladas, pero después fueron diferenciadas en aguas superiores y aguas inferiores. Este es el sentido de: “Elohim aguas superiores”, y este es el sentido de: “Adonai aguas inferiores”, y este en el sentido de superior y inferior. Luego está escrito: “Y Dios hizo el  firmamento”, es decir, la extensión tomó este nombre. Elohim es las aguas superiores, y las aguas inferiores son Adonai. Sin embargo, como las aguas superiores fueron completadas por las inferiores, este nombre se extendió al conjunto.


 
Zohar bereshis 61
 
 

61.- Aun después de la separación entre las aguas, la discordia no cesó hasta el tercer día, cuando la paz fue restaurada y cada cosa fue establecida en su lugar. Es a causa de esta contienda, necesaria como fue para la existencia del mundo, que la frase “que era bueno” no se aplica a la obra del segundo día, porque no se hallaba completada. Mientras las aguas superiores y las inferiores estaban mezcladas, no hubo producción en el mundo: esto sólo podía ocurrir cuando ellas fuesen separadas y hechas distintas. Entonces produjeron, y de esta manera,


 
Zohar bereshis 62
 
  62.- aunque al segundo día hubo separación y discordia, el día tercero trajo armonía completa. Este es el nombre que se halla grabado en el deletreo de YHVH, para reconciliar las aguas superiores con las inferiores, la superior con la inferior; la inserción de la Vav entre ellas armoniza los dos lados. Simbólico de esto es el cruce del Jordán por los israelitas Josué 3:16. “Las aguas (del Jordán)” corresponde a las aguas superiores; “se levantaron en un cúmulo” corresponde a las aguas inferiores que descendieron al mar, mientras los israelitas pasaron entre las dos.

 
Zohar bereshis 63
 
  63.- En esta sección, se mencionan Cinco veces la palabra “firmamento” y la Vida del Mundo pasa entre ellos y los guía, y ellos están todos entretejidos. Sin embargo, a causa de la discordia, que fue resuelta por el mediador, no habrán podido entretejerse o armonizarse. Ellos corresponden a los quinientos años que el Árbol de la Vida requiere para tornarse en una fuente de crecimiento y fertilidad para el mundo. Todas las aguas de la creación que salieron de la fuente original se ramifican de su tronco. De manera similar el Rey David tomo el conjunto y subsiguientemente distribuye, como leemos: “Y él distribuyó entre todo el pueblo, aun entre el conjunto de la multitud...” II Samuel 6:19. de manera similar leemos: “Lo que tú les das ellos recogen.” Salmos 104: 28. y: “Ella se levanta cuando aún es noche, para la manutención de la familia” Proverbios 31: 15.

 
Zohar bereshis 64
 
 

64.- Cuando la discordia fue provocada por la violencia de la Izquierda el Espíritu Vengativo se reforzó. Surgieron de él dos demonios que inmediatamente se hicieron sólidos sin ninguna humedad, uno varón y uno hembra. De ellos se propagaron legiones de demonios, y a esto se debe la persistencia del espíritu de impureza en todos esos demonios. Ellos se hayan simbolizados por el prepucio (Orlah); uno se llama Efeh (“víbora”) y el otro se llama Najasch (“serpiente”), siendo, sin embargo, los dos uno solo. El Efeh lleva retoño del Najasch despuésde un período de gestación de siete años.


 
Zohar bereshis 65
 
 

65.- He aquí el misterio del Guehinóm que lleva los siete nombres, asimismo la “mala tentación (Yetser-hará); y la impureza se propagó desde esa fuente en muchos grados a través del Universo. Todo esto proviene del poder místico de la Izquierda, que suministra bien y mal y con esto hace habitable el mundo. Aquí tenemos el grabado Nombre de dieciocho letras que preside las lluvias suaves y benéficas para el bienestar del mundo.


 
Zohar bereshis 66
 
 

66.- “Y dijo Dios, que las aguas fluyan”. La palabra “fluyan” (Yikavvu) implica que ellas habían de seguir en una línea (Kav), como para tomar una senda recta. Pues del primer punto místico el Todo sale en secreto, hasta que alcanza, y es reunido, al Palacio superior. De allí sale en línea recta a los otros grados hasta que llega al lugar que reúne al conjunto en una unión de varón y hembra: esta es la “Vida de los mundos”.


 
Zohar bereshis 67
 
  67.-  Las aguas”: esto es, aquellas que salieron desde lo alto, de debajo de la superior. “De debajo del cielo”: esto es la Vav menor (de aquí que la palabra Yikavvu lleva dos Vavs, una para “el cielo” y una “para el cielo”). En consecuencia: “Que aparezca tierra seca”. Esta es la inferior.

 
Zohar bereshis 68
 
 

68.- Esto es descubierto concluimos por inferencia a lo que es no descubierto. “A un lugar”: llamado así porque es aquí que el conjunto del Mundo Superior es vinculado en uno solo Está escrito: “El Todopoderoso (YHVH) es Uno y su nombre es Uno” Zacarías 14:8. Aquí se indican dos unificaciones, una del Mundo superior en sus grados, y una  del Mundo inferior en sus grados. La unificación del mundo superior se consuma en este punto. La vida de los Mundos fue firmemente basada aquí y a través de su unidad el Mundo superior fue ligado, como conjunto, y por eso se lo llama “un lugar”. Todos los grados y todos los miembros fueron aquí reunidos y se hicieron en él uno sin ninguna separación; no hay grado alguno en él que se hallen abarcados en una unificación, salvo éste. En él, también, todos ellos se cobijan en un deseo. En este grado el Mundo descubierto se une con el no revelado.


 
Zohar bereshis 69
 
  69.- El mundo descubierto significa de manera similar abajo, y, de hecho el Mundo descubierto es un mundo inferior. De ahí que expresiones tales: “Yo vi al eterno” Isaías 6: 1. “Y ellos vieron al Dios de Israel Éxodo 24: 10.  “Y la gloria del Eterno apareció” Números 14:10: 17: 7., “Así fue la aparición del esplendor en torno; fue la aparición de la semejanza de la Gloria del Eterno” Ezequiel 1:28. Job 40: 15. Este es, también, el secreto de las palabras, aquí: “Y que aparezca tierra seca”.

 
Zohar bereshis 70
 
 70.- Como la aparición del arcoiris, quiere decir a la vida de los mundos: “Yo he puesto mi arcoiris en las nubes” Génesis 9: 13. es decir, desde el día en que fue creado el mundo. En el día nublado, cuando el arco, “la aparición de la semejanza de la gloria del Eterno”, apareció, la izquierda emergió poderosa. Entonces: “Raquel salió y tuvo dolor en el alumbramiento”. Con ella aparecieron Mijael a un lado, Rafael al otro, y Gabriel a un tercero, siendo estos los colores que aparecieron en la “semejanza”.

  
Zohar bereshis 71
 
 71.- De ahí que “la aparición del esplendor en torno”, es decir, la radiación que se halla escondida en la pupila del ojo se vuelve “la aparición de la semejanza de la gloria del Eterno”. Es decir, que son colores correspondientes, de modo que la unidad inferior se forma en correspondencia con la unidad superior.

 
 
Zohar bereshis 72
 
 72.- “El Eterno nuestro Dios, es el Altísimo” Deuteronomio 6: 4. Los colores misteriosos y no descubiertos que se hallan ligados “en un lugar” forman una unidad más elevada; los colores del arco abajo, en el que se unen blanco, rojo y amarillo, corresponden a esos otros misteriosos colores, forman otra unidad que significa la fórmula: “Y su nombre es Uno”. Además, la fórmula: “Bendito sea el nombre de la gloria de Su reino por siempre jamás” significa la unidad inferior, mientras que a la unidad superior la significa la fórmula: “Oye, Israel, el Eterno nuestro Dios, el Eterno es Uno”. Estas formas se corresponden y cada una tiene seis palabras.

 
Zohar bereshis 73
 
 73.- “que se reunan...”, sugiere medida por la linea y sus mediciones mediciones desde las chispas tremendas, como est{a escrito, “El que ha medido las aguas en la palma de su mano (Yeshayahu 40:12)  deja que las aguas se reunan aquí, es la extensión del que forma las palabras como Yud-Vav-Dalet-, He-Alef-, Vav-Alef-Vav, He-Alef.

 
Zohar bereshis 74
 
 74.- Koidesh, Koidesh, Koidesh, (Santo, Santo, Santo) corresponde al secreto del verso “deja que las aguas se reúnan...” , “Hashem Tzebakois” y “en un lugar”, “la tierra entera está llena de su gloria” corresponde a “Deja que aparezca lo seco” es el secreto del Nombre grabado, de la unión de Kaf-Vav-Zayin, Bet-Mem-Vav, Kaf-Samej-Zayin y Kaf-Vav-Zayin-Vav.

 
   
Zohar bereshis 75
 A PARTIR DE ESTA SECCION NO SE HAN HECHO LAS DIVISIONES POR VERSICULOS.. DESDE EL 75 AL 278.
 

75.- “Que la tierra produzca pasto, hierba,...” A esta orden la “tierra” hizo avanzar un ejército a través de esas aguas que se habían reunido en un lugar y corrió misteriosamente a través de él, de modo que salieron en él seres celestiales y existencias sagradas escondidas que son sostenidas y mantenidas y constantemente renovadas por los fieles de entre la humanidad mediante el culto que ofrecen a su Amo. Este misterio lo indica el versículo: “Quién hizo que el pasto brotara para la Behema (ganado), (Tehilím, Salmos 104:14).” etc. Esto se refiere a Behemot, que se agazapa en mil montañas y para que esas montañas produzcan cada día lo que aquí se llama “pasto”, con lo que se quiere significar los seres angelicales cuya existencia es efímera y que fueron creados en el segundo día como alimento destinado para ese Behemot, que es “fuego que consume fuego”. En salmos continúa, “y hierba para el servicio del hombre”, donde “hierba” indica los órdenes angélicos llamados Ofanim (“ruedas”), Jayot (de “figura de animal”) y Querubim (“querubines”), los cuales todos son sostenidos, mantenidos y confirmados toda vez que seres mortales vienen a rendir culto a su Amo con sacrificios y plegarias, en lo que consiste el “servicio del hombre”, y como ellos son fortalecidos en virtud de ese servicio del hombre, brota alimento y sostén para el mundo, como está escrito: “para producir pan de la tierra” (Tehilím, Salmos 104: 14). Lo mismo se halla implicado en las palabras “hierba que trae simiente”. Pues “pasto” no trae simiente, sino que solo se destina para alimento del fuego sagrado, mientras que “hierba” ayuda a mantener el mundo.Todo esto tiene como propósito “producir pan de la tierra”, es decir, proveer, en virtud del servicio que a su Amo ofrecen seres humanos, alimento y sostén de la tierra para este mundo, de manera que puedan descender sobre la humanidad las bendiciones celestiales. “Fruto que trae fruto”. Un grado encima del otro, combinándose varón y hembra. Exactamente como árbol de fruto produce la multitud de árboles que traen frutos, así los últimos, a su turno, produjeron “Querubines y Pilares”. “Pilares” son los que suben en el humo de los sacrificios y derivan su fuerza de ahí; por eso se los llama “Pilares de humo”, y todos ellos existen permanentemente para el “servicio del hombre”, mientras que el “pasto” no tiene permanencia pues está destinado a que se lo consuma como alimento, como está escrito: “Observa ahora a Behemot, lo que Yo he hecho de ti; él comió pasto como un buey”  Las palabras “árbol de fruto que trae fruto” indican la forma en combinación del varón y la hembra. Sus rostros son “como el rostro de un hombre” (Yejezkel, Ezequiel 1:10), pues no son como los Querubines; tienen rostros grandes cubiertos de barbas, mientras que los Querubines tienen rostros pequeños como los de los niños pequeños. Todas las formas se hallan comprendidas en éstas, porque son “rostros grandes”. En ellos hay trazadas formas como los rasgos del Nombre Divino en los cuatro puntos cardinales, Este, Oeste, Norte y Sur. Mijael está impreso en el Sur y todos los rostros se dirigen hacia él, así “el rostro de un hombre... el rostro de un león... el rostro de un buey... el rostro de un águila” (Yejezkel, Ezequiel I, 10). “Hombre” implica la unión de masculino y femenino, sin la cual el nombre “hombre” (Adán) no se aplica. Por él se hallan formadas las figuras del Carro del Eterno, como está escrito: “(en) el carro del Eterno hay miríadas de miles de Schinan (“ángeles”)” (Tehilím, Salmos 68:15); la palabra SCHINAN expresa por medio de sus iniciales todas las figuras: La Schin; está para Schor (“Buey”); la Nun para Nescher (“Águila”); y el Alef para Aryeh (“León”); y la Nun final representa por su forma al hombre, que camina erecto y que místicamente combina masculino y femenino. Todos estos miles y miríadas de ángeles salen de los simbolizados por el nombre Schinan y desde esos tipos divergen en sus varios grupos, cada uno a su lado pertinente. Todos estos cuatro están entrelazados y entretejidos en otros; así, buey, águila, león, hombre. Su actividad está dirigida por cuatro nombres grabados, a los que ellos ascienden para contemplar. “Buey” asciende para buscar guía y visión en el rostro del “Hombre”. Aquí asciende con él cierto nombre coronado y grabado en dos formas místicas que representan al nombre El (el Eterno). Luego vuelve y el trono lo graba y traza para estar ahí impreso para estar bajo la guía de este nombre místico. “Águila” asciende para buscar guía y visión en el rostro del “Hombre. Allí asciende con el águila otro nombre, que está coronado y grabado en dos formas místicas, para brillar y ascender y ser coronado en lo alto. Esto representa el atributo “Grande”. Luego vuelve y el trono lo graba y se halla impreso allí para estar bajo la guía de este nombre místico. “León” asciende para buscar guía y mirar en el rostro del “hombre”. Otro nombre asciende con él y es coronado y grabado en dos formas místicas para ser dotado con fuerza y poder, que representa el atributo “Poderoso”. Vuelve y el trono lo graba y se halla impreso allí para estar bajo la guía del nombre místico. “Hombre” los contempla a todos, y todos ascienden y lo contemplan. Así todos ellos se hallan grabados en esta forma en el nombre místico conocido como “Tremendo” (Norá). Así, está escrito acerca de ellos: “Y la semejanza de sus rostros es como es rostro del hombre” (Yejezkel, Ezequiel 1:10). Todos ellos están abarcados en esa semejanza, y esa semejanza los abarca a todos. En virtud de todo esto, el Santo, Bendito Sea, es llamado el Grande, Poderoso y Tremendo Todopoderoso, pues estos nombres se hallan grabados arriba en el Carro superior que está comprendido en las cuatro letras del Tetragrama que es el nombre que los comprende a todos. Estas semejanzas están grabadas en el trono, y el trono está decorado con ellos, uno a la derecha, uno a la izquierda, uno al frente y uno atrás, correspondientes a las cuatro direcciones del mundo. El trono, cuando asciende, es estampado con estas cuatro semejanzas. Estos cuatro nombres superiores llevan el trono y el trono es está comprendido en ellos y recoge una cosecha de deseos anhelantes. Cuando ha reunido estos deseos, desciende con su carga, como un árbol cargado de ramas por todos lados y llenas de frutos. Tan pronto como desciende, esas cuatro semejantes aparecen en sus varias formas emitiendo centelleos brillantes que arrojan simiente sobre el mundo. De ahí que está escrito: “Hierba que trae simiente”, porque arroja simiente sobre el mundo. Pero del surgir de la semejanza del hombre, que comprende todas las otras semejanzas está escrito: “Árbol de fruto que trae fruto según su especie, cuya simiente está en él sobre la tierra”. No produce simiente, salvo para propagación. El término “en él” debe subrayarse. Nos enseña que el hombre no ha de emitir su simiente en vano. A esto se refiere la palabra “verdor”, que no “trae simiente”, y por eso no tiene permanencia como los otros, pues no posee ninguna semejanza que pueda modelarse y grabarse de alguna manera. Tales cosas se muestran como vanas; para desvanecerse; no han adquirido forma y semejanza y no tienen permanencia; sólo existen por un momento y luego se consumen en el fuego que devora fuego y continuamente son renovadas y devoradas. El hombre aquí abajo posee una ideal forma y semejanza, pero no es tanpermanente como esos seres superiores. Estos se hallan formados en su propia figura, sin que nada exterior la modifique. De ahí que son incambiables, mientras que el hombre abajo asume forma a través del medio de un envoltorio exterior. De ahí que dura pasajeramente, y cada noche el espíritu es despojado de esa vestidura y asciende y es consumido por ese fuego que consume, y luego retorna a su estado anterior y vuelve a tomar la misma figura anterior. De ahí que no tiene la misma permanencia que esas formas superiores. Y con referencia a esto está escrito: “Nuevo cada mañana” (Eijá, Lamentaciones 1:23). es decir, seres humanos que cada día se renuevan. La razón es ese “Grande es tu fidelidad”: grande, de seguro, pues puede sostener a todas las creaturas del mundo y comprenderlas a todas, por igual a las de arriba y a las de abajo. Es de extensión infinita, absorbe todo y no se vuelve más lleno. A esto se refiere el versículo: “Todos los ríos corren al mar; y el mar no está lleno...” (Kohelet, Eclesiastés 1:7). Entran en el mar y el mar los recibe y no se llena y luego los restaura a su estado anterior. De ahí que “grande es tu fidelidad”. Con respecto a este (tercer) día está escrito dos veces “que era bueno” siendo la razón de ello que ese día fue intermediario entre los dos lados opuestos y apartó la discordia. Dijo a un lado “bueno”, y al otro lado le dijo “bueno” y reconcilió a los dos. De ahí que encontramos escrito a su respecto dos veces: “Y dijo”. Vinculado con ese día es el secreto del nombre de cuatro letras grabadas e inscriptas, que pueden ser doce (mediante intercambios) que corresponden a las cuatro imágenes sobre los cuatro lados inscriptas en el trono sagrado. “Y el Eterno dijo, que sean lumbreras...” La palabra “Lumbreras (meorot) está escrita defectuosamente, como si fuese meerot (daños), por la razón de que la enfermedad infantil, crup, se crea a través de ella. Es que después de que la luz  rimordial fue retirada, se creó una “membrana para la médula”, una Klifá, y esta Klifá se expandió y produjo otra. Tan pronto como salió esta segunda, ella fue subiendo y bajando hasta que alcanzó los “rostros pequeños”. Deseó abrirse paso hasta ellos y ser modelada como uno de ellos, y fue renuente para partir de ellos. Pero el Santo, Bendito Sea, la apartó de ellos y la hizo bajar. Cuando El creó a Adán y le dio una pareja, tan pronto como ella vio a Eva inclinándose al lado de él y recordó por su forma la belleza suprema, se retiró y desde entonces trató, como antes, de ligarse a los “rostros pequeños”. Pero, los guardianes de las puertas superiores no se lo permitieron. El Santo, Bendito Sea, la reprendió y la arrojó en las profundidades del mar, donde moró hasta el tiempo en que Adán y su mujer pecaron. Entonces, el Santo, Bendito Sea, la sacó de la profundidad del mar y le dio poder sobre todos esos niños, los “rostros pequeños” de los hijos de los hombres; que están expuestos a castigos por los pecados de sus padres. Entonces ella vagó hacia arriba y abajo del mundo. Ella se acercó a las puertas del Paraíso terrenal, donde vio los Querubines, los guardianes de las puertas del Paraíso, y se sentó cerca de la espada flamígera, huyó y vagó por el mundo y al encontrar niños expuestos al castigo, los maltrató y mató. Todo esto se debe a la acción de la Luna al disminuir su luz original. Cuando Caín nació, la Klifá trató por un tiempo sin éxito ligarse a él, pero a la larga ella tuvo con él relación y engendró espíritus y demonios. Adán tuvo durante ciento treinta años relación con espíritus femeninos hasta que nació Naama. Ella, por su belleza, desvió los “hijos del Eterno”, Uza y Azael y les dio hijos, así de ella salieron malos espíritus y demonios en el mundo. Ella vaga durante la noche vejando a los hijos de los hombres y haciéndolos mancharse. Allí donde esos espíritus encuentran hombres durmiendo solos en una casa, revolotean sobre ellos y los inclinan, inspirándoles deseo y son de ellos embarazados. Además, les infligen enfermedades sin su conocimiento, y todo eso ocurre a causa de la disminución de la Luna. Cuando la Luna fue restaurada, las letras de meorot (lumbreras) fueron invertidas para formar imrat (“palabra”), como está escrito: “La palabra (imrat) del Eterno es puesta a prueba, es un escudo para quienes confían en El(Tehilím, Salmos 18:31), es decir, El es un escudo contra todos esos malos espíritus y demonios que vagan por el mundo, al palidecer la Luna, para los que mantienen firme su fe en el Santo, Bendito Sea. El Rey Salomón, cuando “penetró las profundidades del huerto de nogales” (Shir hashirím, Cantar de Cantares 6:11), tomó una cáscara de nuez (Klifá) y extrajo una analogía de sus estratos a estos espíritus que inspiran deseos sensuales en los seres humanos, como está escrito: “Y las delicias de los hijos de los hombres son de demonios masculinos y femeninos” (Kohelet, Eclesiastés 2:8). Estos, cuando duermen, dan nacimiento a multitudes de demonios. El versículo también indica que los placeres a que los hombres ceden cuando duermen, dan nacimiento a multitudes de demonios. El Santo, Bendito Sea, encontró necesario crear todas estas cosas en el mundo para asegurar su permanencia, de modo que hubiera un cerebro con muchas membranas que lo envuelvan. El mundo todo está construido sobre este principio, superior e inferior, del primer punto místico hasta la más alejada de todas las etapas. Todas se cubren una a otra, cerebro en cerebro, espíritu en espíritu, como una cáscara en otra. El punto principal es la luz más interior, de una translucidez, tenuidad y pureza que excede a la comprensión. La extensión de ese punto se vuelve un “palacio” (Hejal), que forma una vestidura para ese punto con una radiación que aún es incognoscible debido a su translucidez. El “palacio” que es la vestidura para ese punto incognoscible es también radiación que no puede comprenderse, aunque por otra parta, menos sutil y traslúcida que el principal punto místico. Este “Palacio” se extiende en la Luz primordial que es una vestidura para él. Desde este punto hay extensión tras extensión, formando cada una una vestidura para la otra, estando en la relación de membrana a cerebro. Aunque sea primero una vestidura, cada etapa se torna el cerebro para la etapa siguiente. El mismo proceso tiene lugar abajo, de manera que el hombre en este mundo combina cerebro y cáscara, espíritu y cuerpo, todo para el mejor ordenamiento del mundo. Cuando la Luna se hallaba conectada con el Sol, ella era luminosa, pero tan pronto como se separó del Sol y se le asignó el cargo de sus propias huestes, ella redujo su condición y su luz, y se crearon cáscaras sobre cáscaras para cubrirse de ellos, y todo para beneficio del cerebro. De ahí que meorot está escrito defectuosamente. Todo eso fue para beneficio del mundo, y de ahí que esté escrito: “Para dar luz sobre la tierra”. “Y el Eterno hizo dos grandes lumbreras”. La palabra “hizo” significa la debida expansión y establecimiento de todo. Las palabras “las dos grandes lumbreras” muestran que primero estuvieron asociadas como iguales, simbolizando el  pleno nombre YHVH Elohim. Así es, aunque la última parte no está revelada, pero se la conoce por inferencia. La palabra “grandes” muestra que a su creación se las dignificó con el mismo nombre, de modo que a través de ellas el nombre del Todo fue llamado Matzpatz Matzpatz, los dos nombres más elevados de las trece categorías de la misericordia. Estas se hallan revestidas de mayor dignidad y están colocadas a la cabeza, porque derivan de lo alto y ascienden para beneficio del mundo y para la perseveración de los mundos. De manera similar, las dos lumbreras ascendieron juntas con la misma dignidad. Pero, la Luna no estaba cómoda con el Sol, y efectivamente cada uno se sintió mortificado por el otro. La Luna dijo: “¿Dónde paces?” (Shir hashirím, Cantar de Cantares 1:7).  El Sol dijo: “¿Dónde haces descansar tu rebaño a mediodía?” (Shir hashirím, Cantar de Cantares 1:7). ¿Cómo puede una vela pequeña brillar a mediodía?”. A esto el Eterno dijo: “Anda y aménguate”. Ella se sintió humillada, y dijo: “¿Por qué habría de ser yo como una que se vela a sí misma?” (Shir hashirím Cantar de Cantares 1:7).  Entonces el Eterno dijo: “Sigue tu camino en los pasos del rebaño”. Entonces ella se amenguó de modo de ser cabeza de las filas inferiores. Desde entonces ella no tuvo luz propia y deriva su luz del Sol. Primero fueron iguales, pero luego ella se amenguó entre todos esos grados suyos, aunque todavía es cabeza de ellos; pues una mujer no goza de honor salvo en conjunción con su marido. La “gran lumbrera” corresponde a YHVH y la “lumbrera menor” a Elohim, que es el último de los grados y el término del pensamiento. Primero fue inscrita entre las letras del Nombre Sagrado, en su cuarta letra, pero tomó un rango inferior con el nombre Elohim; sin embargo, aun asciende en todas direcciones arriba en la letra en la unión de las letras del Nombre Sagrado. Luego se extendieron grados a uno y otro lado. Los grados que se extendieron hacia arriba se llamaron: “el dominio del día”, y los grados que se extendieron hacia abajo se llamaron: “el dominio de la noche”. “Las estrellas son el remanente de las fuerzas y los ejércitos, y, en número incontable, están todas suspendidas de ese “firmamento del cielo” que es la “vida del universo”, como está escrito: “Y el Eterno las colocó en el firmamento del cielo para dar luz sobre la tierra...” Esta es la tierra inferior, que extrae luz de ellas, como ellas derivan luz desde arriba. En ese día (cuarto) se estableció el Reino de David el cuarto pie y sostén del trono divino; y las letras del Nombre Divino fueron firmemente fijadas a sus lugares. A pesar de ello, el sexto día, cuando fue plenamente formada la semejanza del hombre, no estaba firmemente fijado el trono en su lugar. Pero, entonces, por lo menos, ambos tronos, el superior y el inferior, fueron establecidos y todos los mundo instalados en sus lugares, y todas las letras se fijaron en sus esferas por la extensión del vapor primordial. El cuarto día fue “rechazado de las constructores”, porque en él la lumbrera se degradó y abatió su radiación y se reforzaron las cáscaras exteriores. Todas esas luces radiantes se hallan suspendidas en ese firmamento del cielo para que por ellas pudiesen establecerse el trono de David. Esas luces son agentes formativos en el mundo inferior para perfeccionar la forma de todos los que se incluyen en el término “hombre”. Este es el nombre que se da toda forma interior; y así cada forma comprendida en esta extensión se llama “Hombre”, que propiamente indica el espíritu del hombre que emana del reino de la santidad, para el cual su cuerpo es una vestidura, como leemos: “Tú me vestiste en piel y carne”(Yov, Job 10:11). De ahí que a menudo encontremos la expresión “Carne de Hombre”, que implica que el hombre real se halla adentro y la carne que es su cuerpo es solamente una vestidura. Los seres inferiores que han sido compuestos por este espíritu, asumen formas y están envueltos en otra vestidura, como la forma de animales puros, buey, oveja, cabra, ciervo, etc. Ellos participarían gustosos de la vestidura del hombre, que corresponde a su naturaleza interior, pero sus formas se hallan cubiertas por el nombre que se aplica a sus cuerpos. Así, encontramos “carne de buey”, siendo “buey” el elemento interno de ese cuerpo, mientras la “carne” es la vestidura; y así con todos. De manera similar, en cuanto al “otro lado”: el espíritu que se encuentra en las naciones idólatras sale del reino de la impureza y no es, hablando propiamente, “hombre”. Por eso no se halla cubierto por ese nombre y no tiene parte en el mundo futuro. Su cuerpo, que es la vestidura de esa cosa impura, es carne impura y el espíritu es impuro dentro de la carne que viste. Por eso se llama “impuro”, y la vestidura no se llama hombre. Los seres inferiores que se componen con ese espíritu asumen formas que se visten en otra vestidura, tales como las formas de los animales impuros, respecto de los cuales la Ley dice: “Esto es impuro para ti”, como el cerdo y los pájaros impuros y las bestias de este lado. Al espíritu lo cubre el nombre del cuerpo que lo viste, y el cuerpo se llama “carne de cerdo”; cerdo en la carne que viste. Consiguientemente, hay neta separación entre estos dos grupos: A un lado lo abarca la categoría “hombre” y al otro lo comprende la categoría “impuro”, y los individuos se dirigen cada uno a su especie y retornan a su especie. Así las luminarias superiores irradian en ese “firmamento del cielo” para modelar en el mundo inferior las formas requeridas, como está escrito: “Y el Eterno las puso en el firmamento del cielo... y para regir de día y de noche”. Es adecuado y propio que gobiernen dos luminarias, la luminaria mayor de día y la menor de noche. La lección que extraemos es que el varón gobierna de día para regular su casa y traer a ella alimento y sostén. Cuando llega la noche, toma el mando la mujer, y ella gobierna la casa como está escrito: “Ella se levanta cuando aún es de noche y da alimento a su casa”, (Mishlei, Proverbios 31:15), ella y no él. Así el dominio del día pertenece al varón y el dominio de la noche a la mujer. Luego está escrito: “Y las estrellas”. Tan pronto como la mujer dio sus órdenes y se retiró con su marido, la dirección de la casa pasa a las solteras, que quedan en el hogar para atender a todos sus requerimientos. Luego, cuando llega el día el hombre debidamente toma de nuevo el mando. “Y Elokim hizo las dos lumbreras” Hay dos clases de luminarias. Las que ascienden hacia arriba se llaman “luminarias de luz”; las que descienden hacia abajo se llaman “luminarias de fuego”. Estas últimas pertenecen a la esfera inferior y gobiernan en los días de semana. Por eso, cuando expira el Sábado se dice una bendición por la lámpara, porque entonces se restaura el gobierno a esas luminarias. Los dedos del hombre simbolizan los grados mixtos del mundo superior, que se dividen en frente y espalda, adelante y atrás. Los últimos están afuera y los simbolizan las uñas de los dedos; por eso a la expiración del Sábado se permite mirar las uñas de los dedos con la luz de las velas. Pero no se permite mirar con la luz de las velas desde el lado de adentro. Esto se halla escondido en el versículo: “Tú me verás de la espalda, no verás mi rostro” (Shemót, Éxodo 33:23). Por eso el hombre no ha de mirar sus dedos por dentro cuando recita la bendición: “Creador de la luz del fuego”. El día Sábado, el Eterno gobierna sólo por medio de esos grados interiores sobre Su trono de gloria, y todos ellos están comprendidos en El, y El asume el dominio. Por eso El acordó descanso en este día a todos los mundos. Como parte del legado de este día, el santo y único pueblo heredó las “luminarias

de luz” del lado de la Derecha que es la luz primordial que hubo el primer día. Pues en día Sábado esas luminarias de luz brillan y tienen dominio solas, y de ellas se ilumina toda cosa. Cuando el Sábado expira las luminarias de luz se retiran y asumen dominio las luminarias de fuego, cada una en su lugar. Ellas gobiernan desde la expiración de un Sábado hasta el comienzo del siguiente. Por eso es adecuado emplear la luz de la lámpara a la expiración del Sábado. Se dice de las Jayot que “ellas corren de un lado a otro” (Yejezkel, Ezequiel 1:14), y por eso ningún ojopuede seguirlas. Las Jayot (bestias descubiertas) son aquellas en medio de las cuales hay una Ofan (“rueda”), que es Metatron, que es más exaltado que todos los otros anfitriones. Las Jayot que nunca están descubiertas son las que se hallan bajo las dos letras no descubiertas Yod y , que rigen sobre Vav, siendo el pedestal de la primera. La más misteriosa e incomprensible esencia gobierna sobre todo y se halla subida sobre todo. Las Jayot que se descubren están debajo de las que permanecen no descubiertas, derivan su luz de ellas y las siguen. Las Jayot celestiales se hallan todas comprendidas en el “firmamento del cielo”, y a ellas se refieren las palabras “que haya lumbreras en el firmamento del cielo”. Todas están suspendidas en ese firmamento. Pero, también hay un firmamento encima de los cielos, del cual está escrito: “Y una apariencia sobre las cabezas de la Jayá, un firmamento semejante al hielo,..” (Yejezkel, Ezequiel  1:22). esto es la primera , más allá de la cual no puede penetrar la mente humana, porque aquello que está más lejos se halla envuelto en el pensamiento del Altísimo, que se eleva por encima de la comprensión del hombre. Si lo que hay en el Pensamiento no se puede comprender, mucho menos aún se puede comprender al Pensamiento mismo. Nadie puede concebir lo que hay en el Pensamiento, y mucho menos se puede conocer al En Sof, del cual no es posible encontrar rastro y que no puede alcanzarse por medio alguno. Pero de en medio del misterio impenetrable, de la primera degradación del En Sof alborea una lánguida indiscernible luz como la punta de una aguja, el nicho oculto del pensamiento, que no es tampoco cognoscible, hasta que se extiende de él una luz en un lugar donde hay alguna impresión de letras y de donde salen todas ellas. Primera de todas está el Alef, el comienzo y el fin de todos los grados, aquello en lo cual se hallan impresos todos los grados y que, sin embargo, siempre se llama “Uno”, para poner de manifiesto que aunque la Divinidad contiene muchas formas, sólo es una. Esta es la letra de que dependen, ambas, las entidades inferiores y las superiores. El punto vértice del Alef es el símbolo del oculto pensamiento superior, en el que se contiene, potencialmente, la extensión del firmamento superior. Cuando Alef sale de ese firmamento en una forma que simboliza al comienzo del Pensamiento salen en su varilla del medio seis grados que corresponden a las Jayot superiores que están suspendidas del Pensamiento. Una es la luz que brilló y fue retirada. Es el “calor del día” que Abraham sintió cuando estuvo sentado a la “puerta de su tienda”, la puerta que abre el camino de abajo hacia arriba y en la que brilló “el calor del día”. Una segunda luz es la que se marchita a la caída de la tarde, y por cuya restauración oró Yitzjak, como está escrito: “Yitzjak salió al campo para meditar a la caída de la tarde” (Bereishís, Génesis  24:63). Una tercera luz es la que combina esas otras dos y brilla para curar, y se halla insinuada en el versículo que dice respecto de Yaakov que “el Sol se levantó sobre él, etc.” (Bereishís, Génesis  32:32). Seguramente fue después que hubo adquirido el grado de “caída de la tarde”. Desde este punto estuvo “sosteniéndose sobre su muslo”, es decir, alcanzó imperfectamente la concepción de la “fuerza” (Nétzaj) de Israel”. Está escrito: “Sobre su muslo”, y no “sobre sus muslos”; éste es el cuarto grado por el cual no se inspiró ningún profeta hasta que vino Samuel, del cual está escrito: “Y también la fuerza (Nétzaj) de Israel,...” (Shmuel 1, 1º Samuel   15:29). Así restauró a su fuerza prístina lo que era débil desde el tiempo en que Yaakov extrajo fuerza de esa “caída de la tarde” que se halla asociada con el atributo de la justicia severa. Pero, Yaakov, hallándose incluido en ese grado, fue una prueba contra él. “Vio que no prevalecería contra él y tocó el hueco de su muslo”. Encontró un lugar débil en el muslo, porque se halla fuera del tronco, que es el nombre simbólico de Yaakov, cuyo cuerpo estuvo, por eso, bajo la protección de dos grados simbolizados por la designación “hombre”. Así, cuando el ángel encontró un punto de ataque fuera del tronco, inmediatamente “se hundió el hueco del muslo de Yaakov”, y nadie recibió inspiración profética de esa fuente hasta que vino Samuel. Josué derivó inspiración profética de la majestad de Moishé, como está escrito: “Y pondrás parte de tu majestad sobre él” (Bamidbar, Números 27:20). entonces, es éste el quinto grado. Nétzaj es el muslo izquierdo, el grado de Yaakov, y por eso vino David y lo unió

con el lado derecho, como está escrito: “La bienaventuranza en tu mano derecha es Nétzaj”. La  azón por la cual el muslo de Yaakov era débil fue porque lo tocaba el lado de la impureza y lo despojaba de su fuerza; y permaneció débil hasta el tiempo de Samuel. De ahí que Samuel hablara de Nétzaj de Israel, y de ahí, también, que siempre hablara con severidad. Sin embargo, posteriormente el Eterno lo puso bajo la égida de Hod, después de que hubo ungido reyes. Merced a esto figura con Moishé y Aarón, pues combinó dos grados inferiores, como ellos combinaron dos grados superiores, aunque todos los grados se hallan ligados entre sí. Todas esas luces superiores existen en su imagen abajo; algunas de ellas en su imagen abajo, sobre la tierra; pero, por sí mismas, todas se hallan suspendidas “en el firmamento del cielo”. Aquí está el secreto de dos nombres combinados a los que acompaña un tercero y se tornan de nuevo uno. “Y el Eterno dijo: Hagamos al hombre”. Está escrito: “El secreto del Todopoderoso es para los que Le temen” (Tehilím, Salmos  25:14). El más reverenciado Anciano comenzó una exposición de este versículo diciendo: Simeón, Simeón, ¿quién es el que dijo: “Hagamos al hombre”? ¿Quién es ese Elohim? Con estas palabras el Anciano más reverenciado desapareció antes de que alguien lo viera. R. Simeón, al haber oído que lo llamó simplemente “Simeón”, y no “Rabí Simeón”, dijo a sus colegas: Con seguridad que es el Santo, Bendito Sea, del cual está escrito: “Y el Anciano de días estuvo sentado” (Daniel  12:9). En verdad ahora es el tiempo para exponer este misterio que hasta ahora no se permitió divulgar, pero ahora percibimos que está dado permiso. Entonces continuó: Debemos imaginar un rey que quería que se erigieran varios edificios y que tenía a su servicio un arquitecto que nada hacía sin su consentimiento. El rey es la Sabiduría superior arriba, la Columna Central es el rey abajo; Elohim es el arquitecto arriba, la Columna Central es el rey abajo; Elohim es el arquitecto arriba, siendo como tal la “Presencia Divina” (Schejiná) del mundo inferior. Ahora bien, una mujer no puede hacer nada sin el consentimiento de su marido. El Padre cuando deseaba algo construido por medio de “emanación” (azilut), decía a la Madre, por medio de la “Palabra” (amirá), “que sea así y así”, e inmediatamente así era, como está escrito: “Y dijo Elohim, que haya luz, y la luz fue”; es decir, uno dijo a Elohim que haya luz; el dueño del edificio dio la orden, y el arquitecto la llevó a cabo inmediatamente; y así aconteció con todo lo que fue construido por medio de la emanación. El arquitecto, cuando llegó al “mundo de la separación”, que es la esfera de los seres individuales, dijo al dueño del edificio: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. El dueño del edificio dijo: “En verdad, está bien que sea hecho, pero un día pecará delante de ti, porque es necio; así está escrito: “El hijo sabio alegra a su padre: pero el hijo insensato es el pesar de su madre”(Mishlei, Proverbios  10:1). Ella respondió: “Dado que su culpa se refiere a la madre y no al padre, Yo deseo crearlo a mi semejanza”. De ahí que está escrito: “Y Elohim creó al hombre a su imagen”, no habiendo querido el padre participar en la creación. Así está escrito con referencia a su pecado “por vuestras transgresiones vuestra Madre fue repudiada” (Yeshayahu, Isaías 50:1). El rey dijo a la madre: “¿No te he dicho que él estaba destinado a pecar?. Entonces lo arrojó y, con él, arrojo a su madre. Y, así, está escrito: “El hijo sabio alegra a su padre; pero el hijo insensato es el pesar de su madre”. El hijo sabio es un hombre formado por emanación, y el hijo insensato es un hombre formado por “creación” (beriah). Aquí los colegas interrumpieron y dijeron: Rabí, Rabí, ¿hay entre Padre y Madre una división tal que del lado del Padre el hombre haya sido formado por vía de emanación y del lado de la Madre por vía de creación? Él respondió: Amigos míos, no es así, pues el Hombre de la emanación fue ambos, masculino y femenino, del lado de ambos Padre y Madre, y por eso se dice: “Y el Eterno dijo: Que haya luz, y la luz fue”: “que haya luz” del lado del Padre; “y la luz fue” del lado de la Madre; y este es el hombre “de dos rostros”. Este “hombre” no tiene “imagen y semejanza”. Sólo la Madre superior tiene un nombre que combina luz y oscuridad, luz que fue la vestidura superior y que el Eterno creó en el primer día y luego atesoró para los justos, y oscuridad que fue creada en el primer día para los malvados. Por causa de la oscuridad, que fue destinada a pecar contra la luz, el Padre no quiso participar en la creación del hombre, y por eso la Madre dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. “A nuestra imagen” corresponde a la luz; “según nuestra semejanza” a la oscuridad, que es una vestidura para lucir del mismo modo que el cuerpo es una vestidura para el alma, como está escrito: “Me vestiste con piel y carne”. Entonces hizo una pausa, y todos los colegas se regocijaron y dijeron: “Feliz es nuestra suerte que nos dio el privilegio de oír cosas que hasta ahora nunca fueron descubiertas”. R. Simeón prosiguió entonces, tomando como texto: “Ved ahora Que Yo, Yo soy él y Elohim no está conmigo...”. (Devarím, Deuteronómio 42:39). Dijo: Amigos, hay aquí algunos misterios profundos que deseo revelaros ahora que se ha dado permiso de expresarlos. ¿Quién es el que dice: “Ved ahora que Yo, Yo soy él”? Es la Causa que está por encima de todas las de lo alto, que se llama la Causa de las causas. Está por encima de esas otras causas, de las cuales ninguna hace nada hasta tener permiso de la que está por encima de ella, como lo señalamos antes respecto de la expresión: “Hagamos al hombre”. “Hagamos (nosotros)”, ciertamente se refiere a dos, de los cuales uno dijo al otro “hagamos”, y que no hizo nada salvo con el permiso y dirección del que está por encima suyo, mientras que el que está encima nada hizo sin consultar a su colega. Pero, la que es llamada “la Causa encima de todas las causas”, que ninguna le es superior ni igual, como está escrito: “¿A quién Me comparáis y seré igual?” (Yeshayahu,  Isaías  40:25). Dijo: “Ved ahora que Yo, Yo soy él, y Elohim no está conmigo”, de quien tomaría consejo, como aquello que está escrito: “y el Eterno dijo: Hagamos al hombre” Aquí los colegas interrumpieron y dijeron: Rabí, permítenos hacer una observación. ¿No asentiste antes que la Causa de las causas dijo a la Sefirá Kéter: “Hagamos al hombre”? Él contestó: No escucháis lo que decís. Hay algo que se llama “Causa de las causas”, pero esa no es la “Causa encima de todas las causas”, que yo mencioné, que no tiene colega de quien pudiera tomar consejo, porque es única, anterior a todo y no tiene compañero. Por eso dice: “Ved ahora que Yo, Yo soy él, y Elohim no está conmigo”, de quien pudiera tomar consejo, pues no tiene colega ni compañero, ni aun número, pues hay un “uno” que connota combinación, como masculino y femenino, del que está escrito: “Pues lo llamé uno”(Yeshayahu, Isaías 51:2). pero éste es uno sin número y sin combinación, y por eso está dicho: “y Elohim no está conmigo”. Todos ellos se pusieron de pie y se prosternaron ante él, diciendo: Feliz el hombre cuyo Maestro concuerda con él en la exposición de misterios ocultos que no fueron revelados a los ángeles santos. R. Simeón prosiguió: Amigos, debemos exponer el resto del versículo, pues contiene muchos misterios ocultos. Las palabras siguientes son: “Yo hago morir y hago vivir,...”. es decir, mediante las Sefirot del lado de la derecha hago vivir, y mediante las Sefirot del lado de la izquierda hago morir; pero si la Columna Central no se halla de acuerdo, no puede pasar una sentencia, pues forman una corte de tres. A veces, aunque todos tres estén de acuerdo en condenar, viene la mano derecha que se tiende para recibir a los que se arrepienten; esto es el Tetragrama y también es la Schejiná, que es llamada “mano derecha”, del lado de Jésed (“Benevolencia”). Cuando un hombre se arrepiente, esa mano lo salva del castigo. Pero, cuando la “Causa que es por encima de todas las causas” condena, entonces “ninguno hay que libere de mi mano”. Además, los colegas explicaron la palabra Elohim en este versículo como refiriéndose a otros el Eternoes, y las palabras: “Yo hago morir y hago vivir” como significando “Con mi Schejiná Yo hago morir a quien es culpable y mediante ella preservo a quién es inocente”. Pero, lo que se dijo antes concerniente a la Causa Suprema es un secreto que sólo se ha transmitido a hombres sabios y profetas. Ved ahora cuántas causas ocultas hay involucradas en las Sefirot y engarzadas sobre las Sefirot, ocultas de la comprensión de los seres humanos; de ellas está dicho: “Sobre el alto otro más

alto vigila”. (Kohelet, Eclesiastés 5:7). Hay luces sobre luces, una más clara que otra, cada una oscura en  comparación con la de encima de ella, de la que recibe su luz. En cuanto a la Causa Suprema, todas las luces son oscuras en su presencia. Otra explicación del versículo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen según nuestra semejanza” dieron los colegas, que pusieron estas palabras en boca de los ángeles asistentes. R. Simeón les dijo: Como saben lo que fue y lo que será, han de haber sabido que estaba destinado a pecar. ¿Por qué, entonces, hicieron esa propuesta? Más aún, Uza y Azael en realidad se oponían a ella. Pues cuando la Schejiná dijo a Elokim: “Hagamos al hombre”, ellos dijeron: “¿Qué es el hombre para que lo conozcas? ¿Por qué deseas crear al hombre, que, como lo sabes, pecará ante ti, por su mujer, que es la oscuridad para su luz, siendo la luz masculina y la oscuridad femenina?” La Schejiná les respondió: “Vosotros mismos cometeréis el mismo crimen de que lo acusáis”; y así está escrito: “Y los hijos del Eterno vieron a las hijas del hombre que eran bien parecidas”, y las siguieron por camino desviado y la Schejiná los degradó de su posición santa. Los colegas dijeron: Rabí, después de todo, Uza y Azael no se equivocaron, porque el hombre estuvo realmente destinado a pecar por la mujer. Él respondió que lo que la Schejiná dijo fue: “Habéis hablado del hombre peor que todo el resto de la hueste celestial. Si fuerais más virtuosos que el hombre tendríais derecho a acusarlo. Pero como él pecará con una mujer, vosotros pecaréis con muchas mujeres, como está escrito: “Y los hijos del Eterno vieron a las hijas del hombre”, no una hija, sino hijas, y luego, si el hombre pecó, estuvo dispuesto a arrepentirse y a retornar a su Amo y a reparar el mal” Los colegas dijeron: Si es así, después de todo, ¿por qué se lo creó? Él contestó: Si el Eterno no hubiera creado al hombre de esta manera, con inclinaciones buena y mala, que corresponden a la luz y a la oscuridad, el hombre creado no habría sido capaz de virtud ni de pecado; pero ahora, que fue creado con ambos, está escrito: “Mira, Yo he puesto delante de ti en este día la vida y la muerte”. (Devarím, Deuteronomio 30:19). Ellos le dijeron: “Y, aún, para qué todo esto? ¿No habría sido mejor que no fuese creado y, así, no habría pecado, causando con ello mucho agravio arriba, y no habría tenido ni castigo ni recompensa? Él contestó: Fue justo y recto que él fuera creado de esta manera, pues en consideración a él se creó la Torá en la que se hallan inscritos castigos para los malvados y recompensas para los justos, y éstos sólo lo son en mérito del hombre creado. Ellos dijeron: Verdaderamente, ahora hemos oído lo que nunca conocimos antes. Ciertamente, el Eterno no creó nada que no fuese requerido. Más aún, la Torá creada es una vestidura para la Schejiná, y si el hombre no hubiera sido creado, la Schejiná habría carecido de vestidura, como un mendigo. De ahí que cuando un hombre peca es como si desgarrara de la Schejiná sus vestimentas, y por eso se le castiga. Y cuando cumple los preceptos de la Ley, es como si cubriera la Schejiná con sus vestimentas. De ahí que decimos que los “flecos” (tziti) que usan los israelitas son para la Schejiná en cautiverio como el abrigo del pobre, del que está dicho: “Porque este es su único abrigo; es su vestido para sus carnes, ¿en qué habrá de dormir?” (Shemós, Éxodo 22:26). Numerosos ángeles destructores persiguen la plegaria que no es de corazón pleno, según la expresión de la Escritura: “Todos sus perseguidores la alcanzaron...” (Eijá, Lamentaciones 1:3). Por eso está bien que uno introduzca su plegaria con el versículo: “pero él es misericorel Eternoo y perdona la iniquidad” (Tehilím, Salmos 78:38). La palabra “iniquidad” significa Samael, que es la serpiente; “no destruirá” significa el Destructor; “apartó su ira” se refiere al demonio Af (“ira”); “y no quiso despertar todo su enojo” se refiere al demonio Jemah (“enojo”). A estos poderes se ligan muchos ángeles destructores que se encuentran bajo siete Jefes con setenta subjefes, dispersos por cada firmamento, y debajo de ellos hay miríadas de otros. Cuando un israelita que lleva flecos y filacterias ora con devoción, se cumplen las palabras de la Escritura: “todos los pueblos de la tierra verán que el nombre del Eterno es llamado sobre ti y te temerán” (Devarím, Deuteronomio 28:10).  Estuvimos de acuerdo en que “el nombre del Eterno” se refiere a la filacteria de la cabeza; y cuando los ángeles destructores ven el nombre de YHVH sobre la cabeza del que ora, todos a la vez se vuelan, como está escrito: “Un millar caerán a tu lado”. (Tehilím, Salmos  91:7). Yaakov previó la opresión del último cautiverio en los días postreros, y por eso “oró en ese lugar y se acostó allí porque el Sol se había puesto” (Bereishís, Génesis 28:11), es decir, llegó la noche del cautiverio. David, al referirse al cautiverio, dijo: “Hambriento y fatigado y sediento en el desierto”. Vio la Schejiná reseca, marchita y enjuta, y estuvo hondamente triste por ella. Cuando vio a Israel retornando en júbilo, compuso diez clases de cantos, y al final de todos exclamó: “Plegaria por un afligido cuando desfallece” (Tehilím, Salmos 102:1). Esta es la plegaria que llega ante el Eterno previamente a las otras. ¿Cuál es la “plegaria por un afligido”? Es la plegaria nocturna que es única, sin esposo, y porque es sin esposo es afligida y enjuta. Como ella es el hombre justo, pobre y afligido; esta es la simiente de Yaakov, que se halla en sumisión a todas las naciones y se reúne para la plegaria nocturna que tipifica la noche de la cautividad. La plegaria sabática es una benevolencia para este pobre hombre. Por eso, cuando un hombre recita la plegaria de Amidah en los días de semana ha de estar de pie como un pobre a la puerta del rey por causa de la Schejiná y ha de vestirla con la vestimenta de los flecos, y ha de estar con sus filacterias como un mendigo a la puerta cuando comienza con la palabra Adonai (“El Nombre”). Cuando abre su boca para decir la plegaria nocturna, desciende un águila en los días de semana para recoger en sus alas ala plegaria nocturna. Este es ángel llamado Nuriel cuando viene del lado de Jésed (“Benevolencia”), y es Uriel cuando viene del lado de Gueburá (“Fuerza”), porque es un fuego quemante. Para la plegaria matinal también viene un león y la recibe en sus brazos alados; este es Mijael. Para la palabra de la tarde viene un buey y la toma en sus brazos y cuernos: este es Gabriel. En el día Schabat (“Sábado”) el Eterno mismo desciende con los tres patriarcas para dar la bienvenida a su hija única. En ese momento los seres celestiales que se llaman con el nombre del Eterno exclaman: “Levantad vuestras cabezas, oh puertas, y sed exaltadas, puertas sempiternas”, e inmediatamente se abren prestas las puertas de siete palacios. El primer palacio es el palacio del amor; el segundo, del temor; el tercero, de la misericordia; el cuarto, de la profecía a través del espejo claro; el quinto, de la profecía a través del espejo brumoso; el sexto, de la rectitud; el séptimo, de la justicia. “Estas son las generaciones de los cielos y de la tierra”. Hemos asentado que la expresión: “Estas son” denota que las mencionadas antes no se toman en cuenta en adelante. En este caso la referencia es a los productos de Tohu (vacío) aludidos en el segundo versículo del primer capítulo: “Y la tierra estaba tohu y bohu”. Estos son aquellos de los cuales hemos aprendido que: “Elokim  creó mundos y los destruyó”. Por eso la tierra estaba “informe” (Tohu) y “vacía” (bohu), cual si dijera: “¿Cómo habría el Eterno de crear mundos para destruirlos? Sería mejor no crearlos”. De manera similar, se dice de los cielos: “Los cielos se desvanecieron como humo” Isaías 516. Pero, efectivamente, tenemos aquí una indicación de los que significa la expresión: “los destruyó”, que indica que el Eterno  no destruye realmente las obras de Sus manos. La explicación es esta. El Eterno creó el mundo por medio de la Torá, es decir, en cuanto es llamado reschit. Por este Reschit, El creó los cielos y la tierra, y con ello los sostiene, porque la palabra Bereschit contiene la palabra berit (“pacto”); a este punto se refiere el versículo: “Si no fuera por Mi pacto con el día y con la noche, Yo no hubiera establecido las leyes del cielo y la tierra” (Yeremiyahu, Jeremías 33:25). Este cielo es el cielo del cual está dicho: “los cielos son los cielos del Eterno” (Tehilím, Salmos 115:16).  “y esta tierra es el país de los vivientes” que comprende siete países de los que David dijo: “Yo caminaré delante del Eterno en los países de los vivientes”. (Tehilím, Salmos 116:9). Luego, El creó un cielo y una tierra que reposan sobre Tohu (vacío), y no poseen cimiento, es decir, “pacto”, para sostenerlos. Por esta razón el Altísimo procuró dar a las naciones del mundo la Ley que contiene al pacto de la circuncisión, pero ellas no quisieron aceptarla, y por eso la tierra quedó reseca y desolada. De ahí que leemos: “Que las aguas se reúnan en un lugar, y que aparezca la tierra seca”. Por “las aguas” entendemos en esta conexión la Torá; Por “un lugar” entendemos Israel, cuyas almas están ligadas al lugar del cual está escrito: “Bendita es la gloria del Eterno desde su lugar”. “La gloria del Eterno” es la Schejiná inferior; “su lugar” es la Schejiná superior; y como las almas son de esa dirección, el nombre del Todopoderoso descansa sobre ella, y de ellas está dicho: “Pues la porción del Eterno es su pueblo”. De esta manera, “las aguas se reunieron en un lugar”. La Torá es la salvación del mundo y los gentiles que no la aceptaron quedaron enjutos y escuálidos. Es de esta manera que el Eterno creó mundos y los destruyó, esto es, los que no guardan los preceptos de la Ley; no que El destruya Sus propias obras, como algunos imaginan. Pues, ¿por qué ha de destruir a Sus hijos, de los cuales está escrito: Behibaram (“cuando fueron creados”) en este pasaje, que puede analizarse en behé beraam, (“El los creó por medio de ”), que simboliza al atributo de misericordia? Esto se refiere a aquellos de los gentiles que abrazan el Judaísmo. Moishé, antes de dejar Egipto, procuró enrolar prosélitos, pensando que eran de aquellos que así fueron creados por la letra , pero no fueron sinceros, y por eso fueron la causa de la degradación de él, como está escrito: “Baja enseguida, porque el pueblo, es decir, los prosélitos, se ha corrompido” (Shemós, Éxodo 32:7). En la “multitud mezclada” hay cinco secciones: Nefilim, Guiborim, Anakim, Refaím y Amalekim. Los Amalekim son los que fueron dejados del tiempo del Diluvio, de los cuales está escrito: “Y borró toda sustancia viviente”; los de esta clase que fueron dejados en el cuarto cautiverio se hacen conductores por fuerza principal y son flagelos para Israel; de ellos está escrito: “Porque la tierra estaba llena de violencia por causa de ellos”. Estos son los Amalekim. De los Nefilim (literalmente, “Caídos”) está dicho: “Y los hijos del Eterno vieron a las hijas del hombre, que eran bonitas” (Shemós, Éxodo 32:7). Estos forman una segunda categoría de los Nefilim, ya mencionada antes, en la manera en que cuando el Eterno pensó hacer al hombre, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, etc.”, es decir, El tuvo la intención de hacerlo cabeza sobre los seres celestiales, que debían ser sus representantes, como José sobre los gobernadores de Egipto, (Bereishís, Génesis 41:41). Los ángeles empezaron entonces a difamarlo diciendo: “¿Qué es el hombre para que Tú lo recuerdes, viendo que de seguro pecará ante Ti?”. El Eterno les dijo: “Si fuerais sobre la tierra como él, vuestros pecados serían peores”. Y así fue, pues “cuando los hijos del Eterno vieron las hijas del hombre”, se enamoraron de ellas, y el Eterno los arrojó del cielo. Estos fueron Uza y Azael; de ellos deriva sus almas la “multitud mezclada”, y por esa también se la llama nefilim, pues caen en la fornicación con mujeres hermosas. Por eso el Eterno los expulsó del mundo futuro, en el cual no tienen porción, y les da su retribución en este mundo, como está escrito: “A sus enemigos les da la recompensa en su misma cara”, (Devarím, Deuteronomio 7:10). Los Guiborim (“Potentes”) son aquellos de los cuales está escrito: “Son los fuertes... hombres renombrados” (Bereishís, Génesis 6: 4). Ellos vienen del lado de los que han dicho: “Venid, construyamos una ciudad y hagámonos un nombre”. (Bereishís, Génesis 11:4). Estos hombres levantan sinagogas y colegios y colocan en ellos rollos de la Ley con ricos ornamentos, pero no lo hacen por consideración al Eterno, sino solamente por hacerse un nombre, y, en consecuencia, los poderes del mal prevalecen sobre Israel, que ha de ser humilde como el polvo de la tierra, de acuerdo con el versículo: “Y las aguas prevalecieron muchísimo sobre la tierra” (Bereishís, Génesis 7:19). Los Refaím (literalmente “Débiles”), la cuarta sección de la “multitud mezclada”, son aquellos que al ver a los hijos de Israel en turbación, los abandonan, aunque se hallen en posición de ayudarles, y también descuidan la Torá y a quienes estudian, para congraciarse con los no judíos. De ellos está dicho: “Son Refaím (“sombras”), no se levantarán” (Yeshayahu, Isaías 26:14), cuando vendrá la redención para Israel, “toda su memoria perecerá” (Yeshayahu, Isaías 26:14). La última sección, los Anakim (literalmente “Gigantes”) son aquellos que tratan con ultraje a aquellos de quienes está escrito: “Serán como collares (anagim) para tu cuello”. De ellos está dicho: “Los Refaím son igualmente contados como Anakim”, es decir, están a la par unos con otros. Todos esos tienden a retrotraer el estado de “Tohu y bohu”, y causaron la destrucción del Templo. Pero, así como “Tohu” y “bohu” dieron lugar a la luz, así cuando el Eterno se revele ellos serán borrados de la tierra. Pero la redención no será completa hasta que Amalek será exterminado, pues contra Amalek fue tomado juramento de que “el Eterno librará guerra contra Amalek de generación en generación” (Shemót, Éxodo 17:16). La siguiente es otra explicación de las palabras: “Estas son las generaciones del cielo y de la tierra”. La expresión “estas son” corresponde aquí a la misma expresión en el texto: “Estos son tus el Eternoes, oh Israel(Shemós, Éxodo 32:4), Cuando estos sean exterminados será como si el Eterno  hubiera hecho el cielo y la tierra en ese día; de ahí que esté escrito: “En el día que el Eterno hace el cielo y la tierra”. En ese tiempo el Eterno se revelará con la Schejiná y el mundo será renovado, como está escrito: “Porque como la nueva tierra y el nuevo cielo...” (Yeshayahu, Isaías 66:22). En ese tiempo “el Eterno hará brotar del suelo todo árbol placentero, etc.”, pero antes de que ellos sean exterminados no caerá la lluvia de la Torá, e Israel, que se compara con las hierbas y los árboles, no puede madurar, como se insinúa en las palabras: “Ningún arbusto del campo había sobre la tierra, ni hierba del campo...” (Bereishís, Génesis 2:5), porque “no había hombre”, es decir; Israel no estaba en el Templo, “para labrar el suelo” con sacrificios. Según otra explicación, las palabras: “Ningún arbusto del campo había sobre la tierra” se refieren al primer Mesías, y las palabras “ni hierba del campo había brotado” se refieren al segundo Mesías. ¿Por qué no se lanzaron? Porque no estaba Moishé para servir a la Schejiná, Moishé de quien está escrito: “Y no había hombre para labrar el suelo”. Esto también se insinúa en el versículo: “El cetro no partirá de Judá ni el báculo del gobernante de entre sus pies”; “el cetro” se refiere al Mesías de la casa de Judá, y “el báculo”, al Mesías de la casa de José. “Hasta que viene Siló”: este es Moishé, siendo el valor numérico de los nombres Siló y Moishé el mismo. También es posible referir las “hierbas del campo” a los justos o a los estuel Eternoos de la Torá. “Y el Eterno formó al hombre”. Aquí “hombre” se refiere a Israel, a quien el Eterno modeló en ese tiempo para este mundo y para el mundo futuro. Además, la palabra vayitzer (“y formó”) implica que el Eterno los puso bajo la égida de Su propio nombre al formar los dos ojos como la letra Yod y en el medio la nariz como la letra Vav... Inmediatamente El colocó a Israel dentro del santo Jardín del Edén, como está dicho: “Y el Eterno plantó” (Bereishís, Génesis 2:8). Los dos nombres se refieren aquí al Padre y a la Madre. El “Jardín” es la Schejiná sobre la tierra, Y “Edén” es la Madre Superior; “el hombre” es la Columna Central; la Schejiná hubo de ser su plantación, su esposa que nunca hubo de partir de él y hubo de ser deleite perpetuo. Así el Eterno plantó entonces a Israel como un tallo santo, como está escrito: “La rama de mi plantío, la obra de mis manos, en la que me glorifico”. “Y el Eterno hizo crecer”. Los dos nombres pueden referirse al Padre y a la Madre; “cada árbol placentero” se refiere al Tzadik (“Justo”); “bueno de comer” se refiere a la Columna Central, mediante la cual El proveyó alimento para todos, y de la cual sólo Tzadik se nutre, como la Schejiná se nutre de él. Estos no necesitan del mundo inferior, sino que, al contrario, todos abajo se nutren de él. Pues en el periodo de cautiverio, a la Schejiná y a “la Vida del universo” las nutren únicamente las dieciocho bendiciones de la plegaria de Israel, pero en ese tiempo habrá alimento para todos. Esto significa que en ese tiempo el Árbol de Vida será plantado en el Jardín, de modo que “él tomará también del Árbol de Vida y comerá y vivirá por siempre”, (Bereishís, Génesis 3:22). La Schejiná no estará más en poder de la “mala influencia”, es decir, de la “multitud mezclada” que es “el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal”, y no recibirá más en su seno a ningún impuro, en cumplimiento de lo cual está escrito: “el Eterno solamente lo conducirá y no habrá el Eterno extraño con él” (Devarím, Deuteronómio 32:12). Por esta razón en los tiempos del Mesías no serán más admitidos prosélitos. La Schejiná será como una parra en la que no se puede injertar ningún tallo de otra especie, e Israel será “todo árbol placentero de ver”, y le será restaurada su belleza anterior, de la que se nos dice: “El lanzó del cielo a la tierra la belleza de Israel(Eijá, Lamentaciones 2:1). “El Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal” será embestido por ellos y no adherirá a ellos ni se mezclará con ellos, pues de Israel está dicho: “Y no comeréis del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal” Este árbol es la “multitud mezclada”, y el Eterno les señaló que por mezclarse con ella sufrirían dos perdidas, del primero y del segundo Templos, como está dicho: “Y el día que comieras de él de seguro morirás”. Ellos hicieron que el Tzadik quedase exhausto y desolado por la pérdida del segundo Templo, que es la Schejiná en el cielo, y por la pérdida del segundo Templo, que es la Schejiná sobre la tierra. De ahí que está escrito: “Y el río será drenado a seco”, es decir, el río Vav se secará en la inferior, como para privarlo del flujo de Yod que sale del En Sof. Pero tan pronto como Israel saldrá del cautiverio, es decir, el pueblo santo solamente, entonces el río que se había secado se tornará “el río que sale de Edén para irrigar el jardín”. Este río es la Columna Central; “sale de Edén” es la Madre superior; “para irrigar el jardín” es la Schejiná sobre la tierra. En referencia a ese tiempo está dicho de Moishé e Israel: “Entonces te deleitarás en el Eterno” y se cumplirán las palabras: “entonces Moishé cantará” (Shemós, Éxodo 15:1). Luego, el río “de allí se dividirá y formará cuatro brazos” (Bereishís, Génesis 2:10). El primero de ellos es Jésed (“Benevolencia”), que es brazo derecho. De este beberá el campamento de Mijael, y con él la tribu de Judá y sus dos tribus compañeras. El segundo es Gueburá (“Fuerza”), y de él el campamento de Gabriel y con él la tribu de Dan y sus dos tribus compañeras. El tercero es Nétzaj (“Victoria”), la pierna derecha, y de él beberá el campamento de Nuriel, y con él, la tribu de Rubén y sus dos tribus compañeras. El cuarto es Hod (“Majestad”), la “pierna izquierda” a que se refiere lo dicho de Yaakov que “se sostuvo sobre su muslo izquierdo”, y de él beberán el campamento de Rafael, cuya misión es curar las enfermedades del cautiverio y, con él, la tribu de Efraím y sus  os tribus compañeras. “Y el Eterno tomó al hombre y lo colocó en el Jardín de Edén...” ¿De dónde lo tomó? Lo tomo de los cuatro elementos a que alude el versículo: “Y de ahí se dividió y se tornó en cuatro brazos”. El Eterno lo destacó de éstos y lo colocó en el Jardín de Edén. Así hace el Creador ahora con cada hombre creado de los cuatro elementos que se arrepiente de sus pecados y se ocupa con la Torá; El Eterno lo toma de sus elementos originales, como está dicho: “Y de ahí se divide”, es decir, se aparta de los deseos que ellos inspiren, y el Eterno lo coloca en su jardín, que es la Schejiná, “para ataviarla” con preceptos positivos, “y para guardarla”, por medio de preceptos negativos. Si guarda la ley, se hace dueño de los cuatro elementos y se vuelve un río que los irriga, y ellos lo obedecen y él es su gobernante. Pero, si transgrede la ley, ellos son irrigados del amargor del Árbol del Mal, que es la mala inclinación, y todos sus miembros están llenos de amargor; pero cuando los miembros del cuerpo son mantenidos santos del lado del bien, se puede decir de ellos que “vinieron de Marah y no podrían beber aguas de Marah porque eran amargas” (Shemós, Éxodo 15:23). De manera similar, el estudio del Talmud es amargo si se lo compara con el de la sabiduría esotérica, de la que está dicho: “Y el Eterno le mostró un árbol” (Shemós, Éxodo 15:23), este es el Árbol de Vida, y por él “las aguas se endulzaron”. De manera similar está escrito: “Y el báculo del Eterno estaba en su mano”. Esta vara es Metatrón, de uno de cuyos lados viene la vida y del otro la muerte. Cuando la vara sigue siendo una vara, ella es una ayuda del lado del bien, y cuando se vuelve una serpiente es hostil, de modo que “Moishé huyó de ella”, y el Eterno la libró en su mano. Esta vara tipifica la Ley Oral que prescribe lo que está permitido y lo que está prohibido. Cuando Moishé golpeó la roca, el Eterno se la retiró, y “bajó a él con una vara” (Shmuel 2, 2º Samuel 33:21), para golpearlo con ella, siendo la “vara” la mala inclinación, que es una serpiente, la causa de la cautividad. Otra lección más puede derivarse de las palabras: “Y de ahí se dividió”: Feliz es el hombre que se dedica a la Torá, porque cuando el Eterno lo saca del cuerpo, de los cuatro elementos, es separado de ellos y asciende para volverse la cabeza de las cuatro Jayot, como está escrito: “Y te llevarán en sus manos” (Tehilím, Salmos 91:12). “Y el Eterno ordenó al hombre, diciendo...” Hay acuerdo en cuanto a que el término “orden” en la Escritura se refiere siempre a la prohibición de la idolatría. Este pecado tiene su raíz en el hígado, que es el asiento de la ira, y se ha establecido que “caer en una pasión es como adorar ídolos”. La expresión “el hombre” designa derramamiento de sangre, por analogía con el versículo: “Por el hombre será derramada su sangre (Bereishís, Génesis 9: 6). Este pecado tiene su raíz en la hiel, la espada del Ángel de la Muerte, según el versículo: “Su fin último es amargo como la hiel, punzante como una espada de doble filo” (Mishlei, Proverbios 5:6).  La expresión “diciendo” se refiere al incesto, que tiene su raíz en el bazo, como está escrito: “Tal es el camino de la mujer adúltera, ella come y restrega su boca”  (Mishlei, Proverbios 30:20). Aunque el bazo no tiene boca ni ventosas, él absorbe la negra sangre espesa del hígado; así la mujer adúltera restrega su boca y no deja rastro. El asesino es incitado por la bilis y succiona de la sangre del corazón. Todos los que ven la bilis retroceden de ella, pero la falta de castidad se cubre en la oscuridad en la sangre negra del bazo. Quien peca por asesinato, idolatría e incesto, expulsa su alma a través del hígado, la bilis y el bazo, y es castigado en el  Guehinom en esos tres órganos, mediante tres demonios principales, Maschit (“Destructor”), Af (“Ira”) y Jemá (“Enojo”)... Antes de que los hijos de Israel fueran al cautiverio, y mientras la Schejiná estaba aún con ellos el Eterno ordenó a Israel: “No descubrirás la desnudez de tu madre” (Vayikrá, Levítico 18:7). y el cautiverio es la develación de la Schejiná, como está escrito: “Por causa de vuestros pecados vuestra madre fue repudiada” (Yeshayahu, Isaías  50:1). es decir, por el pecado de falta de castidad Israel fue enviado a cautiverio y la Schejiná también, y esto es poner al descubierto a la Schejiná. La falta de castidad es Lilit, la madre de los de la “multitud mezclada”. Son ellos los que separan las dos del nombre sagrado e impiden a la Vav entre ellas; así está escrito: “No descubrirás la desnudez de una mujer y su hija”, refiriéndose a la Schejiná superior y a la inferior. Cuando los de la “multitud mezclada” se hallan entre una y la otra, el Santo, Bendito Sea, no puede juntarlas y, consiguientemente, “el río se torna seco y enjuto”, seco en la superior y enjuto en la inferior, para que la “multitud mezclada” no pueda ser nutrida por la Vav, que es el Árbol de Vida. Por eso la Vav no junta las dos cuando la “multitud mezclada” está entre ellas, y la letra Yod no puede acercarse a la segunda . Así, el precepto: “No descubrirás la desnudez de tu nuera” es transgredido. Además, separan la Yod de la superior, y, así, rompen el mandamiento: “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre” siendo la Yod el padre y la primera la madre, Vav el hijo y la segunda la hija. Por eso, con respecto a la superior está ordenado: “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre”; “la desnudez de tu hermana la hija de tu padre” se refiere a la inferior; “la hija de su hijo y la hija de su hija” se refieren a la y que son los hijos de ; “la desnudez del hermano del padre” se refiere a la Yod, que es el producto de la letra Yod, un hermano para Vav. En una palabra, cuando los de la “multitud mezclada” están mixturados con Israel, las letras del nombre YHVH no pueden se juntadas y unidas; pero tan pronto como son separadas del mundo, se dice de las letras del nombre del Eterno que : “En ese día el Eterno será uno y su nombre Uno” (Zajariyahu, Zacarías 14:9). Por eso, Adán, que es Israel, está estrechamente ligado a la Torá, de la que está dicho: “Es un Árbol de Vida para quienes se apoyan en ella”; este Árbol es la Matrona, la Sefirá Maljut (“Reinado”), por cuya conexión Israel es llamado “hijo de reyes”. Es en mérito a eso que el Eterno dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para él” (Bereishís, Génesis 1:18). Esta ayuda es la Mischná (la “Ley Oral”), la criada de mano de la Schejiná. Si los hijos de Israel merecen bien, es una ayuda para ellos en el cautiverio del lado de lo permitido, lo puro y lo apropiado; si no merecen bien, es un obstáculo para ellos del lado de lo impuro, lo inadecuado y lo prohibido; lo puro, lo permitido y lo adecuado significan la buena inclinación, y lo inadecuado, lo impuro y lo prohibido significan la mala inclinación. Así, la Mischná se parece a la mujer, que tiene las dos, sangre pura y sangre impura de menstruación. Pero la Mischná no es la esposa de su unión real, pues se le niega unión real hasta que la “multitud mezclada” será apartada de la tierra. Merced a esto Moishé fue sepultado fuera de Tierra Santa. “Y el Eterno formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo”. R. Simeón dijo: He aquí que por la estupidez y la ceguera de los hombres que no perciben los misterios de la Torá y no saben que por “todo animal del campo y toda ave del cielo” se designa a los no letrados. Ambos que de entre ellos son “un alma viviente” no son útiles en el cautiverio a la Schejiná o a Moishé que está con ella, pues todo el tiempo que ella está en el exilio, él no la abandona. R. Eleazar dijo: ¿Es justo que apliquemos a Moishé y a Israel lo que está dicho de Adán? R. Simeón contestó: Hijo mío, ¿eres tú quien habla así? Has olvidado el texto: “El anunció el fin desde el comienzo” (Yeshayahu, Isaías 46:10). Él respondió: Ciertamente tienes razón; y por eso se nos ha dicho que Moishé no murió, y fue llamado Adán; y con referencia a él en el último cautiverio está escrito: “Y para Adán no encontró ayuda”, sino que todo fue “contra él”. Así también de la Columna Central está escrito: “Y no encontró ayuda para el hombre”, es decir, para sacar la Schejiná del cautiverio; por eso está escrito: “Y miró a un lado y otro y vio que no había nadie (Shemós, Éxodo 2:12). siendo Moishé según la pauta de la Columna Central. En ese tiempo “el Eterno hizo caer profundo sueño sobre el hombre (Bereishís, Génesis 2:2). “Eterno” designa al Padre y a la Madre; el “profundo sueño” es el “cautiverio”, como está dicho: “Y un sueño profundo cayó sobre Abraham(Bereishís, Génesis 15:12). “Y él tomó uno de sus lados”. ¿Qué lados? Se refiere a las doncellas de Matrona. El Padre y la Madre tomaron uno, un lado blanco, bello como la Luna, “y cerraron el lugar con carnes”; esta es la carne de la que se halla escrito: “Al ver que también él es carne” (Bereishís, Génesis 6:3). que se refiere a Moishé. “Y el Eternoconstruyó el lado”. Hay aquí una alusión a la ley sobre el hermano del esposo fallecido, acerca de quien los Sabios dijeron: “Si él rehúsa a construir una vez, no construirá más”, como está escrito: “Así a de hacer el hombre que no quiere edificar la casa de su hermano” (Devarím, Deuteronómio 25:9). Pero del Eterno está escrito: “el Eterno construyó Jerusalem”, es decir, Vav, que es el hijo, es construido por Yod Hé, que son el Padre y la Madre. De ahí que se dice: “Y el Eterno construyó el lado que había tomado del hombre”, es decir, la Columna Central, “y lo trajo al hombre”, es decir, él trajo hacia el lado que había tomado de su doncella, y de ella está dicho: “Y yo le seré, dijo el Eterno, un muro de fuego en su derredor” (Zajariyahu, Zacarías 2:9). Porque el futuro Templo será construido sobre esta roca por las manos del Santo, Bendito Sea, él perdurará por todas las generaciones. De este Templo está escrito: “Mayor será la gloria de esta última casa que de la primera”, pues la primera fue construida por las manos del hombre, pero ésta será construida por las manos del Santo, Bendito Sea... Las palabras: “Y el Eterno construyó el lado” también se pueden aplicar a Moishé, en cuanto él es del lado de Jésed (“Benevolencia”). “Y él cerró su lugar con carne”: la carne, siendo roja, simboliza Gueburá (“Fuerza”), y, así, en Moishé se combinaban ambas. “Esta vez hueso de mi hueso y carne de mi carne”: Esto lo dice la Columna Central de la Schejiná, de la doncella prometida, que es como decir,: “Yo sé que esto es hueso de mi hueso y carne de mi carne; así, de seguro se llamará mujer, del reino superior, que es Madre, porque fue tomada del reino del Padre, que es Yod”. Y lo que acontece con la Columna Central, acontece con Moishé abajo: En ese tiempo cada israelita encontrará su alma gemela, como está escrito: “Os daré un nuevo corazón y pondré un espíritu nuevo en vosotros” (yejezkel, Ezequiel 36:26). y, también: “Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán” (Yoel, Joel  3:1). estas son las almas nuevas con que los israelitas serán dotados, de acuerdo con el dicho: “El hijo de David no vendrá hasta que se hayan agotado todas las almas que han de ser encerradas en cuerpos”, y entonces vendrán las nuevas. En ese tiempo la “multitud mezclada” desaparecerá del mundo, y será posible decir de Moishé y de Israel, de cada uno con referencia a su alma gemela: “Y el hombre y su mujer estaban ambos desnudos y no se avergonzaron”, porque la falta de castidad desaparecerá del mundo, es decir, aquellos que causaron el cautiverio, la “multitud mezclada”. De ellos se dice, además: “Y la serpiente era más sutil que cualquier bestia del campo que el Eterno había hecho; es decir, son más sutiles para el mal que todos los paganos, y son la descendencia de la serpiente original que sedujo a Eva. La “multitud mezclada” es la impureza que la serpiente inyectó en Eva. De esta impureza salió Caín, que mató a Abel. De Caín descendió Jetro, el suegro de Moishé, como está escrito: “Y los hijos del Kenita, el suegro de Moishé (Shofetím, Jueces  1:16). de acuerdo a la tradición se lo llamó Kenita porque se originó de Caín. Moishé, para ocultar el reproche de su suegro, procuró convertir la “multitud mezclada”, los descendientes de Caín, aunque el Eterno le advirtió diciéndole: “Son de una mala estirpe, cuídate de ellos”. Por causa de ellos Moishé fue expulsado de su lugar propio y no tuvo el privilegio de entrar en el País de Israel, pues por ellos pecó al golpear la roca cuando se le dijo que le hablara (Bamidbar, Números  20:8). fueron ellos quienes le trajeron a ese estado. Pero, como el Eterno toma en cuenta un buen motivo, y dado que el motivo de Moishé al convertirlos fue bueno, como ya se ha dicho, el Eterno le dijo: “Yo te haré una nación más grande y poderosa que él” (Bamidbar, Números 14:12). Respecto de ellos está escrito: “Al que ha pecado contra Mí a ese Yo lo borraré de Mi libro” (Shemót, Éxodo 32:33). porque son de la simiente de Amalec de quién está dicho: “Borrarás la memoria de Amalek (Devarím, Deuteronómio 25:19). fueron ellos quienes causaron la rotura de las tablas de la Ley, acerca de lo cual está dicho: “Y los ojos de ambos se abrieron y conocieron que estaban desnudos”, es decir, los hijos de Israel llegaron a saber que se habían hundido en el fango del Egipto, careciendo de Torá, de modo que se podía decir de ellos: “Y estuviste desnudo y descubierto...”. Luego dice: “Y ellos cosieron hojas de higuera”, es decir, buscaron cubrirse con variados pellejos de la “multitud mezclada”; pero su cubierta real son los flecos de la Tzitzit y las correas de las filacterias, de las que está dicho: “Y el Eterno hizo para el hombre y su mujer chaquetas de cuero y los cubrió”; esto se refiere más propiamente a las filacterias, mientras que a los flecos los designan las palabras: “E hicieron para ellos cinturones”. “Y ellos oyeron la voz del Eterno...” Esto se refiere al tiempo cuando Israel vino al Monte Sinaí como está escrito: “Ha oído un pueblo la voz del Eterno hablando de en medio del fuego, etc.”. La “multitud mezclada” entonces pereció, aquellos que dijeron a Moishé: “No hable el Eterno con nosotros, no sea que muramos” (Shemót, Éxodo 20:16). Estos son los prototipos de los iletrados (Am haáretz), de quienes está dicho: “Maldito aquel que se echare con cualquier bestia” (Devarím,  Deuteronomio 27:21). porque son del lado de la serpiente, de la que está dicho: “Maldita eres de entre todas las bestias” (Bereishís, Génesis 3:14). Varias impurezas se mezclan en la composición de Israel, como animales entre hombres. Una especie es del lado de la serpiente; otra, del lado de los paganos, que se comparan a las bestias del campo; otra, del lado de mazikim (“duendes”), pues las almas de los malvados son literalmente los mazikim del mundo; y hay una impureza del lado de los demonios y malos espíritus; y ninguna entre ellas es tan maldita como Amalec, el cual es la mala serpiente, el “el Eterno extraño”. Él es la causa de toda la falta de castidad y del asesinato y su alma gemela es el veneno de la idolatría, llamándose Samael (literalmente “el Eterno-veneno”) a las dos juntas. Hay más de un Samael, y no todos son iguales, pero este lado de la serpiente es maldito por encima de todos. “Y el Eterno llamó al hombre, y dijo: ¿Dónde estás tú?” La palabra alejah (“dónde estás tú”) tiene la mismas letras que la palabra eijah (“cómo”), con que comienza el libro de las Lamentaciones, y así anuncia la destrucción del Templo y la lamentación sobre ella. Pero en los días por venir el Eterno arrojará del mundo todos los crecimientos malos, como está escrito: “Destruye la muerte para siempre” (Yeshayahu, Isaías 25:8) y todo será restaurado a su lugar justo, como está escrito: “En ese día el Eterno será uno y su nombre Uno” (Zajariyahu,  Zacarías 14:9).  “En el comienzo”. Se nos ha enseñado que toda vez que el nombre de Salomón aparece en el Cantar de Cantares, se refiere “al rey a quien pertenece la paz”, mientras que el término “rey”, simplemente se refiere a la Hembra. Lo más bajo está contenido en lo más elevado, y la mnemónica es que lo más bajo es heredero de los más alto, de modo que ambos son uno, constituyendo puntos Beth (bayit: “casa”), como está escrito: “Con sabiduría se construye una casa (bayit)” (Mishlei, Proverbios 24:3). Ahora bien, está escrito: “El rey Salomón hizo para sí una litera de maderas del Líbano” (Shir hashirím, Cantar de Cantares 3:9). La litera es el sostenimiento del mundo inferior por obra del mundo superior. Antes de crear el Eterno el mundo, Su nombre estaba incluido en El, y por eso, El y Su nombre incluido en El no fueron uno. Ni pudo esta unidad efectuarse hasta que creó el mundo. Por eso, habiendo decidido hacerlo así, El trazó y construyó, pero la meta no se alcanzó hasta que se rodeó de una envoltura de suprema radiación de pensamiento y de ahí creó el mundo. De la luz de esa radiación suprema, El produjo potentes cedros del mundo superior, y colocó Su carro sobre veintidós letras grabadas que se hallaban esculpidas y fijadas en diez expresiones. De ahí que está escrito: “De los árboles del Líbano” y también está escrito: “Dos cedros del Líbano que había plantado” (Tehilím, Salmos  104:16). En nuestro texto se dice: “El Rey Salomón hizo para sí mismo”. Las palabras “para sí mismo” indican que lo hizo para Su propio provecho, para Su propia ventaja, para desplegar Su gloria, para mostrar que El es uno y Su nombre es Uno, como está escrito: “Y conocerán que eres Tú solo cuyo nombre es el Eterrno” (Tehilím, Salmos 58:19).  Por la ráfagas de Su luz se hicieron inteligibles varios reinos. El miró al lado de arriba, El miró a la derecha, El giró a la izquierda y descendió abajo, y, así, a los cuatro puntos cardinales. Así se expandió Su reino arriba y abajo y en todas las cuatro direcciones, pues una cierta corriente superior fluía hacia abajo y formaba el gran mar, como se dice: “Todos los ríos fluyen al mar y el mar no se llena” (Kohelet, Eclesiastés  1:7), pues junta el Todo y lo lleva a su medio, como está escrito: “Yo soy la rosa de Sarón(Shir hashirím, Cantar de Cantares  2:1), siendo Sarón la bacía del gran mar que atrae todas las aguas del mundo y las absorbe. Así uno descarga y el otro reúne, y uno brilla a través del otro de una manera especificada. De esta relación está escrito: “Por sabiduría fue construida la casa”; de ahí que la Beth (igual a 2) de Bereschit implica que la casa de arriba está edificada en sabiduría y la de abajo también. La casa superior, que es la mayor, hace al mundo habitable y se llama Elohim; la de abajo se llama simplemente “rey”. Está escrito: “El rey se regocijará en Elohim(Tehilím, Salmos 63:12). es decir, cuando la Gueburá (“Fuerza”) superior se mueve para abrazarlo y acercarlo a sí, de modo que todo sea uno. Luego, las palabras pueden tomarse como refiriéndose a la alegría de la corriente que sale en una senda oculta y secreta y entra como dos que son una, haciendo, así, al mundo completo y total. O, también: “El rey se regocijará en Elohim”, es decir, el mundo inferior se regocijará en el recóndito mundo superior que manda vida a todo, que se llama la vida del rey. Este es el cimiento de la casa. Esta casa edificó un mundo. Esto es lo que significa “En el comienzo Elokim creó”: “En el comienzo”, es decir, en Sabiduría. Cuando juntó todo en su seno, se volvió el gran mar, un mar cuyas aguas estaban congeladas, esas aguas que habían fluido desde la fuente superior, como lo indicamos con el versículo: “De la matriz de Quien (MI) salió el hielo” (Yov, Job 38:29). congelándose sus aguas en su seno para atraer otras. Este hielo era un mar helado cuyas aguas no fluían hasta que la fuerza del Sur lo alcanzaba y penetraba en él. Entonces las aguas que estaban congeladas en el lado del Norte se desataron y comenzaron a fluir; pues era en el lado del Norte donde las aguas estaban congeladas y en el lado del Sur se descongelaron a correr, para irrigar todas “las bestias del campo” (Tehilím, Salmos 104:11). A éstos se los llama haré bater (“montes de separación”), y todos son irrigados cuando el lado del Sur comienza a acercarse y a hacer fluir el agua. Por la corriente de esta energía superior todos estaban en alegría. Cuando así plugo al pensamiento del Más Misterioso, un río salió de allí, y cuando el uno se juntó al otro, por una senda que no puede ser trazada ni arriba ni abajo, estaba ahí el comienzo de todo, y Beth (= segundo) que es simplemente “rey”, se completó desde ese comienzo, y uno fue como el otro. Con esta energía el Eterno creó los cielos, un punto oculto cuyas aguas fluyen hacia fuera, y produjo de ahí una voz que se llama la voz del Schofar. De ahí que dice: “el Eterno creó los cielos”, es decir, las voz del Schofar. Los cielos controlan la vida del Rey superior sobre la tierra, como lo indica el reclamo: “el hijo de Ischay vive sobre la tierra, pues la vida depende del hijo de Ischay”. Es por la Vav que la vida fluye a ella y controla todo y la tierra se nutre de ella; por eso está escrito: “Y (v) la tierra”.la palabra et se refiere a algo en el mundo superior, es decir, al poder de la totalidad de las veintidós letras, que Elohim produjo y dio a los cielos, como dice: “Con la corona con que su madre lo coronó en el día de sus esponsales”; de ahí: “Los (et) cielos”, para asociar y combinar uno con otro, de modo de ser establecidos juntos por la “vida del rey” y que los cielos sean nutridos de allí. Las palabras “y (ve-et) la tierra” indican la unión de varón y hembra, que fueron trazados con letras individuales, y la “vida del rey” que fluía de los cielos, derramándolas los cielos para mantener la tierra y todos sus habitantes. De esta manera el llamado Elohim superior hizo un cielo y una tierra para que fuesen permanentes, y los produjo juntos por la energía superior, el punto de partida de todo. La esencia superior descendió entonces a un grado inferior, y este último hizo un cielo y una tierra abajo. Todo el proceso se halla simbolizado por la letra Beth. Hay dos Mundos y ellos crearon mundos, uno un mundo superior y otro un mundo inferior, correspondiéndose el uno al otro; uno creó cielo y tierra y el otro creó cielo y tierra. De esta manera, la letra Beth significa dos mundos más; uno produjo dos mundos y el otro produjo dos mundos; y todo mediante la energía del reschit supremo. Cuando el superior descendió al inferior, se llenó del cauce de cierto grado que descansó en él,  correspondiente a esa senda oculta, secreta y recóndita de arriba. La diferencia consiste solamente en que la una es una senda estrecha y la otra es un camino. La de abajo es un camino, como “el camino del justo que es como una luz que resplandece” (Mishlei, Proverbios 4:18). mientras que la de arriba es una senda estrecha, como “la huella que no conoció el buitre” (Yov, Job 28:7). Recuerda todo esto el versículo: “El que provee en el mar camino y una senda en las aguas potentes” (Yeshayahu, Isaías 43:7). y De manera similar, está escrito: “Tu camino es en el mar y tu senda en las grandes aguas”. Cuando el mundo superior estuvo lleno y se tornó grávido, engendró dos hijos a la vez, un varón y una hembra, siendo estos cielo y tierra según la pauta superior. La tierra se nutre de las aguas superiores que son derramadas en ella. Pero, esas aguas superiores son masculinas, mientras que las inferiores son femeninas, y las inferiores se nutren del varón, y las aguas inferiores llaman a las superiores, como una hembra que recibe al varón, y derrama agua para encontrarse con el agua del varón para producir simiente. Así la hembra se nutre del varón, como está escrito: “Y la tierra”, con el agregado de Vav, como lo hemos explicado. Las letras fueron impresas en la fábrica del Todo, en la fábrica superior y en la fábrica inferior. Luego, las letras fueron diferenciadas e inscritas en la Escritura, Beth, en Bereschit bará, y Alef en Elohim et. Beth es femenina, Alef masculino. Como Beth creó, así Alef produjo letras. “Los cielos” son la totalidad de veintidós letras. La letra produjo los cielos para darles vida y para irrigarlos y a la tierra. La letra Vav produjo la tierra para alimentarla y satisfacer sus necesidades. La palabra ve-et (“y”) significa que Vav tomo et, que abarca las veintidós letras, y la tierra las absorbió, y está escrito: “Todos los ríos van al mar”, que así fue nutrido. De este modo, los cielos y la tierra están unidos, y la tierra se halla alimentada. Cuando el fuego llameante sale y la Izquierda es despertada, también sube humo, como está dicho: “Y el Monte Sinaí estaba humeando todo él, porque el Eterno había descendido sobre él un fuego” (Shemót, Éxodo 19:18). porque cuando baja fuego, humo y fuego se hallan entremezclados, y así el todo se halla del lado de la izquierda. Este es el sentido intrínseco del versículo: “Además mi mano fundó la tierra, y mi diestra extendió los cielos” (Yeshayahu, Isaías 48:13), es decir, por el poder de la Derecha arriba; pues los cielos son masculinos y lo masculino viene del lado de la derecha, y lo femenino del lado de la izquierda. Está escrito: “Levantad hacia arriba vuestros ojos y ved. ¿Quién los ha creado?” (Yeshayahu, Isaías 40:26). Este es el límite de la investigación. Pues la Sabiduría fue completada y no hay (nada) que sea asunto de investigación, dado que es más recóndito que cualquier cosa de abajo, y se llama el pronombre interrogatorio ¿Quién? De ahí: “¿Quién (MI) los ha creado?”, y también: “¿De la matriz de Quién (MI) salió el hielo?”; que es como decir aquello sobre lo cual podemos investigar pero no encontrar respuesta. Hemos analizado la palabra Bereschit en la letra Beth y la palabra Reschit. ¿Es Reschit una expresión creadora o hemos de decir que Bereschit es la expresión creadora? La verdad es que mientras su energía no había emergido y no se había difundido y todo le era aún latente, fue Bereschit, y esta era una expresión creadora. Pero, después de haber emergido y de haberse difundido a partir de ella, se llamó Reschit y ésta se volvió una expresión creadora. Similarmente, el interrogativo MI creó elch (“aquéllos”); pero, subsiguientemente, cuando se extendió y se completó, se volvió Yam (“mar”) y creó un mundo inferior según la pauta del superior, hallándose representados los dos por la letra Beth (o sea 2).Está escrito: “Mientras el rey estaba sentado a su mesa, mi nardo proyectaba su fragancia” (Shir hashirím, Cantar de Cantares 1:12). Esto describe como el Rey se deleita en la compañía del rey inferior, en su afectuosa camaradería en el Edén celestial en esa oculta y escondida senda que está llena de él y sale en ciertas corrientes especificadas. “Mi nardo daba su fragancia”: este es el rey inferior, que creó un mundo inferior según las pautas del superior. Así se eleva allí una benigna fragancia para dirigir y ejecutar, y adquiere poder y brilla con suprema luz. El mundo fue creado de dos maneras, con la derecha y con la izquierda, en seis días superiores. Seis días fueron creados para iluminar, como se dice, “porque en seis días el Eterno hizo los cielos y la tierra”, y ellos desbrozaron sendas e hicieron sesenta aberturas en el gran abismo, para conducir al abismo las aguas de las corrientes. De ahí el dicho rabínico según el cual: “Las aberturas debajo del altar eran de los seis días de la creación”, y trajeron paz al mundo. “Y la tierra era vacía e informe” Esto describe el estado original, por decirlo así, el sedimento de la tinta que se pega a la punta de la pluma, en el que no hubo subsistencia, hasta que el mundo fue grabado con cuarenta y dos letras, todas las cuales son la ornamentación del Nombre Santo. Las letras, cuando están juntas, ascienden y descienden y forman coronas para ellas mismas en todos los cuatro rincones del mundo, de modo que el mundo sea establecido por ellas y ellas por el mundo. Se formó para ellas un modelo como el sello de un anillo; cuando entraron y salieron, y el mundo fue creado, y cuando fueron juntadas en el sello fue establecido el mundo. Golpearon contra la gran serpiente y penetraron mil quinientos codos debajo de los precipicios del polvo. Después la gran profundidad asomó en oscuridad, y la oscuridad cubrió todo, hasta que emergió la luz y hendió la oscuridad y avanzó y resplandeció, como está escrito: “El descubrió cosas profundas de la oscuridad, y sacó a luz la sombra de la muerte” (Yov, Job 12:22). Las aguas fueron pesadas en una balanza. Mil quinientas veces tres dedos afluyeron a la balanza, la mitad para preservación y la mitad para bajar. Primero un lado de la balanza subió y el otro bajó. Pero cuando el lado más bajo fue levantado con la mano, la balanza estuvo firme y no inclinó a la izquierda ni a la derecha; de ahí que está escrito: “¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano?” (Yeshayahu, Isaías 40:12). Primero, todos los poderes de la tierra fueron latentes y no productivos, y las aguas se congelaron en ella y no corrieron. Sólo se desparramaron cuando fue enviada una luz de arriba sobre la tierra, pues cuando ella la golpeó con los rayos, sus poderes se desataron. Así, está dicho: “Y el Eterno dijo: Que haya luz y la luz fue”. Esta es la primordial luz superior que ya existía; de ésta salieron todos los poderes y fuerzas, y merced a eso fue firmemente establecida la tierra y subsiguientemente dio a sus productos. Cuando esta luz brilló sobre lo que estaba abajo, su radiación se propagó de un confín del mundo al otro; pero cuando observó a los pecadores del mundo, se apartó y sólo salía por sendas secretas que no pueden ser descubiertas. “Y Elokim vio que la luz era buena”. Hemos aprendido que todo sueño que contiene el término tov (bueno) presagia paz arriba y abajo, siempre que las letras se hayan visto en su orden propio. Estas tres letras fueron luego combinadas para significar “el Justo (Tzadik) del mundo”, como está escrito: “Di del justo que es bueno”, porque “él contiene la radiación suprema”. “En el comienzo Elokim creó”. La palabra Reschit (“Comienzo”) se refiere a la sabiduría superior; la letra Beth –es decir, bayit: “casa”- designa al mundo, que es irrigado desde esa corriente que entra en él y a la que se refiere el versículo: “Una corriente salió de Edén para irrigar el jardín”. Esta corriente reúne todas las aguas de una oculta fuente superior, y fluye permanentemente para irrigar el Jardín, y esa fuente oculta es el Primer templo.

 
   
REGRESAR                                    adelante                                         adelante
 
 

 
 

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis